Katarina, me llevó a una enorme mansión. Me enseñó una habitación, diciendo que esa iba a ser donde yo dormiría el tiempo que me quedase aquí. Entré para secarme un poco. Estaba lloviendo a cántaros, y cuando terminé bajé, dirigiéndome a donde estaba ella.
- ¿Ya estás lista?
- Si, o eso creo.
- Pues decídete, porque es hora de cenar. ¿Tienes hambre?
En ese preciso instante, mi estómago rugió, con ganas de que lo alimentaran. Pero ese sonido hizo que me pusiera roja de vergüenza y hasta imaginé la cara que tenía que haber puesto. Katarina, al verme y escucharme empezó a reírse.
- ¡OYE! - dije algo molesta.
- Creo que la pregunta ha sido un poco tonta - al terminar la frase, siguió riéndose.
- Pues...Si, la verdad es que estoy hambrienta.
- Tranquila, ahora podrás calmar el apetito todo lo que tú quieras.
Katarina cogió mi mano y tiró de ella para que la siguiera. Unos soldados que custodiaban una puerta, al ver que nos acercábamos, la abrieron dando paso a una enorme sala iluminada por un gran candelabro que colgaba del techo. Había una gran mesa, donde sobre ella, descansaban todo tipo de alimentos. Carne asada, fruta, pescado y el más caro de los vinos. Me sentía cómoda, hasta que...Apoyado en una pared, estaba aquel arrogante, estúpido, idiota (y terminaré sin insultos) humano.
- Así que...Se quedará aquí.
- ¡Exacto! Así que ya puedes tratarla bien.
- Ni de coña.
- ¡No seas maleducado!
- ¿Con ella? Si lo seré.
Después de aquella "mini-conversación" los tres, nos sentamos en la mesa para comenzar a cenar. El silencio que reinaba en la sala era incómodo, no sabía cómo actuar, solo miraba mi plato y la comida de alrededor aunque de reojo podía verle a él, que tenía su mirada puesta en mí, y sus ojos se clavaban como espadas. Katarina dejó los cubiertos apoyados sobre su plato y miró a ambos. Estaba dispuesta a hablar para romper la barrera del silencio.
- Bueno...¿Y cómo es que os conocéis?
- Una desgracia - por sorpresa para mi, aquella frase la pronunciamos los dos.
- Vaya...Desde luego en eso estáis de acuerdo.
- Será lo único - dijo él en tono serio.
- Quién sabe...Quizás en unos días veréis que tenéis más cosas en común.
- Lo dudo.
- Allá tú, luego te quejarás de porque estás tan solo.
- Yo nunca me he quejado.
- Eso dices tú.
- Eso es lo que tú te crees.
- Paso de ti...Bueno...- dijo dirigiéndose a mí - ¿Y qué tal? ¿Te ha gustado la habitación?
-Sí, gracias por ofrecérmela.
- No es nada, no hace falta que lo agradezcas. Lo único que se me ha olvidado comentarte es que...
No me gustaba esa pausa, estaba a punto de decir algo incluso peor que malo.
- Es que...Está al lado de la de-
- ¿¡QUÉ!? ¿No habrás sido capaz? - dijo el chico interrumpiendo a Katarina.
- ¿Qué pasa? Era la única que quedaba libre.
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Y De Repente Tú (Ahri x Talon) - League of Legends Fanfic
Fanfiction¿Se puede ser feliz despues de haber tenido un pasado frío y oscuro? Ahri, dispuesta a cambiar, no contaba con la llegada de un desconocido que cambiará su vida y sus sentimientos para siempre.