𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗩𝗘𝗜𝗡𝗧𝗜𝗖𝗨𝗔𝗧𝗥𝗢 | 𝗗𝗘𝗦𝗣𝗨𝗘𝗦

425 94 99
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







Había una ligereza recorriendo tu cuerpo, un tipo de calma tibia que te mantenía tumbada sobre la cama sin ninguna intención de moverte.

El ambiente en la habitación se había refrescado de alguna manera, tal vez por la brisa marina que se colaba a través de la ventana entreabierta o por el sutil perfume de las sábanas. El aire tenía ese frescor matutino que hacía todo aún más cómodo, envolviéndote en una sensación de paz difícil de abandonar.

El frío, en lugar de molestarte, te invitaba a acurrucarte más en la suavidad del colchón. Te abrazaste a la manta con pereza, sintiendo el calor atrapado entre las sábanas, demasiado a gusto como para querer salir.

Sin embargo, parecía que no todos compartían ese mismo deseo.

El sonido de pequeñas patas golpeando el suelo a toda velocidad fue lo único que alcanzaste a procesar antes de sentir un peso repentino sobre la cama. Un torbellino de energía peluda se lanzó sobre ti sin previo aviso, seguido de un sinfín de lametones húmedos y entusiastas en tu rostro.

—¡Lucky! — protestaste con una risa ahogada, tratando de cubrirte con la manta mientras el pequeño cocker spaniel movía su cola con emoción, encantado con su travesura matutina, pero el cachorro no tenía intención de detenerse.

Se removió con alegría, empujando su hocico contra tu mejilla y dándote pequeños lengüetazos entre ladridos juguetones, decidido a que te despertaras de una vez por todas.

Rendida ante su insistencia, soltaste un suspiro y llevaste las manos a su suave pelaje, rascándole detrás de las orejas mientras Lucky se acomodaba felizmente sobre tu pecho, disfrutando de la atención que había reclamado. Poco a poco, empezaste a abrir los ojos hasta que finalmente pudiste percibir el techo de tu habitación.

Habías dormido plácidamente y aún estabas algo atónita por el sueño que habías tenido. Tus mejillas se tiñeron de carmín cuando lo recordaste de una forma tan vivida. Tu corazón latió con fuerza al recordar los labios de Shoto sobre tu piel, sus manos grandes y ásperas acariciando cada centímetro de tu cuerpo y el placer tan abrumador que te hizo estallar de la mejor forma posible.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

❝𝐅𝐈𝐑𝐄 𝐎𝐍 𝐅𝐈𝐑𝐄❞        𝘁𝗼𝗱𝗼𝗿𝗼𝗸𝗶 𝘀𝗵𝗼𝘁𝗼̄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora