El café frente a nosotras estaba amargo, pero la conversación era hipócritamente dulce.
Haewon me relataba alegremente cómo le iban las prácticas de enfermería mientras yo escuchaba todo con un malestar en el estómago, que sabía que no se debía al café o a que me estuviera hablando sobre que usaban muertos para sus investigaciones.
Me preguntaba, ¿Haewon sabía que Wooyoung fue la tarde anterior a mi apartamento? ¿Haewon sabía que Wooyoung venía todos los sábados por la tarde? La pregunta quería escapar de mis labios, pues seguro que debía intuirlo, pero no sabía si se sentiría capaz de aceptarlo.
Saqué un cigarro con la intención de desestresarme, pero antes de que pudiera sacar el mechero, Haewon me había dado un manotazo para tirarlo al suelo.
—¿Y eso a qué viene? –pregunté, sonando más irritada de lo que me hubiese gustado en realidad.
—¿Sabes lo cancerígeno que es esa mierda, Yuri? No pienso permitir que mi mejor amiga fume, o al menos, no delante mía.
Joder, ¿por qué tenía que portarse tan bien? Todo sería mucho más fácil si ella fuera mala persona, pero Haewon parecía desprender felicidad y buenas vibras.
—¿Sabes? He pensado que podríamos ir un día de estos a la playas, los cinco juntos –siguió hablando como si nada, sin dejar que me hundiera en mis propios pensamientos.
—Haewon, estamos en noviembre –contesté arrugando la nariz con desagrado.
—¡Eso lo hace mejor! A dar un paseo o algo. Últimamente parece que estamos todos a nuestro rollo. San está perdido, tú y Yeosang pasáis el día juntos y Wooyoung tiene la cabeza en otro lado.
Suspiré, ni siquiera sé en qué momento el inseparable grupo de amigos se había desmoronado tanto hasta llegar a ello, pero tenía mucha razón. Con San a penas hablaba por mensaje, y haewon y yo quedábamos cuando teníamos tiempo, que, por decirlo así, era bastante poco.
Parece que sólo nos veíamos los viernes para salir de fiesta, ignorando la inminente catástrofe que podría ocurrir si un día a un Wooyoung pasado de copas se le ocurriera acompañarme a casa.
—Está bien –acepté, porque Haewon no iba a dejar que me negase a su plan propuesto.
Por eso, el viernes siguiente, en vez de prepararnos para salir de fiesta, todos fuimos a la playa, dónde las temperaturas estaban afortunadamente un poco más suavizadas.
—¡He preparado un picnic! –exclamó ella alegre, con una cestita y una enorme manta.
Todos nos colocamos sobre la manta en círculo. Sobraba decir que yo estaba entre Yeosang y San sentada, pero aún con eso, nadie podía negar que había un incómodo silencio entre todos nosotros.
San y Wooyoung hablaron durante unos minutos de baile, Yeosang asentía con la cabeza y Haewon intervenía de vez en cuando, mientras tanto, yo me dedicaba a trazar dibujos en la arena que eran rápidamente borrados por el viento.
Escuché de fondo a Haewon decirle a Wooyoung que estaba raro, él se excusó diciendo que estaba cansado y siguieron hablando. No dije nada y me levanté para irme sola a fumar un cigarro. No noté que Yeosang me había seguido.
—Esto no puede seguir así, Yuri –habló, con rabia en su voz, parecía especialmente enfadado ese día. apretaba los puños a sus costados y su mirada era intensa–. Estoy harto, sois lo único que tengo y parecemos piezas rotas de un puzzle.
—¿Qué quieres que haga? –pregunté con un suspiro, realmente me importaban los sentimientos de Yeosang, probablemente más que los del resto del grupo, pero tampoco sabía cómo manejar esto.
—¡Yo qué sé! Joder, creo que esto no tiene solución –habló dándo vueltas a mi alrededor–. ¿Sabes qué? Dame un cigarro.
Yo reí incrédula, pues Kang Yeosang no era de los que fumaba, pero se lo tendí sin rechistar. Él le dio una calada y tosió, a la tercera lo tuvo dominado y en cinco minutos se lo había terminado.
—Relaja un poco.
—Te lo dije –reí sin gracia–. Ahora, ¿qué quieres que haga para solucionar esto?
—Nada, realmente creo que esto ya no tiene solución, sólo que a veces... me estreso.
No contesté, dejé que se perdiera en sus pensamientos. Me gustaba pasar el rato con Yeosang por el simple hecho de que, por muy diferentes que fuéramos, teníamos eso en común. Nuestra mente era nuestra peor enemiga y necesitábamos perdernos en ella de vez en cuando, pero no sólos.
Yeosang y yo nos sentábamos uno al lado del otro y nos hundíamos en la miseria, en silencio, pero acompañados, y es algo que no todo el mundo estaba dispuesto a hacer.
Para cuando volvimos al picnic, la comida se había llenado de arena y todos tenían una expresión de desagrado en su rostro.
—¿Volvemos al plan de ir de fiesta?
Efectivamente, volvimos a ir de fiesta y nada fue diferente a las semanas anteriores. Traje un chico a mi apartamento y me desperté con mensajes de Wooyoung rogándome que lo perdonase.
Cuando yo me desperté, el chico de la noche anterior se había esfumado, pero mientras le escribía a Wooyung: "Qué dulce, ojalá no estuvieras borracho" no pude evitar fijarme en que había algo en mi encimera.
"He tenido que irme temprano, pero me gustó lo de anoche. Te dejo mi número, por si quieres repetirlo, o quizás... una cita real
-PSH"
Tenía que admitir que el sexo había sido bueno, pero, ¿quería quedar con este chico de nuevo?
ESTÁS LEYENDO
Wɪsʜ ʏᴏᴜ ᴡᴇʀᴇ sᴏʙᴇʀ (ᴊᴜɴɢ ᴡᴏᴏʏᴏᴜɴɢ)
Fanfictionʷⁱˢʰ ʸᵒᵘ ʷᵉʳᵉ ˢᵒᵇᵉʳ|| 𝑬𝒓𝒆𝒔 𝒕𝒂𝒏 𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆, 𝒐𝒋𝒂𝒍𝒂 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒖𝒗𝒊𝒆𝒔𝒆𝒔 𝒃𝒐𝒓𝒓𝒂𝒄𝒉𝒐 ♡︎Jung Wooyoung x Oc ♡︎ Childhood lovers au! ♡︎ Historia totalmente original mia, no se admiten copias y/o adaptaciones sin mi consentimiento ♡...
