Capítulo 40: Una Marca

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Capítulo dedicado a:

StrawyTwo7; disfrútenlo...

El viento sopla con gran ferocidad alborotando mi cabello.

Ya casi es tiempo de partir de regreso a casa pero hay una última cosa que debo hacer. Cubri disimuladamente la venda que aún tengo en mi muñeca, está oculta bajo la manga de mi sweater.

- Ha venido justo a tiempo señorita Black - sonrio Madame Pomfrey en cuanto me vio azomandome por la puerta de la enfermería.

- Supongo - me encogi de hombros.

Entre a la enfermería. Camine hacia el lado de Madame Pomfrey y me senté en la silla libre que había.

- Ahora... Extiende tu brazo - me indicó.

Remangue mi sweater hasta la mitad de mi brazo dejando al descubierto la venda.

- No entiendo porque debí permanecer con esto por 3 días... Ya no siento mi muñeca - me queje haciendo un leve puchero.

- Era importante - dijo calmada - Pero...

- Qué... Digamelo - insistí. La expresión de Madame Pomfrey reflejo cierta preocupación.

- Observa...

Desenredo de a poco la venda en mi muñeca, no entendía su preocupación. Las aspera tela fue retirada por completo haciendo que la flexibilidad volviera.

- No noto ningún cambio - dije moviendo en círculos mi muñeca.

- Me refiero a esto - cogió mi mano y dejó que viera su dorso.

El asombro estaba plasmado en mi rostro. Me levanté abruptamente de la silla haciendo que unas bandejas cayeran al suelo.

"Esto... No era cierto"

- ¿Qué...? - el shock me impedía formular palabra alguna.

"Eso no estaba en mi muñeca, nunca tuve aquella marca"

- Tu cuerpo estaba muy lastimado, es difícil saber en que momento te lastimaste y quedó... Aquella cicatriz - dijo dudosa Madame Pomfrey.

Seguía mirando el dorso de mi mano derecha como sí esperará que desapareciera por sí sólo.

- ¿No... Puede borrarla? - pregunté, tenía una leve esperanza de que eso ocurriera.

- Podría usar un hechizo para desaparecerla, si es una simple cicatriz pues... No habrá ningún problema - sonrio.

Asenti entendiendo la situación. Madame Pomfrey se encargo de mi cicatriz y por arte de magia desapareció, el alivio invadió mi cuerpo.

- Gracias - suspire mientras me sentara de nuevo.

- Recuerda... Luego de un día se verá sí realmente funcionó, sí vuelve a aparecer... Me temo que no podré hacer mucho - me recordó, simplemente asenti sin querer pensar en ello. Aquella cicatriz debía desaparecer.

[...]

- ...eso es tonto.

- Definitivamente.

Los gemelos Weasley seguían hablando en todo el camino a la estación del tren. Alguna que otra de sus ocurrencias me hacían reír pero no me distraian lo suficiente como para alejar mis pensamientos.

El Don De La Hechicera (Harry Potter) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora