-No puedo creer que me trajeras acá- dije mirando la decoración del restaurante.
-¿Qué tiene de malo?- preguntó confuso.
-Nada, solo que comer sushi sale medio caro- dije pensando en cuando tuviese que pagar mi parte.
-No te preocupes por eso!- dijo posando su mano sobre la mía que descansaba en la mesa- Es lindo darse algún gusto de vez en cuando.Y ahí estaba, esa sonrisa que tanto me gustaba y que solo pertenecía a él. Tenía una mirada tierna y tranquila, como si pudiese entender lo que les pasaba a los demás con solo mirarlos. Eso me gustaba, sentía que él era capaz de entenderme sin tener que esforzarme en explicarme.
Se quedó en silencio mirándome fijamente y en ese momento me di cuenta de que me estaba hablando y me había hecho una pregunta.-Perdón, me perdí en mi misma, ¿Qué dijiste? - pregunté un poco roja por la vergüenza.
-No importa- soltó una risita bajita- Me di cuenta que te pasa seguido, entonces cuando lo noté te dejé.
-Si, soy de esas personas que piensan mucho. Mi cabeza nunca para, suelo ponerme a pensar y me sumerjo cada vez más y no salgo. Creo que el vivir sola lo empeoró- dije haciendo una cara rara y sonriendo.
-Es bueno que hagas eso...
-¿Qué?- lo mire confundida.
-Es la prueba de que pensas y, pensar, definitivamente es bueno, mantiene la mente activa. Aparte, entre nos- se inclinó sobre la mesa- por como esta el mundo hoy en día, si tenes algo en que pensar, ya demuestra que sos inteligente- dijo guiñando un ojo y volviendo para atrás en su lugar.Gran parte de la noche siguió así. El mesero nos trajo lo que Easton había pedido, para compartir entre los dos, y ahí fue cuando comenzó el verdadero entretenimiento. Ninguno de los dos sabía comer muy bien con los palitos, no era una comida usual para ninguno, por lo tanto, no faltaron los momentos en los que, a alguno de los dos, se nos cayera el rol dentro de la salsa de soja o se nos desarmara a mitad de camino entre el plato y nuestras bocas.
-Dios! Eso sí fue gracioso- dije con el poco aire que había en mis pulmones debido a la risa.
-Porque no te pasó a vos!- dijo haciéndose el concentrado e intentando aguantar la risa.No se cómo ni por qué pero, su último rol, había terminado dentro de su vaso. Como ya lo dije, me perdí el momento en que ambas partes se acercaron, pero vi justo como caía el rollo de arroz y atún dentro del agua.
Creo que en algún momento la situación lo superó porque, a los pocos minutos, estábamos los dos descostillandonos de la risa. Esa noche lloré de la risa, era algo que hacia un par de meses que no pasaba, estaba muy estresada con el trabajo, pero esa noche logré relajarme. Fue una de las mejores que tuve.
Easton se excusó para ir al baño y yo lo esperé sentada. Era raro usualmente la que va al baño es la chica, pero hay excepciones para todo, ¿no?.-¿Vamos?-preguntó Easton parado a mi lado- Capaz que con el postre nos va mejor- dijo riendo.
-Claro!- dije tomando la mano que extendía hacia mi- Pero ¿no tenemos que pagar antes de irnos?- pregunté confundida cuando vi que nos dirigía a la puerta.
- Ya lo hice- dije sonriendo y cediendome el paso para que salga.
-¿Qué? Pero yo no pagué mi parte.
-No, la pagué yo. Fue mi idea venir acá, aparte yo te invité.Easton guiñó un ojo y me tendió el casco. Luego de tomar este último y ponerlo sobre mi cabeza, me subí en la moto y, nuevamente, me sujete de él. Nos condujo hacia una heladería que se encontraba en el centro frente a un parque. Me dijo que bajará y que vaya pidiendo los helados, mientras el terminaba de acomodar su vehiculo, así no tomaba frío.
Al entrar en la heladería, lo tomé como una oportunidad, el pagó la cena y yo iba a pagar el postre.
No soy de esas mujeres que insisten en tener la libertad de pagar siempre para mostrar que tienen el mismo valor que un hombre, pero no me parecía justo que el pagué todo, más siendo que es nuestra primer salida y nada mas somos amigos. Si, solo amigos, tenia que acordarme de repetirmelo lo que quedaba de la noche.
Compré dos cuartos con tres sabores distintos cada uno. Nunca lo terminaba, pero ahora era lo más cómodo que había para comer. Easton entró cuando yo me estaba dando vuelta para buscar una mesa.-Que rápido hiciste! Esperame que voy a pagar y vengo- dijo y antes de que se alejara le hablé.
-No hace falta, ya pagué yo- dije triunfante y comencé a caminar buscando una mesa.
-Se quedó congelado por unos segundos, pero e cuanto reaccionó vino detrás de mí- Te ayudo- dijo tomando uno de los potes y caminando a mi lado- ¿Allá te gusta?- dijo señalando la mesa del fondo al lado de la ventana.
-Si - dije en voz baja. Era justo el lugar al que me dirigía.Como todo un caballero, corrió la silla para que pudiera sentarme y luego él me copió. No nos quedamos mucho tiempo, era tarde y los dos teníamos que trabajar así que, apenas terminamos el helado, nos fuimos.
-La pasé muy bien, gracias- dije parada en frente de él, ya en la puerta de mi casa.
-Yo también, y seguiría si mañana no tuviese que trabajar - dijo mirando fijo a mis ojos.
- Yo tambien- contesté antes de poder frenar mis palabras.Él puso un mechón de pelo detrás de mí oreja y yo ya me había imaginado como podía terminar aquello. Por décima vez, aquella noche, me repetí mentalmente que solo éramos amigos, y con un gran esfuerzo de mi parte, di un paso atrás cuando el se acercó.
-Perdón, pero no puedo- dije alejándome cada vez más de él- Adiós.
Ese instante fue la ultima vez que lo vi aquella noche. En el momento en que me fui, no volví a mirar hacia atrás, no volví a mirar a Easton. Ese Easton que se había quedado parado sólo en la vereda, mirando confundido como me alejaba de él.
Nuevo capítulo! Espero que les guste! No se olviden de comentar que les parece. Graciass
DreamGirl33
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Afraid to love
Romance"Por miedo a llorar después, perdemos la voluntad de sonreír ahora." Paulo Coelho. Ella estaba asustada del amor. Eso la aterraba entonces lo empujó a él fuera de su vida. No era miedo a enamorarse. Era miedo a hacerlo de la persona incorrecta. Es...