¿𝓐 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓷 𝓹𝓻𝓮𝓯𝓲𝓮𝓻𝓮𝓼? -𝓙𝓚 ☯︎ [TERMINADO]

T2 - 12 장 🌓

El contacto es cálido, pero se siente frio en mi piel.
Es un error, un eco de algo que no debe volver a suceder.

El beso dura apenas un instante, pero es suficiente para encender todas las alarmas dentro de mí.

Lo aparto de inmediato, con la respiración agitada sin atreverme a mirarlo a los ojos.

Él se separa apenas unos centímetros, respirando entrecortado.

—No vuelvas a hacer eso —mi voz es firme, pero tiembla ligeramente.

El parpadea casi sorprendido, pero no retrocede del todo.

—¿Por qué me alejas? —su tono es bajo, ronco—. ¿Lo sentiste?

Aprieto los puños y doy un paso hacia atrás.

—No —negó sin titubear.

Es una mentira descarada.

Se queda inmóvil, como si intentara procesar lo que acaba de pasar. Un instante después su expresión cambia, sus labios se curvan apenas en una sonrisa incrédula pero sus ojos brillan peligrosamente.

—¿Por qué me mientes?

Su voz tiene un tono de reproche y cansancio.

No respondo, no puedo.

Me giro para marcharme, pero antes de dar un paso, siento su mano atrapando la mía. Es un agarre, no lo suficiente para lastimarme, pero sí para detenerme.

—Suéltame ¿Qué haces? —tiro de mi mano con suavidad, pero él no me suelta.

—No hasta que digas la verdad.

Lo miro y puedo ver la necesidad de una respuesta, pero no cualquiera si no la respuesta que quiere oír.

Antes de que pueda reaccionar, tira de mi con un movimiento preciso, acercándome lo suficiente para sentir el calor de su cuerpo.

—Si es verdad lo que dices, entonces dime.. porque no puedes mírame como si fuera cualquier extraño.

Mi aliento se atasca en mi garganta.

 ―¿Por qué en tu mirada sigue habiendo algo?

Él se inclina, su otra mano sube lentamente hasta rozar mi mandíbula. Su toque es delicado, como si estuviera explorando algo que ha olvidado pero que de alguna forma aún reconoce.

—No... —mi voz sale como susurro, mi cuerpo me traiciona y siento que pierdo el control.

Y creo que él lo nota.

Sus labios vuelven a rozan los míos en un beso lento, calculado, distinto al primero. No es impulsivo, es una prueba un intento de encontrar algo en mí, despertar un recuerdo que aún no puede alcanzar y por un segundo casi cedo.

Con todas mis fuerzas, me aparto.

—Basta —mi tono es fuerte más de lo que esperaba.

El me suelta, pero no se aparta. Sus ojos recorren mi rostro y se detiene en mis labios.

Y es en este momento que confirmo que no va a detenerse.

Porque ahora más que nunca, está convencido de que la respuesta que busca esta en mí.

El aire se volvió espeso cuando de nuevo vuelve a atraparme, tomó mi mano con una suavidad engañosa, guiándola con determinación hasta su cintura.

Su intención era clara: quería que lo abrazara, que mi cuerpo respondiera como si hubiera un vínculo entre nosotros. Pero no lo había. No podía haberlo.