Segunda Oportunidad (Y te vi...2) [Editando]

Capítulo 7

Clarissa

Bueno, no había sido tan difícil. Le dije todo, al final no podía verlo. No quería que sintiera que lo culpaba o que le reclamaría algo. Eso no era correcto ni lo que sentía en mi corazón. Vi que terminaba el partido y di gracias al cielo. Así podría irme, en ese momento llegó una pregunta rara de parte de él.

—¿Tendrás problemas con tu novio por ser mi amiga?

Volteé a verlo, honestamente no entendí la pregunta. ¿Por qué tendría problemas con Ian solo por tenerlo como amigo?

—No —le dije sonriendo, Chris me hacía señas de que me acercara, después dije algo aún más raro que lo que había dicho él.— No te preocupes Daniel, Ian sabe que somos amigos. Mejor preocúpate porque Jess no tenga problemas con eso, creo que es celosa. Debo irme.

¿Por qué demonios meter a Jess cuando él no me había dicho nada de que estuviera con ella? Ahora seguro pensaría que estoy celosa o algo así. Llegué hasta Chris y lo abracé. No me importó su sudor, ni lo sucio que estuviera. No había sido una buena amiga y eso debía cambiar.

—Te vi hablando con Daniel...

—Ahora somos amigos Chris, no pasa nada.

—¿Podrás ser solo su amiga?

Levanté la cabeza para poder ver a mi amigo a los ojos. Como tampoco entendí de qué iba esta pregunta, tan solo asentí. ¿Por qué no podría ser su amiga?

—¿Nos vamos o debes hacer algo más, Chris?

—Vámonos niña corazón de pollo...

Lo tomé del brazo sonriendo y caminamos rumbo a mi casa. En el camino nos topamos a Ian que caminaba apurado hacia el campo. Se detuvo al vernos. Arqueó una ceja al ver como sujetaba a Chris.

—Yo puedo llevar a Clarissa a casa, así llegarás más temprano a ver a tu novia, Christian.

La verdad es que no me gustó el tono en el que lo dijo, pero Chris, presintiendo que habría problemas, prefirió no agravarlos.

—De acuerdo Ian, nos vemos mañana rojis —dijo dándome un beso en la mejilla.

Vi como se marchaba Christian y enfrenté a Ian.

—¿Qué ocurre contigo?

—Nada, te llevaré a casa.

—¿Por qué te portaste así con Christian

Ian suspiró y me miró como si mirara a un niño rebelde.

—¿Te gustaría que yo sujetara a alguna de mis amigas de la manera en que tú sujetabas a Christian?

—Ya te dije que puedes hacer lo que sea que te haga feliz —le dije cansada del tema. ¿Por qué no podía entender que Chris y yo solo somos amigos?

—Pero es que eso no me haría feliz, porque solo quiero estar contigo y solo quiero que tú me sujetes así.

Ian tomó mi cara entre sus manos y pegó su frente a la mía.

—Entiende que solo soy tuyo, te amo Clarissa, a ti y solo a ti.

Eso ya lo sabía, incluso me lo repetía a diario. Lo que no sabía es por qué no entendía que yo podía tener amigos y que eso no era nada en contra de él. Es como si no confiara en mí.

—Ian, lo sé...yo también te amo, pero debes entender que tengo amigos y que tú también puedes tener amigas, no es nada malo.

—No quiero a nadie más cariño, solo a ti.

Ian me abrazó y así, de esta manera, me llevó a casa. Ojalá no hubiera más problemas de este tipo. Porque mañana tenía mi junta de escritura, no podía fallarles una vez más a mi grupo. Seguro que ninguno se sentiría contento conmigo si lo hacía.