Capítulo 4

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Kai ignoró a Yixing y volvió a fijar su mirada en el pequeño cuerpo que se encontraba a su lado, se acercó y con las yemas de sus dedos acarició con delicadeza sus tersos y sonrosados labios sintiendo la sensación de probarlos.

Delineo la curvatura de su nariz con lentitud con su dedo índice y luego colocó con cuidado la palma de su mano sobre su suave mejilla, juntando sus labios con los ajenos. Le sabía diferente, no a lo que estaba acostumbrado con sus antiguos amantes, éste tenía un sabor dulce celestial, sabía a pureza y por un momento se sintió culpable al manchar sus castos labios con su pecado.

Le pareció que estaba disfrutando del cielo por un momento. Se separó unos cuantos centímetros tomandose su tiempo para abrir sus párpados mientras suspiraba suave y al ver los ojos del muchacho, éste lo miraba fijamente.

No, no era una mirada de miedo ni de disgusto... era una mirada de amor. Kai no hizo ni un sólo movimiento, quedó completamente hipnotizado por aquellos hermosos ojos color miel.

-Amor mío...-Dijo el muchacho hermoso mientras tomaba entre sus manos las mejillas y plantaba un casto beso sobre los de Kai, haciendo, que, este por inercia volviera a cerrar sus párpados.

Kai notó algo extraño, ya no se movía lo cual hizo que se separará notando enseguida que se había vuelto a dormir. Sintió decepción, quería volver a escuchar su melodiosa y acaramelada voz. Se puso de pie y se encaminó hacia su habitación.

Una vez sobre su cama pensó en los acontecimientos anteriores llenándose de furia por sentirse débil a lado de ese desconocido. "¿Amor mío?" Descartó con desprecio esas palabras y se dispuso a dormir.

A la mañana siguiente se levantó temprano, tomó una ducha y encendió un cigarrillo, la típica rutina de todos los días. Había silencio, algo muy extraño, Sehun de seguro se encontró con aquel muchacho y al llegar a la sala lo comprobó.

Un Sehun inexpresivo con la mirada penetrante e intimidante observaba al muchacho, quién ya se encontraba despierto sentando sobre el sillón abrazado a sus piernas sin ni siquiera devolver la mirada al hombre frente suyo. Parecía calmado y no presentaba señales de miedo, interesante pensó Kai.

Sehun al percatarse segundos después de la presencia de su amigo sonrió maliciosamente sin romper el contacto visual hacia el extraño.

-¿Y esto Kai? ¿Qué hace un niño tan hermoso en... éste lugar? -Hizo énfasis en las dos últimas palabras, llamando la atención del pequeño.

-Haz lo que quieras con él -Respondió con fastidio y entró en la cocina. Sehun se agachó a la altura del pequeño y con su dedo índice alzó el mentón del chico podiendo apreciar mejor su belleza.

-Deberías irte de aquí... Este no es un lugar para niños como tu -Mencionó secamente a la vez que se separaba y alejaba.

-¡Yo...! -Gritó el muchacho llamando la atención de Sehun, sorprendienlo al escuchar aquella bella voz, enseguida lo lleno con esa mirada intensa que hacía que su cuerpo tiemble de manera extraña.

-¿Tú que? -Regresó y retomó su postura anterior- ¿Y bueno? -Dijo con arrogancia.

-Yo... no tengo a donde ir -Susurró bajo e inseguro.

-¿Y...? -Replicó sin ninguna señal de preocupación.

-Podría quedarme aquí... por favor -El pequeño alzó su rostro mostrando sus ojos llorosos y sus labios carnosos formando un leve puchero haciendo que en Sehun una fuerte pulsada en su pecho junto con un sentimiento desconocido se apiadara de él, pero como el demonio que era respondió de la mejor manera que él sólo sabía hacer.

-Entonces tendrás que acostarte conmigo -Finalizó.

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¿Qué les pareció?

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