Segunda Oportunidad (Y te vi...2) [Editando]

Capítulo 13

Daniel

Anduve hasta el parque, debía pensar como terminaría las cosas con Jess, no sería fácil, pero tenía que recuperar a mi Clary. Al parecer la suerte no estaba de mi lado, porque Jess llegó justo en ese momento.

Corrió hacia mí al verme, con los brazos abiertos dispuesta a abrazarme.

—En este momento no, Jess —le dije separándome de ella.

No podía soportar su toque, ni quería dejar que me abrazara.

—¿Por qué? ¿Qué pasa?

Jess realmente se veía desconsolada, pero sabía que podía ser muy buena actriz, la había visto hacerlo a otras personas.

—Ya no quiero estar contigo, no te quiero —le dije, notando que mi voz era cortante y fría.

—Me amas Daniel, me lo demostraste recién la otra noche.

—No, no te amo y nunca lo he hecho —le dije viéndola con los ojos entrecerrados.— Te desprecio Jess...te desprecio tanto.

—No sé que te pasa Daniel, pero no puede ser verdad lo que dices, ¡¡hicimos el amor apenas hace unas noches!!

Jess se acercó a mí tratando de alcanzar mi boca, pero si no podía soportar sus manos en mí, mucho menos su boca. Me alejé de ella, di un paso atrás.

—En serio no quiero verte Jess, es más no quiero verte nunca más —le dije dando otro paso atrás.— Ya no quiero salir contigo, hemos terminado lo que sea que esto entre tú y yo fuera.

—Es porque la rarita esa regresó, ¿verdad?

El que hablara de esa manera de Clarissa hizo que me hirviera la sangre.

—Eso no te importa Jess, ahora vete y déjame en paz —dije tratando de dar media vuelta, pero ella no me dejó.

—Ella tiene a otro y ya no te quiere.

—Ya te dije que Clarissa no tiene nada que ver en esto.

—Es como si te hubiera embrujado, Daniel. ¿Es que no lo ves?

—¡Qué ella no tiene nada que ver! —dije casi gritando.

Jess abrió los ojos sorprendida. Dio un paso adelante, yo retrocedí uno más.

—Vete Jess y déjame solo, por favor.

—No me voy a ir...

—Jess, no te quiero.

—Pero yo te amo y tengo amor suficiente para ambos.

—No me amas, jamás lo hiciste. Sólo tienes esta competencia idiota con Clarissa.

—Siempre ha sido solo ella, ¿verdad? —Jess me empujó con ambas manos, haciéndome perder un poco el equilibrio.— ¿Por qué no me lo dijiste?

—Ella se había ido, Jess. Ella no estaba y, ¿Qué querías que hiciera, que me quedara solo? —Sonreí despectivamente— Tú solo fuiste una herramienta, justo como yo lo fui para ti. Así que no metas a Clarissa en esto.

—Eres un maldito desgraciado —me dijo con la voz cargada de odio y veneno.

—Lo sé, ¿no crees que he aprendido bien?

—Púdrete Daniel —dijo mientras me daba una bofetada.

Jess pegaba fuerte. Pero ella no había acabado.

—Le diré a Clarissa el tipo de idiota que eres, ella sabrá todo —comenzó a reír histéricamente.— Seguramente ella tiene la idea de que eres puro y casto como ella, pues le romperé sus sueños contándole lo delicioso que la pasamos hace unas noches...

—No te atrevas a hablar con ella.

—Jódete Daniel —dijo alejándose un poco.— Para tu mala suerte, no tienes poder sobre lo que yo haga. Que suerte que nunca te quise.

En ese momento, Jess dio media vuelta y echó a correr rumbo a la casa de Clarissa. Yo me lancé tras ella, dispuesto a alcanzarla. Pero no lo logro y entonces veo caminar a Clary por la misma acera que nosotros, va totalmente despreocupada y escuchando música.

Jess llega hasta ella, gritando como loca y asustando a toda persona con la que se cruza. La toma del brazo, obligándola a detenerse. Clarissa luce por completo desconcertada al momento en que llego.

—Rarita, necesito hablar contigo —dice Jess sonriendo mientras me mira.

Clarissa me volteó a ver, se notaba que no entendía nada y además, sé que se dio cuenta de lo nervioso que estaba yo. Como no le pude decir nada, se giró hacia Jess, arqueó una ceja, algo que la otra tomó como señal de que debía hablar.

—Daniel... —no sé de donde salió mi atrevimiento, pero le sellé la boca con mi mano, pero ella me pateó y el dolor hizo que la liberara unos valiosos segundos que ella aprovechó.— Daniel y yo hicimos el amor hace dos noches, y ahora que obtuvo lo que quiso conmigo...lo quiere tener de ti.

Clarissa me dirigió su mirada una vez más, interrogando. Cuando vio la confirmación de lo que le había dicho Jess, cerró un momento los ojos, soltó un jadeo y una sola lagrima corrió por su mejilla. Cuando abrió los ojos, vi tal desesperanza y decepción en ellos que supe que todo se había terminado para nosotros. Incluso antes de que saliera corriendo, sin que yo pudiera hacer nada.

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