Capítulo 17

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Él es mío - Sentenció Sehun rompiendo el silencio que inundaba la sala. Kai rió bajo formando después esa desquiciada sonrisa que para sus amantes no sabían si temerle o caer rendidos ante la sexualidad que inspiraba.

Sehun se acomodó en el respaldo y cruzó una pierna sobre la otra mientras reposaba su codo sobre el brazo del sillón, observando a Kai con esa mirada intensa que ponían a muchos a temblar y acceder ante sus indecentes propuestas.

Kai se puso de pie y apagó el cigarrillo en el cenicero, exhaló todo el humo contenido con placer reflejado en su rostro.

Pues que gane el mejor - Finalizó Kai a la vez que se encaminaba hacia su habitación.

El alma contra el corazón, ¿no? - Mencionó Sehun haciendo que Kai se detuviera.

Exacto.

Lu Han se encontraba en aquella cama cubierto únicamente por la suave seda de las sábanas. En esos dos últimos días que estuvo en esa habitación no había aparecido Yang, se sentía de alguna manera aliviado pero sabía que pronto desaparecía ese sentimiento.

De repente la perilla comenzó a moverse, asustandolo. Se apresuró a levantarse de la cama a esconderse detrás del sillón a lado de la ventana, tratando de esconderse. Al no escuchar la horrible voz de Yang levantó su cabeza pudiendo observar a un joven de baja estatura dejar comida sobre la mesita de noche y éste al no encontrar a Lu Han lo buscó con la mirada dándose cuenta de la cabellera dorada que sobresalia entre todo ese color rojizo del sillón.

He traído la comida, ahora me retiro - Lu Han sin pensarlo mucho salió de su escondite y corrió hacia el joven sujetando bien la sábana a que no se le cayera. Tomó el brazo del desconocido y con lágrimas retenidas en sus ojos le suplicó.

Por favor sacame de aquí... Te daré dinero, lo que sea pero liberame - El joven se impresionó al notar la belleza de Lu Han sintiendo lástima y culpa.

Lo siento, no puedo hacer eso... pero sé que pronto saldrás de aquí - Despeinó la cabellera de Lu Han y se retiró de la habitación.

Oh... - Un pequeño sonido de metal llamó la atención de Lu Han, se acercó a la puerta intentando abrirla pero esta se encontraba totalmente cerrada. Suspiró decepcionado pero el eco de aquel sonido se intensificó en su mente. Decidido se agachó y observó por la pequeña abertura de la puerta encontrando una pequeña llave.

¡Ah! - Sonrió feliz a la vez que intentaba alcanzar la llave con sus dedos pero esta estaba muy lejos. Frunció el ceño y sin más alternativa se concentró e intentó atraer la llave hacia si mismo. Largos minutos pasaron y solo logro elevarla, tal vez la droga aún se encontraba en su sistema.

Concentró toda su atención y pudo atraer la llave a su mano, se puso de pie e intentó abrir la puerta consiguiéndolo. Giró la perilla pero todo rastro de felicidad se esfumó al encontrarse con Yang apoyado en el marco... ¿Estaba feliz?

De un sólo movimiento guió a Lu Han a la cama y se posicionó sobre su pequeño cuerpo, atrapando sus manos a la altura de su cabeza.

Eres más que perfecto, ¿sabias eso? -Lamió su cuello produciendole pequeñas arcadas de asco a Lu Han.

Déjame por favor... - Lu Han suplicó y a Yang le encantó, hizo sonar el pequeño cascabel y se apartó.

Te desposare y al unir mi poder con él tuyo alcanzaremos la misma gloria, ese día te tomaré y probaré todo ese néctar de pureza tuyo... - Yang acarició la mejilla de Lu Han y se retiró con la llave.

Lu Han sollozo en silencio y se abrazó a su miseria, cada vez más parecía que nunca iba a salir de ese lugar y cuando descubra que ya no es virgen de seguro la muerte lo esperaba.

El día de la boda estaba planeado para dentro de tres días, solo las personas más importantes dentro de circulo de Yang asistirian, un día muy especial para él pero para Kai y Sehun el día en que su venganza por fin será consumida.

Durante ese tiempo conocieron a un chico llamado Tao quién buscaba nada más ni a nada menos que su amigo Lu Han. Una muy afortunada coincidencia pensó Kai. Le relataron sobre el secuestro del pequeño rubio y éste sin pensarlo dos veces accedió a ayudar.

Durante el corto entrenamiento con armas, Tao resultó muy ágil y habilidoso logró deducir Sehun además de muy sospechoso. Al preguntarle este sólo respondió con un "no me subestimen, no soy Lu Han". Las agallas del mocoso fueron muy bien aceptadas por Sehun y Kai.

El día llegó.

Lu Han fue vestido con un Kimono blanco que llegaba hasta el piso, envuelto con un cinturón que resaltaba su delgada silueta. Su cabeza fue cubierta por una capucha del mismo color ocultando su rostro a excepción de sus labios. Se dio un último vistazo y reprimió su llanto. Uno de los hombres de Yang lo guió al salón donde se celebraría la boda.

Al llegar a la entrada la típica pieza de música que tocaban en las bodas retumbó las paredes del lugar, en ese momento para él la más funesta y desagradable. Se encaminó hacia el altar notando ese aura negativo y pesado de Yang en todas las personas presentes. No tenía el valor de mirarlas a los ojos.

La ceremonia dio comienzo, Lu Han perdido en sus pensamientos vio como única alternativa el suicidio. Lo primero que haría al salir de ese lugar sería acabar con su vida definitivamente.

Si alguien en esta habitación se opone a esta unión, que hable ahora o calle para siempre - Un largo silencio fue interrumpido por el de las puertas del salón caer al suelo haciendo que todos los presentes se pusieran de pie sin saber lo que ocurría. Sehun hizo su entrada caminando con tranquilidad hacia el centro del lugar, dirigió su mirada hacia Yang y sonrió perversamente.

Yo me opongo - La masacre había comenzado.

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Ya falta poco para que termine el fic :(

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