El Don De La Hechicera (Harry Potter) #2

Capítulo 38: Calma

Capítulo dedicado a:

_Ana_Bermeo_ ; disfrútenlo...

Maratón 2/3

Los latidos de mi corazón no paraban de resonar en mi caja toráxica. Mi respiración se encontraba entre cortada por todo el trayecto que había corrido.

- ¿Es cierto lo que me está diciendo ahora? - pregunto por segunda vez la persona a quién miraba fijamente.

- Director Dumbledore debe creerme...

Él parecía dudoso ante mis palabras y no era para menos. Le acabó de decir que uno de los profesores que contrato era un impostor.

- No estoy muy seguro señorita Black, yo mismo...

- No lo entiende, el falso profesor Moody planeó todo esto... Él me lo dijo, él nos envió al cementerio... - el recuerdo aún es doloroso por lo que algunas lágrimas se colaron en las esquinas de mis ojos - Si no me cree vealo por usted mismo pero por favor... Salve a Harry y atrape al impostor.

Me acerque al escritorio del director y posee ambas de mis manos sobre la fina madera.

Sé que quizás el director está más preocupado por los acontecimientos de la muerte de Cedric pero yo... Ya no quería que más tragedias sucedan. Si ellos no hacían nada... No me quedaría más opción que ir por mi cuenta.

La puerta de la oficina se abrió de imprevisto, me gire a ver quién entraba y visualice al profesor Snape junto con la profesora McGonagall.

- Albus... - susurro la profesora, tenía el ceño fruncido y sus ojos mostraban preocupación.

- ¿Qué ocurre Minerva? ¿Severus? - pregunto el director.

- Hemos hallado al sospechoso - respondio el profesor Snape.

El director me miro, al fin entendió que decía la verdad.

- Debemos actuar de inmediato... - dijo caminando hacia la puerta.

Me recogí el cabello de la frente mientras caminaba hacia la puerta, era mi deber acompañarlos y asegurarme de que Harry este a salvo.

Mis pasos resonaban entre los pasillos. Mis manos sudaban de nerviosismo, esperaba que no fuera muy tarde.

Los murmullos se hicieron lentos, mi respiración era cada vez más pausada. Me sujete en una de las paredes al notar que mi vista se encontró borrosa.

- ______ - escuche la voz del director.

- Ella no está bien, Albus... Debe ir a la enfermería... - escuche decir a la profesora McGonagall.

Trate de pararme recta pero ni bien me solté de la pared mi cuerpo se desplomó. Era cociente de mis heridas y de la gravedad de mi estado... Quizás exedi demasiado a mi cuerpo.

La oscuridad que presencie fue muy abrumadora. El silencio y la espesa niebla lo convertían en un lugar tétrico y temeroso. Mis brazos sentían el frío viento que corría y mis pasos crujian al hacer contacto con la tierra del suelo. No había nadie más allí, sólo yo y mi vaga sombra... O al menos eso creía.

El viento se alboroto en mi dirección logrando que hiciera un esfuerzo para abrir mis ojos, la tierra junto com el viento lo complicaron por lo que cubri mi rostro con los brazos.

El viento paro dejando una leve niebla de tierra. Una silueta oscura apareció a pocos metros delante mío. Parpadee un par de veces esperando que la niebla terminara y cuando lo hizo... El temor me paralizo.