Sigue narrando Anya:
.
.
.-Quédate... por favor... -susurré tan bajo que creo que ni siquiera me escuchó. Mi corazón latía con fuerza mientras ocultaba mi rostro sonrojado en su espalda.
-¿Quieres que me quede, Anya? (¡Qué emoción! Por favooor, di que síiiii). -preguntó con una mezcla de sorpresa y alegría. Reí bajamente al leer su pensamiento, y asentí.
-Sí. Quiero... que te quedes conmigo esta noche. -susurré ya que me daba penita decir eso, que inconscientemente hice un puchero. Muy innecesario, pero me moría de la vergüenza.
-Yo... también quiero... -se dio la vuelta para quedar de frente y con sus manos tomó mi rostro- no te incomoda? Quieres que... duerma contigo? O sino duermo en el sofá. Para mí no hay problema, y no te sentirás sola. O también...
Me dio tanta ternura que tartamudee ideas y se veía muy sonrojado y nervioso. Lo callé con un beso, que eso lo hizo calmar y tranquilizarse. Me sujetó firmemente de la cintura y me correspondió.
Luego de unos segundos nos separamos para tomar aire y de la nada me empezé a reír.-De que te ríes? -preguntó curioso.
-Me rió de lo nervioso que estas por la idea de pasar la noche conmigo. -sonreí- No me incomoda estar contigo y... si quiero dormir contigo pero es que... Aaa me da vergüenza pedirtelo y pensar que me vas a rechazar! Y quedar como una tonta y sus locas ideas.
-No tengas vergüenza, no tendrías que tenerla conmigo. Y tampoco pienses que te voy a rechazarte. Para ser sincero... a mi me daría vergüenza habértelo pedido, la verdad nose que me pasa. Solo me pongo así... cuando estoy contigo.
Era tanta la emoción que tenía por sus palabras que lo abracé, era lo más reconfortante que necesitaba en ese momento. El contacto de mi cuerpo con el suyo, era lo reconfortante.
Le pedí que fuéramos a la cama y nos quedamos como tontos viéndola.-Ehh, es muy grande la cama. ¿Y siii yo duermo en la izquierda y tu en la derecha? -sugerí tímidamente.
-Me parece bien... -contestó.
Nos acostamos cada uno por su lado, yo en la izquierda y él en la derecha. Nos quedamos viendo el techo boca arriba, con un silencio que no era incómodo para nada que lo era.
Me levanté un poquito para taparme con las sábanas de seda que había ahí.Quería seguir hablando con él, pero él sueño me ganaba. Justo ahora cuando lo tengo a centímetros de mí!
-Bueno... buenas noches Anya, que descanses bien. -exclamó Damian dándome la espalda y tapándose también con las sábanas.
-Buenas noches, Damian... te amo. (POQUE DIJE ESOO, MUY INNECESARIO DE TU PARTE ANYA, MUY INNECESARIO!) -la vergüenza otra vez se presentó frente a mí, y me tapaba la cara con manos.
Sentía las mejillas arder y ahogaba un grito que iba a soltar en cualquier momento.
Mire a mi costado y vi a Damian acercase a mi rostro para luego besarme tiernamente, le correspondí al instante y me deje llevar por ese mágico momento.
Me soltó suavemente manteniendo su pícara sonrisa en su cara.-Yo también te amo, te amo más que a nada en este mundo Anya, ¿lo sabias? -me susurro tan dulce que sentía mi corazón derretirse. Negué con la cabeza y el mantuvo su sonrisa- Pues ahora lo sabes. Buenas noches.
Se dio la vuelta para quedar de espaldas nuevamente a mí, no me desagraba que este así. Pero un deseo muy profundo de mi ser, quería que él me abrazara.

ESTÁS LEYENDO
Déjame sanar tu corazón~
Romance"El amor nos impulsa a superar nuestros límites" Una frase Muchos significados Significados que descubrirás en esta historia... En un rincón del mundo, dos jóvenes, Damian Desmond y Anya Forger, estaban destinados a encontrarse. Damian, un chico bri...