-¡Que idiotas! -Dijo mientras reía y corría sin ninguna prisa después de haber robado el supermercado junto a su mejor amigo de la infancia.
Cubiertos sólo con una máscara de plástico, sujeto con un hilo elástico a la cabeza, ambos con la forma del típico demonio rojo, con la lengua afuera. La policía hizo su aparición después de unos minutos haciendo que estos aumentarán su paso y más su arrogancia.
Llegaron a un callejón deshabitado de escasa luz, invadido de basura que desprendía un olor putrefacto, se miraron mutuamente en señal de complicidad y esperaron poco tiempo hasta que los autos de policías rodearan el lugar en cuestión de segundos. Los uniformados se acercaron a los chicos con su pose de defensa, señalando sus armas a la vez que pedían rabiosos y cansados que se rindieran de una buena vez, ya que no era la primera vez que robaban algún establecimiento que garantizaba dinero "gratis".
- "Demons" -Dijo el jefe de policía con desprecio mientras se acercaba a ellos pero a la vez manteniendo una distancia prudente.
-¿Ah...? -El mayor de ambos respondió con altanería a la vez que formaba una maliciosa sonrisa de lado. El menor alzó su mano con chulería mostrando sus dedos pulgar y medio en un fuerte chasquido haciendo que una inesperada e increíble ráfaga de viento invadiera el callejón, levantando la basura, tierra y demás del suelo bloqueando la vista de los policías. Lo último que pudieron observar fue desaparecer de la nada a los "demons".
-Que idiotas... -Volvió a repetir mientras dejaba la bolsa de dinero y se quitaba la máscara dejándolos sobre la mesa vieja y malgastada.
-Kai... -Dijo con precaución el menor al escuchar un ruido extraño en la parte trasera de la casa.
-Ya sabes que hacer... Sehun -Tomó nuevamente su máscara y se encaminó junto a su amigo al lugar ya mencionado.
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¿Qué les pareció?
Pronto aparecerá Luhan...
