Vida entre callejones.

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Luego de escaparse de su tercera familia en adopción, Dwayne se encuentra sólo, divagando por la calle, con la consciencia nublada y una barriga vacía que lo hace estremecer.

Es un viernes por la noche, las luces de los carros lo encandilan, el frío penetra su chaqueta de cuero, la cual robó hace unas horas de una lavandería comunitaria. La vida nocturna está en su total apogeo, muchas personas pasan a su lado caminando con sus caros vestuarios, irradiando felicidad, él siendo todo lo contrario, camina con unos zapatos de hace más de dos años, un pantalón sucio y desteñido con una franela curtida y una chaqueta robada, transpirando inconformidad y tristeza.

Luego de caminar y de ser rechazado de todos los locales en donde pedía comida... – ¡Fuera de aquí, negro muerto de hambre! –decían los comensales y los trabajadores de los establecimientos.

Dwayne entra a un callejón, ya está lo suficientemente exhausto como para dormir sobre ese pavimento, tan frío como sus sentimientos y tan curtido como su inocencia.

Agarra y despliega un par de hojas de diarios que encuentra regados en el piso y se acuesta sobre ellos. Sin poder conciliar el sueño, debido a los punzantes recuerdos que lo perturbaban con respecto a lo que ocurrió y vivió con sus tres familias adoptivas.

Dwayne lleva desde los tres años en ese trajín de los hogares temporales y de los servicios de beneficencia, todo debido a su padre, quien en medio de una borrachera asesinó a su madre con un bate de béisbol. Este agravante suceso apareció en todos los diarios del país, pero hasta ahora no lo han logrado capturar, ya que luego de cometer el asesinato, el hombre de treinta y dos años se dio a la fuga y dejó a su pequeño hijo en su habitación, sólo y llorando debido a los gritos que había escuchado provenientes de la cocina.

A la mañana siguiente los vecinos del edificio llamaron a la policía gracias a los llantos desconsolados de Dwayne, luego estos llamaron al servicio social para que se encargaran de él y se lo llevaran a un lugar que se convirtió en su hogar durante un año, un lugar en donde residen todas las desafortunadas e inocentes criaturas que vienen a un mundo en donde la inconsciencia y la crueldad reinan en su totalidad.

Tres horas después de combatir con lo trágico y difícil de su pasado, por fin se logra dormir con lágrimas en los ojos, causadas por la sed y al hambre que tiene