T2 - 13 장 🌓

153 12 9
                                        

Salgo de la habitación con pasos medidos sintiendo todavía el peso de su tacto en mi piel, como sombra que se niega a dispersarse.

El pasillo es silencioso. Solo se escuchan mis latidos y el eco de mis pasos dirigiéndose hacia el despacho.

Cuando cruzo la puerta, él se está sentado detrás de su escritorio, con la tranquilidad de alguien que siempre está un paso delante. Su postura es relajada, casi indiferente, pero sé que nada en él es casual.

No ha encendido las luces del todo, solo una lámpara tenue que ilumina la estancia, proyectando sombras en las paredes.

No me ofrece cortesías innecesarias.

No pregunta por qué su hijo estaba en mi habitación.

Simplemente me observa, tranquilo, con la paciencia de alguien que sabe que el tiempo juega a su favor.

—Mi hijo ha estado más inquieto últimamente —comenta, con la voz tan serena que parece ofensiva.

Me quedo en silencio.

Él ladea la cabeza, como si analizara cada una de mis reacciones.

—No lo estoy provocando —digo con firmeza.

El deja escapar una leve exhalación, como si mi respuesta le pareciera obvia.

—Eso no es lo que dije.

Miro hacia un punto fijo en la pared, buscando una forma de plantear lo que vengo a decirle, lo que tengo en mente desde hace mucho.

—Si esto sigue así... si recupera la memoria nada será como antes —respiro hondo—. Deje me ir.

El no reacciona de inmediato.

Él no parece sorprendido por mis palabras.

—¿Irte?

Luego se inclina ligeramente hacia adelante, apoyando los codos en el escritorio.

—Sí. Si sigo a su lado el seguirá insistiendo, seguirá cuestionando...  déjeme irme antes que recuerde, antes vuelva a empezar todo otra vez.

Lo digo con cuidado, esperando su reacción.

—¿Eso crees? —pregunta con una calma impenetrable.

Me esfuerzo por mantener la compostura.

—Si desapareces, solo alimentaras su curiosidad —dice en un tono que me eriza la piel—. Lo harás preguntarse por qué. No se detendrá hasta encontrarte.

Mis manos se tensan.

—Cuando ocurrió lo del accidente, quise alejarte —confiesa, observándome con su mirada calculadora—. Pensé que sería lo mejor que ya no estuvieras, para que no recordará

—¿Y entonces porque no lo hizo?

—Cuando vi que no recordaba nada, me tranquilicé. Pero no del todo.

—Existe una posibilidad alta de que recuerde. Tal vez no mañana, pero si siente que le falta si hay una ausencia que no logra explicar... buscará respuestas y la frustración solo forzaría a su mente a trabajar más. Hubiera puesto a un lado sus prioridades, su futuro.

Mi cuerpo se tensa.

—Y si él hubiera despertado recordándolo todo y no te encontraba...—continúa, con voz pausada—, ¿Qué crees que hubiera pasado?

No necesito responder. Lo sé, habría ido a buscarme sin importarle nada.

Un escalofrió recorre mi espalda.

¿𝓐 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓷 𝓹𝓻𝓮𝓯𝓲𝓮𝓻𝓮𝓼? -𝓙𝓚  ☯︎ [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora