AUDREY.
Sin duda alguna, para Audrey, Adrien Michaelson y todo lo que se concernía a tener sexo con él, estaba de lo más sobrevalorado. Su miembro viril no era ni de lejos lo que una mujer dotada para aquello como lo era la joven, merecía. ¡Ni siquiera había acertado en los preliminares! ¡Menuda decepción! O bien, ella era muy exquisita , o bien, él era realmente pésimo.
Audrey suspiró cuando aquello terminó, tras ocho minutos rápidos, todo hay que decirlo, en los que no sintió absolutamente nada.
El chico, que pensaba que había sido la hostia sin lugar a dudas, besó brevemente a la morena, que se dejó, aunque desganada, eso sí, y salió de aquel baño. Parecía tener mucha prisa, aunque eso a ella no le venía a cuento.
Audrey salió de la cabina y se miró en el espejo, más allá de su cabello revuelto y desordenado, y sus labios hinchados en los que todo su pintalabios se había corrido un poco, no había indicios que la delataran. Bueno, había uno, pero dudaba que la rubia, nueva estudiante de la que ni siquiera reconocía su nombre se fuese de la lengua. Pero, a decir verdad, ¿qué le importaba que dijese algo?
Nada en absoluto.
Audrey alisó su ropa y retocó un poco su maquillaje, tras ello y asegurándose de que su media melena estaba en perfecto orden, se dispuso a abandonar el baño y presenciar la fiesta que ya estaba bien comenzada desde hacía bastante tiempo.
La fiesta... bien, digamos que se estaba desmadrando un poco.
Aquello era todo un espectáculo digno de contemplar. La música bien alta controlaba a la masa de adolescentes. El show que estaban protagonizando Demi Reeves y otro joven que la acompañaba no tenía precio.
Siguió buscando con la mirada a alguien conocido que no estuviese demasiado ocupado haciendo el paripé. Pudo observar a Natalie Haislett a unos metros y su mente fue la que habló "No es nada personal, cariño, pero puedes quedarte a tu novio de todas formas, da asco en la cama, o en el baño...o bueno, da igual"
Audrey no se unió a la masa de cuerpo claramente afectados por el alcohol, por más que aquello fuese un espectáculo digno de admiración. En lugar de eso, el rostro de la morena adquirió una expresión de aburrimiento , y notablemente cansada de la poca acción que había, pidió un vaso de de vodka negro en la barra. Necesitaba cogerle el punto a la noche.
Buscó a Callie con la mirada pero ella no estaba allí. En lugar de eso, su mirada se topó con sus ojos claros, los mismos de aquella mañana. Mismos ojos, mismo cabello rubio ocuro, misma barba de tres días.
Aud, bebiendo medio vaso de golpe, pasó a la acción mostrándose tan encantadoramente arpía como siempre.
En un pasado había sido diferente, era increíblemente difícil de creer, pero era cierto. La morena anteriormente había sido alguien relativamente normal en un lugar de una zorra vacía de sentimientos.
Se relamió los labios en un gesto rápido.
- Eres el primo de Demi, Enzo, ¿cierto?
- Cierto- el joven afrimó con la cabeza y se llevó el vaso a los labios, Aud no sabía decir exactamente su contenido- ¿Tú eres?
- Audrey Pevensie- finalizó la morena.
- Es un placer conocerte, Audrey- Enzo le guiñó un ojo y se apoyó en la pared junto a la que estaban.
Era evidente, por las miradas que se echaban, la tensión sexual que había entre ambos, pero la chica se sentía frustrada en aquella conversación que mantuvieron, puesto que en ningún momento hubo una mísera insinuación por parte de aquel Adonis.
Enzo no paraba de hablar y de hablar, y eso a Aud le agobiaba en sobre exceso por más interesante que fuese la conversación.
Ella se aburría y no quería que la noche acabase sin que nada surgiese, por lo que sin más, en un momento interrumpió la rubio, que en ese momento le estaba contando con entusiasmo la experiencia de tocar con su banda en un cutre garaje durante la época en la que estuvo viviendo el California.
- Me encanta esta canción, ¿quieres bailar?- propuso la morena sonriente.
Enzo asintió con una leve sonrisa, pero cuando ambos iban a meterse de lleno en la pista de baile, se vieron interrumpidos.
Callie sacudió el brazo de Aud, la cual resopló y se giró fastidiada. Sin embargo, su rostro cambió del enfado a la preocupación en cuestión de segundos al percatarse de los ojos rojizos e hinchados de su amiga que, sin lugar a dudas, había estado llorando.
- ¿Callie?
- Te necesito, Audrey.
- Espera...¿estás borracha?
- Un po...- la chica fue incapaz de terminar la frase, puesto que lo echó todo, literalmente, sobre sus caros botines.
- ¡Callie! Ew...- Aud suspiró y sujeto el pelo de su amiga hacia atrás- Joder, tía...
La chica se incorporó y lo primero que hizo fue mirar a su alrededor, avergonzada.
- A lo vuestro cabronazos- fue Audrey Pevensie quien habló en general.
Y nada más decir esto, pasó su brazo por el hombro de su amiga, y se dispuso a ir al baño con ella, ante la mirada expectante de algunos jóvenes. En especial, Enzo Reeves, al que la morena no dirigió una última mirada antes de desaparecer.
¡Hola a todas! Primero antes de nada, sentimos enormemente este tiempo sin subir, pero algún problemilla personal nos ha impedido subir antes y hacer el capítulo más largo. Os prometemos desde aquí que el próximo será mucho más largo y en menos de lo que esperáis estará aquí.
A pesar de esto, esperemos que os haya gustado el capítulo y que si ha sido así nos lo hagáis saber.Nos leemos pronto.
¡Besitos de piña!
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Reputation
Teen FictionCuatro chicas con vidas muy diferentes. Una cosa en común: Una reputación que mantener en lo más alto del Upper East Side. Distintas historias que te engancharán, te harán desear poder formar parte de este mundo de alcohol, dinero y sexo y que hará...