Capitulo 8:

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Giré y al ver mi mesa me congelé. No podía ser él, no me podía pasar esto de nuevo. El chico volteó, y al verme con esos ojos azules, creí estar alucinando. Sí, era él, de eso ya no tenía duda. Easton estaba sentado en la mesa. Cuando logré desconectar mi mirada de él me encontré que la mesa no estaba vacía, sobre ella había dos tasas. No sé que contenían, no sé cual era su intención, pero él solo se limito a decir algo que tampoco esperaba.

-Emma, hola!- dijo manteniendo su sonrisa- Empezaba a creer que por la lluvia no vendrías...

-¿Cómo sabías que iba a venir?- pregunté confundida.

-Llevo un buen rato por la zona- dijo con un deje de misterio.

-¿Cuánto?- pregunté intentando indagar más.

-El suficiente como para verte venir los sábados por la tarde y saber que tomas.

Y ahí estaba su perfecta sonrisa de nuevo. Giré un poco asustada para mirar a Brooklyn y ella me hizo una seña de que estaba bien y que no tenía que preocuparme.

-Sé que parece raro- dijo cuando vio mi cara nuevamente- pero solo quería hablar con vos.

-¿Y eso a qué se debe?- dije moviéndome lentamente para sentarme del otro lado de la mesa. Él sonrió.

-Tenía intriga sobre la chica que viene todos los sábados y se aísla en la mesa de la esquina- dijo mostrando, por primera vez, una sonrisa tímida.

Dios! Si ya creía que su sonrisa era perfecta, esta la supera. No podía entender cómo era posible que pudiera sonreír así. Parecía un chico bueno, por lo tanto, en vez de gritar o correr como una loca (cosa que haría porque soy bastante perseguida), respiré profundo y me preparé para indagar un poco más e intentar conocer al morocho de ojos azules.

-¿Cómo...?- no fui capaz de terminar de hablar ya que él me cortó.

-Yo también vengo los sábados, pero más temprano, y siempre te veo venir- hubo un momento de silencio en el que lo escañé con la mirada- Lo que pasa es que nunca me ves porque estas muy concentrada con tus libros...

-Eso es verdad- dijo Brooklyn de repente y yo la miré mas confundida todavía- Perdón, pero estamos solos y se escucha- y colorada se dirigió hacia la cocina.

Easton se quedó serio. Era raro verlo así ya que todas las veces que me crucé con él estaba sonriendo. Mantuve la mirada fija en él mientras pensaba que podía hacer y las opciones que tenía. Era lindo, parecía buen chico, tenía un aire de persona divertida y lo más importante de todo es que parecía que podíamos ser amigos. Nadie estaba diciendo que teníamos que ser más que eso. Solo amigos.

-Así que, Easton... Te gusta leer, ¿No?- dije intentando conocerlo más.

-Si- dijo con una risa suave- igual que a vos...- miró el libro que tenia entre las manos.

-Es mi vocación- conteste sonriendo.

-Me siento igual. Me di cuenta cuando tenía 12 años. Me acuerdo que entraba al cuarto de mi hermana y analizaba su biblioteca intentando encontrar un libro que me pudiese gustar- tenía un gesto de nostalgia.

-Tenés una hermana?

-Y un hermano. Holly de 26 y Colton de 22.

-Entonces sos el del medio- dije asintiendo mientras absorbía como esponja toda la información que pudiese dar sobre si.

-Soy en el que nadie se fija- dijo alzando los hombros para restarle importancia.

-Sos el que debe tener la mayor libertad y el menor peso.

-Y eso, ¿por qué?

-En casa somos solo mi hermano Kenneth y yo- comencé a explicar- El más grande, se lleva todas las miradas y expectativas por ser el primero, y el último, se lleva todas las miradas de precaución y también es observado por todos por ser el más chico y necesitar control. En mi opinión, el mejor lugar lo tiene el del medio. En ese caso hay uno más grande, que carga con las expectativas y las primeras experiencias, uno más chico, en el que fijan todas las miradas, y el del medio, no carga con ninguna de esas cuestiones, por lo tanto es libre de vivir su vida sin tener a alguien constantemente encima pisándote los talones.

-Me dejaste sin palabras- dijo mirándome con la boca entreabierta y un amago de sonrisa.

-Capaz que no es así pero esa es mi opinión y, hasta que vea algo que demuestre lo contrario o que venga alguien a decirme que me equivoqué, la voy a mantener.

-Yo no voy a ser el que te contradiga. Puede ser que tengas un poco de razón. Te lo digo desde el lugar del hermano del medio - me sonrió y guiñó un ojo. Yo le devolví la sonrisa.

Me parecía entretenido pasar el tiempo con él. No soy de hablar mucho, más bien soy de esas chicas de pocas palabras, pero me di cuenta que, con Easton, ese no era el caso. Hablaba tranquilamente, no teníamos dificultad para encontrar un tema ya que una cosa nos llevaba a la otra, y lo más importante de todo, el tiempo que hablamos, no me aburrí ni sentí necesidad de irme, es más, no quería irme.



En un rato sigo! Espero que les guste...


DreamGirl3398

Afraid to loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora