Me desperté y saqué el pie de Jenna que estaba en mi cara. Estábamos las tres desparramadas por el living de mi departamento ya que la noche anterior nos habíamos quedado dormidas ahí. En silencio me dirigí a la cocina y puse agua a calentar para prepara el desayuno. Hoy era ese día de la semana que tanto solía esperar. Era sábado, y para ser sincera, estaba ansiosa por tener mi momento, después de la semana que tuve, en verdad lo necesitaba.
Escuché unos pasos y volteé hacia la puerta. Jenna estaba parada con cara de dormida y despeinada, guió su mirada hacia donde yo estaba preparando el desayuno y sonrió.
-Veo que dormiste bien- dije al ver su cara de descansada.
-Sí, siempre te dije que tu sillón era muy cómodo- dijo riendo bajito.
-Decímelo a mí que me quedo dormida cada dos por tres...
Hubo un momento de silencio en el que yo continué haciendo la comida y Jenna tomó un aire de pensativa.
-¿Te puedo hacer una pregunta?- Jenna habló después de unos minutos.
-Lo que quieras.
-Se que no te gusta hablar mucho del tema, pero con April no me sirve hablar, es muy entusiasta con todo...
-Hey! No te preocupes, ¿Qué pasa?- dije tomando una postura comprensiva.
-Está este chico del trabajo- empezó a decir despacio- me está empezando a gustar y creo que yo le gusto a él. Hasta hemos ido un par de veces a almorzar juntos
-¿Y cuál es el problema?- dije sin terminar de entender.
-Nuca intenta organizar nada fuera del horario del trabajo- soltó de repente preocupada.
-Eso no significa nada- dije intentando encontrar una forma de hacer que se sintiera mejor.
-Capaz que solo me ve como alguien para pasar el rato, algo con distraerse, nada serio- dijo cada vez más despacio mostrando su preocupación.
-Hey, Jen! No hace falta que te preocupes por eso- dije intentando animarla- Sos una persona genial! No hace falta aclarar nada para que te tomen en serio. Si él no se da cuenta de eso, se lo pierde, y si llegara a ser así, no se merece tu preocupación.
-Gracias. Sos genial en momentos así- dijo mostrando un pequeña sonrisa.
Seguimos hablando un rato más y cuando April se despertó desayunamos las tres. Luego de un rato, pude notar que Jenna estaba más animada. No soy la mejor consejera del mundo, y menos en estos temas, pero esperaba que lo que le había dicho le sirviera de algo, aunque sea para sentirse mejor. Sé que soy irritable, sé que a veces tengo contestaciones malas, sé que no tengo el mejor humor del mundo, pero cuando se trata de mis amigas, no me importa nada. Las quiero. Me preocupo por ellas. No me gusta verlas mal y haría cualquier cosa para ayudar a que se sientan mejor. No me importa si tengo que hablar de ese tema que tanto intento evadir. Si ellas se sienten bien desahogándose conmigo, que lo hagan. Lo único que espero es que no estén esperando una gran respuesta de mi parte, con gran cantidad de buenos consejos porque, eso, es algo que no puedo hacer. No sirvo para ese tipo de cosas, por más que lo intente.
Después de almorzar unas rápidas hamburguesas, April y Jenna, se fueron. Sabían que era sábado y que si no se iban solas, cerca de las 3, las echaría yo. No me perdía mi tiempo especial por nada, y agradecía, intensamente, que ellas me entendieran.
Me di una ducha rápida, me puse mi jean favorito con mi buzo favorito y mis nuevas converse. Amaba vestirme así, para mí no había nada más cómodo. Sequé un poco mi cabello, para no tomar frío, me abrigué y salí. Era un día hermoso, pero uno de esos que solo a mi me parece hermoso. En el cielo había grandes nubes grises tapando el sol y corría un viento frío, pero estos días los amaba y solo se podría poner mejor si se largaba a llover. Me encantaba leer con el ruido de la lluvia y de a ratos observar las gotas de agua desde la ventana del café.
Me apuré un poco, era tarde, aunque eso era lo que menos importaba, definitivamente, se acercaba una tormenta y lo que menos quería era mojarme. Como soy yo, y yo no puedo estar sin que me pase nada, cuando faltaban solo dos cuadras y media, comenzaron a caer las primeras gotas. Por suerte, como eran las primeras, no era mucho, pero para cuando terminé de entrar en el café, la lluvia ya se había apropiado, oficialmente, de nuestro cielo.
-Como llueve!- exclamé al pasar por al lado de Brooklyn y sonreí en forma de saludo
-Terrible! Y escuché que está anunciado este clima para hoy y mañana...
- Nada mejor para leer un buen libro con un chocolate caliente y quedarse en casa- dije mientras caminaba de espaldas a mi mesa.
-Nosotras sí que entendemos para que se crearon días como este!- dijo sonriendo
-Por supuesto!
Luego de esa frase, automáticamente giré mientras seguía avanzando. Me llamó la atención ver que Brooklyn no se pusiera a preparar el chocolate, pero más me llamó la atención ver a una persona sentada en mi mesa.
-Emma, hola!
Este solo por hoy, no llegue a escribir mas. Mañana la sigo! No se olviden de dejar sus opiniones. Gracias!!
DreamGirl3398
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Afraid to love
Romance"Por miedo a llorar después, perdemos la voluntad de sonreír ahora." Paulo Coelho. Ella estaba asustada del amor. Eso la aterraba entonces lo empujó a él fuera de su vida. No era miedo a enamorarse. Era miedo a hacerlo de la persona incorrecta. Es...