Capítulo 5

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¿Qué...? -El pequeño lo miraba sin entender, haciendo que Sehun se enojara en el acto, rodó sus ojos y escupió con veneno.

¡No entiendes! ¡Sexo, fornicar, copular, follar! ¡Yo dentro de ti... dándote hasta que supliques por más y me corra en tu interior! -Sonrió con lascivia al decir esta última frase.

Yo... no puedo, no lo haré -Se levantó del sillón y corrió hacia dónde creyó ver a su amado, encontrandolo en la cocina. Se acercó sin dudar y se posicionó atrás de él agarrando con fuerza su ropa esperando a que lo protegiera.

Kai ladeó su cabeza mirandolo con fastidio, lo tomó del brazo con fuerza brutal haciendo que soltará un gemido de dolor, lo acorralo contra la pared y subió lentamente su rodilla hasta llegar a la entrepierna del chico quién se veía calmado para la peligrosa situación en la que se encontraba.

Si vuelves a tocarme quién te folle aquí seré yo y no él...-Dijo arrastrando sus palabras con enojo. Sehun entró en medio de la escena mirando con desprecio al muchacho.

La puerta de entrada se abrió sin previo aviso dejando ver a un hombre joven, alto e igual que arrogante y peligroso que los demás.

Eh... ¿Qué sucede aquí? Divirtiéndose sin mi -Mofó el más alto mientras observaba al extraño de forma indecente.

¿Qué quieres Chanyeol? -Kai soltó al chico mostrando atención hacia el nuevo ingresado.

Kris quiere verlos a ambos -Dijo sin más, dio un último vistazo al desconocido hermoso y se retiró de la casa con un leve chasquido de dedos mostrando su dedo índice con una pequeña flama sobre el.

Sehun salió tras Chanyeol dejando a Kai quién se acercó al pequeño y acarició el borde de su oreja con sus labios sintiendo de inmediato aquellos sentimientos de nuevo al estar a su lado. Robó un beso de sus labios y susurró bajo.

Si quieres quedarte, con algo tendrás que pagar -Se separó y continuó.

Tu nombre -Ordenó el mayor mirándolo fijamente.

Lu Han -Respondió sin titubear y con un abrir y cerrar de ojos desapareció de su vista. Lu Han sollozo en silencio y deslizó su cuerpo contra la pared hasta llegar al suelo, sentándose.

Amor mío...-Se abrazó a sí mismo y permaneció en esa postura por un largo tiempo.

En la noche Lu Han se encontraba terminando de limpiar la última ventana de la casa que se encontraba en la sala, suspirando de cansancio ya que había hecho mucho trabajo al limpiar toda la casa. Miró el reloj que marcaba las nueve de la noche preocupándose de que no llegaban.

Miró a sus pantalones notando todo el barro que se encontraba en sus vastas por haber estado arreglando el patio trasero. Terminó por sacarse la prenda junto con sus zapatos ya que no le parecía presentarse ante ellos sucio y desaliñado pero al darse la vuelta su camiseta había quedado atrapada bajo el balde de agua, empapandolo por completo a la vez que caía de rodillas.

¡Ahh...! -Gimió de dolor mientras se sentaba sobre sus tobillos con las piernas ligeramente separadas, apoyado sobre sus manos. Abrió su boca ligeramente tratando de tranquilizar su respiración.

Sehun y Kai hicieron su aparición quedando extasiados ante la escena que se mostraba frente suyo. Un hermoso joven, en una posición muy sugerente, con la camisa ceñida al cuerpo delineando su perfecta silueta gracias al agua mientras sus pezones erguidos se hacían a la vista por el frío que comenzaba a sentir. Y sus niveas y esbeltas piernas hacían que sus curvas resaltaran aún más.

Lu Han segundos después levantó su cabeza al sentir que dos potentes y penetrantes ojos lo miraban sin pestañear. Trató de levantarse pero no pudo por el agudo dolor en sus rodillas.

L-Lo siento... no fue mi intención hacer esto... Yo... -Sus palabras quedaron en su boca al presenciar la figura de Kai a su lado en cuestión de nada, lo tomó entre sus brazos y lo llevó a la cocina.

Su cuerpo se acomodó con el del moreno, sintiendo al instante la conexión que tenía con él. Lo sentó en la mesa y en seguida atrapó su cuello en besos demandantes y lujuriosos, se dejó hacer con gusto cuando de repente dos brazos de tacto diferente rodearon su estrecha cintura y comenzaba a desabotonar su camiseta.
Gimió inesperadamente cuando Kai mordió su clavícula, avergonzadose por aquel sonido inapropiado.

Intentó detenerlos pero sus labios fueron atacados con la misma intensidad que su cuello por quien ya llamaba su amado. La camiseta cayó al suelo quedando su cuerpo desnudo expuesto ante esos atractivos hombres quiénes lo devoraban con los ojos.

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My DemonsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora