Mi vikingo y yo

17. No cierres los ojos.

Bueno, pues como les prometí, este capitulo es el ultimo antes del epilogo, en donde aclarare algunas cosas y cerrare esta historia de amor <33

Espero que les guste :3

PD: les dejo la canción de camila: "besame" me derrite siempre que la escucho, ¿a ustedes no? :3

Einar.

El miedo era una emoción inevitable pero controlable, solía decir su madre.

Desde que su padre le enseño a empuñar una espada correctamente y a enfrentarse al enemigo,le adiestró a no sentir miedo nunca, a mantener su ritmo cardíaco estable y la cabeza fría en situaciones inesperadas. No podría pensar de otra forma, le decía serio, una rodilla hincada en el suelo para poder verlo a los ojos, si dejaba tan siquiera por un segundo que su mente divagara hacia el miedo, no serviría para nada en el campo de batalla, lo que lo llevaría a la muerte de algún compañero suyo o a la propia.

Así que Einar siempre mantuvo el miedo a raya. Claro que seguía sintiéndolo en pequeñas cantidades, pero se había convertido en un habito ignorarlo y superarlo con emociones igual de poderosas como el enojo o la furia. Su reputación se forjó en torno a su capacidad de pelear en limites extremos, y todo porque desde que sus padres murieron atacados por los bárbaros del sur, Einar se había jurado jamas echarse atrás y nunca acobardarse frente a una amenaza.

Pero nada, en sus 28 años de vida, lo había preparado para el pánico que sintió mirando la escena mortífera que se desarrollaba frente a sus ojos.

El pequeño cuerpo de Aria se sacudió cuando la flecha la alcanzo, un pequeño grito escapo de sus labio antes de que comenzara a caer, Einar grito su nombre entre incoherencias, tomo a su ángel entre sus brazos y la acostó en el piso apretando la herida que comenzaba a sangrar por todos lados, mojando la tierra y el pasto.

Kira lo miro con furia entre sus pestañas largas, sus ojos se mantenían entrecerrados y lo apuntaba con el arco en un gesto de acusación.

- debiste ser tu. - le escupió ella con lagrimas en los ojos. Einar sintió su corazón encogerse como nunca antes lo había hecho, sentía el terror hacer temblar sus extremidades, sus manos se sacudían incontroladas y de sus labios apenas salia en susurro el nombre de su ángel.

- ¿COMO PUDISTE? - De pronto el volcán de sus emociones hizo erupción, había mantenido por tanto tiempo escondido su amor por aquella joven que apareció en sus sueños y que mas tarde despertó entre sus brazos, contra todo orden de la física y la ciencia, Aria había parecido para llenar su vida de luz y calor. No podía perderla, no ahora que por fin había logrado hacer que se quedara junto a el, ¡le había hecho una promesa, carajo! debía cumplirla.

Nunca había sentido mas miedo en su vida y dudaba que pudiera sobrevivir al sentimiento.

Se levanto cerrando sus manos en puños apretados, sus nudillos crujieron y sus ojos fulminaron a la mujer morena que lo miraba con miedo y enojo.

- se suponía que tu serias mío, Einar. - dijo ella con dureza, mirando el cuerpo pequeño de Aria tendido en el suelo, se había aventado justo en su mira sin importarle que esa acción pudo costarle la vida, y probablemente lo hizo. Si Einar no hacia algo rápido, Aria moriría por perdida de sangre. - intente ser paciente, esperar a que ella regresara de donde sea que vino, pero tenias que hacer la estupidez de enamorarte de ella en lugar de mi.

- Me das asco, kira. - dijo sacudiendo la cabeza, la miro con desprecio un segundo que pareció eterno pero no avanzo hacia ella, después se encargaría de su traición, pero primero debía llevar a Aria a la enfermería.