Yo Sí te quería

Perdóname, por favor.

A pesar de todo lo hermoso que estaba pasando en mi vida, había algo que me preocupaba mucho. Mariano me conocía lo suficiente como para darse cuenta que yo no estaba  bien.

- Amor, ¿qué te pasa? Te noto bastante preocupada

- No me pasa nada grave, es solo que mi mejor amiga está un poco extraña

- Cecilia? 

- Sí amor. Sé que hay algo que la tiene muy inquieta y sé que no quiere contarme nada para no preocuparme, la conozco muy bien

- Me gustaría conocerla, quizás podamos salir con ella y ayudar a que se distraiga un poco

- ¿En serio harías eso por mí?

- Por ti todo esto y más

- ¡Aay! Qué lindo eres, y lo besé locamente

Esa misma tarde llamé a Ceci

- Amiga! Hola! ¿Cómo estás?

- Mmm, con pocos ánimos

- Qué pasó? Estuviste llorando?

- Sí Nan, pero no quiero hablar de eso ahora

- Está bien, mañana nos vemos, ¿irás a trabajar?

- Sí, mañana te cuento todo

- Besos, te quiero

Y cortó.

Algo grave debe estar pasando, escucharla así de mal me preocupó mucho. Mi amiga necesitaba de mí y yo estaría ahí para ayudarle.

Al otro día le compré un chocolate, sabía que le gustaban mucho y siempre que yo estaba triste ella me compraba uno y me lo dejaba en el escritorio de la oficina. A la hora del almuerzo pasó por mí, y salimos a caminar, creo que no pudo aguantar mucho rato cuando me abrazó y se puso a llorar.

- Qué pasa? Qué es lo que te han hecho!?

- Se terminó. Todo. No hay nada que pueda hacer

- ¿cuándo?

- Hace dos días

- ¿Y por qué no me habías contado nada?

- Pensé que todo sería pasajero, que ella me lo había dicho porque estaba enojada, pero no, es definitivo

- ¿Te fuiste del departamento?

- Sí, estoy viviendo en casa de mis papás, me he llevado algunas cosas nada más, todas mis cosas, mis muebles, todo está allá, no quiero nada conmigo.

- Ven acá, no llores más. Dale tiempo, quizás eso es lo que ella quiere

- Es que yo no puedo vivir sin ella. No sé cómo comenzar de cero de nuevo. Nadie querrá estar conmigo, mírame, soy fea. A nadie le gustan las feas

- ¡Deja de decir tanta estupidez por favor! Tú no eres fea, eres linda. No solo físicamente sino también como persona.

- Lo dices porque tú eres linda, mírate! Todos quieren estar contigo, nadie nunca te diría que no, en cambio a mí, nadie querría estar conmigo.

Verla así de mal, llorando, tan débil, me partió el corazón. Mi mejor amiga estaba hecha pedazos. Lo único que pude brindarle en esos momentos fue un fuerte abrazo. Ella rompió en llanto y junto con ella yo también. Le pedí que tomara las cosas con calma, que nada era tan malo como parecía. Quería aconsejarla de la mejor manera posible para que no siguiera así. Le pregunté si quería que la acompañara hasta su casa, pero me dijo que no, que estaría bien.