Beethoven (au // h.s)

No. 12

Presten mucha atención al video que he dejado. Es la canción Scars de James Bay. Puede identificar a ambos personajes pero creo que más a uno que otro. Más adelante lo sabrán.

Lo separo de mí con un codazo luego de abrir los ojos y ver que algunas personas nos habían quedado mirando. Me aparto un poco de él solo unos centímetros pero Harry frunce el ceño. Al darse cuenta mira a nuestro alrededor. Los chicos que nos estaban mirando rápidamente se arreglan la garganta, apartan la mirada y se alejan por uno de los pasillos.

Miro a Harry quien tiene el ceño fruncido y la mandíbula tensada.

—El viernes me has dicho que no te importa lo que la gente piense de ti. —doy un respingo.

Aquí vamos otra vez. Todos los cambios de humores y malos ratos comienzan de nuevo.

—No me importa. —susurro cabreada mas con honestidad.

Y aclarando digo:— Me da vergüenza.

—¿Te avergüenza que te vean cerca de mí? —bufa y se aparta de mí caminando por el pasillo donde todos se han marchado.

¡¿Qué?! Dios es peor que Carter cuando estábamos de novios.

Niego con la cabeza rápidamente y doy unos pequeñas zancadas para alcanzarlo y tomarlo de la mano. Harry se gira y me mira a los ojos.

—Me avergüenzan las demostraciones de afecto con cualquiera y en cualquier parte —cierro los ojos por unos segundos para ganar el valor de poder mirarle a esos ojos que hoy no van delineados— Aunque tú no lo creas soy tímida.

—No eres tímida. Joder, es solo una excusa.

Niego con la cabeza. No lo entiende.

—No soy tímida, bien. Pero en tema de demostraciones de afecto, sí.

—Si quieres ser mi amiga tienes que acostumbrarte a eso. Por cierto, hoy tengo una carrera.

Asiento.

—¿Quieres que te acompañe?

Suelta mi mano y se cruza de brazos llevando una de sus manos a su mandíbula parece estar perdiendo la paciencia conmigo.

¡Pero que rápido le cambia el humor!

—Para eso te he mandado un mensaje de texto hace un rato.

Frunzo el ceño y me cruzo de brazos al igual que él.

—¿A esto te referías con tu carácter de mierda? —le pregunto sin dejar de mirarle a los ojos. Nuestras miradas se enfrentan y yo no seré la primera en apartar la vista eso es seguro.

El chico de ojos verdes entorna sus ojos.

—Contéstame...

—No. No estoy enojado y este no es del carácter de mierda del que hablo.

—Dios, Harry. Solo deberías dejar de pensar en lo que siento o pienso porque de verdad mi problema no es estar contigo te he dicho que me gusta lo diferente.

Se ríe.

—¿A qué coños te refieres con eso de diferente?

—A que no somos iguales. Eres muy diferente a mí y eso... eso me gusta mucho. —doy un jadeo— No eres un estirado como tus compañeros o mis compañeros. No eres como... como Carter.

Harry se acerca a mí y yo doy un paso hacia atrás y así comienza su juego hasta que estoy con mi espalda pegada la pared. Sus manos se colocan a ambos costados de mi cabeza y esto me recuerda cuando estaba hablando con Louis por teléfono y al abrir los ojos él estaba ahí mirándome mientras masticaba chicle como ahora, masticando chicle como siempre lo suele hacer.