¿𝓐 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓷 𝓹𝓻𝓮𝓯𝓲𝓮𝓻𝓮𝓼? -𝓙𝓚 ☯︎ [TERMINADO]

T2 - 19 장 🌓

El sonido de la lluvia contra el cristal de la cafetería era un eco lejano comparado con el latido acelerado de mi pecho. Habían pasado años. Años en los que había intentado convencerse de que no volvería a verlo, aunque una parte de mi sabía que regresaria.

Ayer ya lo vi y no supe controlarme, lo sé bien pero hoy es un día diferente pero aún asi no estoy preparada para volver a verlo por eso me refugio en este lugar porque estoy segura que él está en casa esperándome.

Unos pasos sigilosos se acercan a mí y cuando levantó la mirada, él estaba allí, de pie, con los ojos oscuros fijos en mí, supe que el destino no me daría tregua ni por un día.

Él no estaba sorprendido.

No dudó ni un segundo antes de acercarse, apartando la silla frente a mí con una calma que solo alguien que ha esperado demasiado tiempo podía permitirse. En cambio, yo sentí el aire desaparecer de mis pulmones.

—Así que estabas aquí, te escondías de mí... como de costumbre —dijo él con una media sonrisa, apoyando los codos sobre la mesa.

Su voz tenía un matiz grave, un tono que no recordaba, como si cada palabra estuviera impregnada de algo más que simple nostalgia.

—Claro que no, solo vine. Tomar algo.

Él asintió pero no me creyó ni un poco.

—No pensé que volveríamos a vernos tan pronto.

Él inclinó la cabeza levemente, sus ojos brillando con un matiz indescifrable.

—No había porque esperar. Quería verte y ya no volvería a cometer el error de que te alejes de mí.

Su mano se movió apenas, como si quisiera tocarme, pero se contuvo. Pero no era necesario.

La tensión entre nosotros llenaba cada espacio entre nuestros cuerpos.

Recuerdo lo que hice ayer, yo fui quien cruzo la línea.

—Si es por lo que paso ayer, no sé qué crees que...

—Lo sé... no es necesario que lo digas, sé que ahora esperaré a que tú decidas —Me interrumpió con suavidad, pero con la firmeza de alguien que no iba a dejar que las cosas terminaran diferentes a lo que el quería.

El silencio entre nosotros fue pesado, denso. Aparté la mirada, sintiendo cómo mi garganta se cerraba.

—Entonces… por ahora no hay nada más que hablar —susurró, aunque mi propia voz sonaba temblorosa.

Él sonrió, no con burla, sino con una certeza que me hizo estremecer.

—Lo sé, eso depende de ti. Pero esta vez, si quieres que me aleje, tendrás que hacer algo más que mentirme.

La forma en que lo dijo, con esa devoción oscura y resuelta, me dejó claro algo que ya no tenía control sobre él como antes. Porque esta vez, él estaba dispuesto a arrodillarse ante mi si era necesario… pero no me dejaría ir.

Sentí un escalofrío recorrerme la espalda. No era miedo, no exactamente. Era algo más profundo, más peligroso.

Lo conocía lo suficiente para saber que esa mirada suya, la misma que en el pasado la había observado con confusión y deseo reprimido, ahora tenía algo más.
Determinación.

—No tienes derecho a decirme eso —susurró, sintiendo el peso de mi propia mentira ahogándome.

Él dejó escapar un leve suspiro, como si hubiera esperado esa respuesta. Como si hubiera ensayado este momento tantas veces en su cabeza que nada de lo que dijera pudiera sorprenderlo.