9. Vive y deja vivir.

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Perdón por haber tardado tanto tiempo en subir este capitulo, lo escribí y borre tantas veces que ya perdí la cuenta, espero que les guste <3 .

Mire la espada de Adam con mi corazón latiendo a cámara lenta. mi visión era borrosa por las lagrimas y mi cerebro reproducía las palabras de Adam como una alarma repetitiva: "Eres mía, Eres mía"

Levante mi espada unos centímetros mas, logrando que sus ojos marrones se abrieran con sorpresa.

- ¿Donde esta Einar? - escupí las palabras con la sensación de sangre en la boca, el hombre se levanto en toda su estatura, me doblaba el tamaño, en otro momento esa acción abría sido suficiente para doblegarme, pero no hoy, no sabiendo que Einar estaba en peligro por mi culpa.

- Esta muy lejos de aquí. - fue su tétrica respuesta, contuve un sollozo. ¿Lo había matado?, ¿Adam había asesinado a mi guerrero vikingo?. - acéptalo, pequeña, estas sola, necesitas un protector mas fuerte.

- ¡Déjame, en paz! - grité enfurecida. - ¡hay una guerra haya fuera! ¡deberías estar luchando, no escondiéndote como una rata cobarde.!

Su sonrisa se desvaneció.

Sentí el golpe cuando ya estaba en el suelo, su mano había cruzado mi cara con el puño cerrado, y sentí como mi barbilla palpitaba, me quede tendida en el suelo sintiendo mi cara arder, pero me trague los lamentos y cerré los dedos alrededor de la empuñadura de mi nueva espada.

- oh, no. - escuche su tono risueño y cruel. - tu te quedas ahí, pequeña. - sentí su mano grande sobre mi espalda, empujándome devuelta hacia el suelo, comencé a luchar y patalear, gritando como una poseída, pero el pareció entretenido por mi arranque de furia. - me gusta verte luchar, fierecilla. - me dijo tomándome del pelo y levantando mi cabeza con facilidad, sentí el tirón pero me trague el grito al igual que mis lagrimas, no dejaría que aquel monstruo me viera llorar.

- Di que me seguirás y te dejare intacta,de otra forma tendré que marcarte como mía. - acerco su cara a mi cuello e inhalo profundo, mi piel se erizo de repulsión.

Tomé mi espada y la recargue con rapidez contra su cuello, sorprendida de haber podido acercarla tanto sin que el respondiera, el pareció genuinamente sorprendido, me soltó el pelo con una maldición ahogada, tense la espalada para no perder el nuevo poder de tener la vida de Adam a solo un giro de muñeca.

- vete. - mascullé. - ¡vamos, anda!

El se levanto y tomo su propia espada, la peso pensativo, yo sabía que no era combate para un hombre que vivía de luchar cuerpo a cuerpo, pero mi espada seguía apoyada en su cuello y algo en mi mirada le hizo ver que disfrutaría ver su sangre manchar la tierra.

- de acuerdo, pequeña. - dijo sonriendo, toco la punta de la espada y para mi sorpresa, su dedo comenzo a sangrar, aun así, mantuvo su agarre contra la hoja filosa, la alejo lentamente de su cuello que tenía una linea de sangre, sentí un desconocido placer al ver la sangre esparcirse en su camisa. - nos veremos luego.

Y con eso, me dio la espalda y se fue, cerrando la puerta detrás de sí.

Me quede inmóvil, mirando la puerta de madera cerrada, afuera se seguían escuchando las espadas chocando, metal contra metal, los gritos masculinos y los gruñidos se mezclaban haciendo difícil reconocer quien iba ganando o perdiendo.

Caminé como muerta en vida hacia el cuarto de Einar, las sabanas seguían deshechas y yo me senté sintiendo una opresión en el pecho, mis ojos se llenaron de lagrimas y mi visión se nublo mientras caían acompañadas de mis sollozos desgarrados.

Escuche la puerta abrirse de una patada, me levante de un salto limpiando mis lagrimas de un manotazo, decidida a defender el hogar de Einar, escuche a hombres y mujeres dar ordenes pero sin entender lo que decían, abrí la puerta con fuerza causando que todas las miradas fueran dirigidas a mi.

Mi  vikingo y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora