Lu Han se mantuvo haciendo su trabajo en la casa, con dedicación y puntualidad. Cada mañana se levantaba por lo menos media hora antes de que Kai y Sehun lo hicieran, preparando lo mejor que podía el desayuno ya que era la única hora donde los veía y un rato en la noche donde siempre parecían molestos, no sabia a que se dedicaban pero temía al saberlo así que prefirió darles su espacio y hacer lo que le correspondía.
Sehun por su parte observaba a Lu Han sin que este se diera cuenta, cada vez más queriéndolo y encariñadose con el muchacho hermoso. Por supuesto aquella vez que lo beso no había sido la última, siempre lo sorprendía con besos robados pasionales como suaves y delicados. Adoraba ver sus mejillas sonrosadas y sus labios rojos por la intensidad de sus besos. Se había vuelto un adicto a ellos.
Sentía una gran conexión con él, lo cual lo preocupada pero se iba acostumbrando a esa sensación. Un día de esos se había atrevido a meter su mano dentro de la camisa del pequeño poniendo su mano a la altura de su corazón dándose cuenta de lo enloquecido que también estaba, sonrió y acunó sus mejillas entre sus manos.
¿Ves lo que te causo? ¿Has pensado que tu también causas algo en mí? -Mantuvo su mirada con la del chico pero esta era una más afectiva y dulce. Lu Han lo miró sorprendido por esa casi confesión, pero en vez de responder puso su mano sobre el pecho de su mayor y sintió lo mismo que su loco corazón.
Sehun ni Lu Han después de eso no volvieron a comentar nada al respecto, pero el de menor edad cada vez que lo veía se sonrojaba y lo miraba a escondidas cosa que para Sehun no pasaba desapercibido y aprovechaba para hacer una que otra travesura con él, como sacarse la camisa provocando que el pequeño saliera corriendo avergonzado del lugar.
Kai aparecía todas las noches a lado del pequeño dormido, acariciaba sus mejillas y probaba sus labios que para él eran como una medicina para su alma adolorida. Recordaba siempre lo que le había dicho ese día: "¿Te encuentras bien? Tu alma duele... yo lo sé. La mía responde a la tuya." ¿A qué se refería exactamente? ¿Podía sentirlo? Por que el podía hacerlo y no sabía cómo, sabía que el mocoso estaba completamente enamorado de él pero tenia también ciertos sentimientos profundos hacia otra persona.
Le dolía y le enfurecia, odiaba sentirse de esa manera pero no podía hacer nada en lo absoluto. El también estaba enamorado de Lu Han.
Esa noche volvió a aparecer a lado de su pequeño, lo observó por unos cuántos minutos y prosiguió a besarlo con dulzura. Sentía paz y ¿amor? De todas las noches Lu Han nunca se había despertado ante sus besos pero ésta era la excepción, el muchacho correspondió torpemente y rodeó el cuello del más alto instantáneamente.
Kai lo levantó con cuidado sin romper el beso a la vez que Lu Han entrelazaba sus piernas alrededor de sus caderas en un segundo aparecieron ambos en una habitación desconocida, Kai depósito con cuidado a Lu Han sobre la cama y se posicionó arriba del cuerpo delicado entre sus piernas.
Te haré el amor -Dijo con gentileza que Kai nunca creyó ser posible de pronunciar. Acarició sus labios con los propios y miró al muchacho quién lo miraba con ese brillo especial dedicado sólo para él.
Hazme tuyo amor mío -Respondió mientras juntaba su frente con la de su amado y permaneció de esa manera disfrutando del calor de ambos.
Kai se separó y se dispuso a quitarle la ropa, quedando asombrado como siempre por su inmaculada y tersa piel.
Eres hermoso -Volvió a mirarlo y el chico tenia las mejillas sonrosadas, los ojos entrecerrados y la boquita entreabierta ante las nuevas sensaciones que experimentaba. Se veía en pocas palabras "exquisito" pensó Kai.
Besó, saboreó y mordió cada centímetro de su piel haciendo que Lu Han se retorciera de placer. Verlo de esa manera lo extasiada, lo complacía y sin poder controlarse más se despojó de sus prendas dejando a la vista su muy proporcionada hombría.
A Lu Han se le cortó la respiración ante el primer vistazo a su amado, desviando su mirada totalmente avergonzado. Kai atrapó sus labios en un apasionado beso y Lu Han no tardó en corresponder.
El de piel morena se separó y llevó tres de sus dedos a los labios del pequeño que tardó un poco en darse cuenta de lo que quería.
Abrió su boca y sacó algo inseguro su aterciopelada lengua, haciendo contacto con los grandes y rasposos dedos de Kai. Los lamió como si de un helado se tratara dejando algunos delgados hilos de saliva atrás.
Kai miraba la escena completamente excitado, sintiendo que su miembro se hacía cada vez más duro que dolía mientras unas pequeñas gotas blancas hacían su aparición en su glande.
Al ya tener su dedo lo suficientemente lubricado lo llevó hasta la entrada virgen de su pequeño, primero haciendo lentos círculos aumentando su libido. Se dispuso a prepararlo con cuidado pues no quería hacerle daño.
Cuando le pareció que ya se encontraba listo prosiguió a hundirse en su interior lenta y delicadamente con mucho cuidado.
Al ver las lágrimas de su pequeño besó sus labios tratando de distraerlo de su dolor, quedándose igualmente quieto esperando a que se acostumbrará a su tamaño.
Te amo -Le susurró Kai a la vez que se fundían y entrelazaban sus almas en una. No sabían el por que de muchas cosas pero lo que sí estaban seguros es que los dos eran hechos el uno para el otro y sus vidas pasadas lo confirmaban.
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En el próximo capítulo se aclarará el porque de muchas cosas :)
