Capítulo 16. Vente a mi casa.

237 27 3
                                    

-Entonces el niño ese quería, de alguna manera, ver a través de los ojos de Kagome poseyendo su alma, los fragmentos de la esfera que le quedan a Naraku.

-El fragmento –aclaré- si he calculado bien, Naraku tenía casi la esfera, le quitó los fragmentos de Kagome, Koga tiene dos en sus piernas, tú y yo tenemos dos, Kohaku tiene uno... por tanto no pueden quedarle muchos.

-Cierto. Lo tenemos difícil.

-No mucho Botan.

-Adoro tu optimismo pero no deliberes. Es casi imposible que te hagas con todos antes que Naraku.

-Odio tu pesimismo. Si hace falta, por mi abuelo, se los arrancaré de las manos.

-Qué tierno –sarcasmo de Botan- hablando sobre tu abuelo... ¿No preferirías pedirle a la esfera que le reviva?

-Botan, eso sería fallar en mi misión, dejarme llevar por el poder de la perla. Además no puedo pasar por lo mismo dos veces, ¿me entiendes?

-Sí. Lo siento. ¿Sabes? Ahora que lo pienso... No es por crearte falsas esperanzas pero... si dentro de quinientos años, donde dices que vives, no hay demonios... significa que cumpliste tu misión, ¿no?

-... ¡¡Nunca lo había pensado!! ¡¡Botan eres un genio!!

-Ya se ha creado esperanzas... Tora, pasarán quinientos años, también pudo hacerlo otra persona y tu fallar.

-Me quedo con la primera opción.

-Buff... Bueno, y en el extraño caso de que consigas tu misión... ¿qué harías después?

-Pues... No lo había pensado. Allí, en mi mundo, sin mi abuelo, faltando a clases y casi ni existiendo... no tengo nada, pero estoy a salvo de demonios. Aunque aquí no sería raro que me transforme en una bestia asesina las noches de luna llena, podría explicar porque tengo una espada y te tengo a ti.

-¿Te quedarías aquí por mí?

-¡¡¿Y si te vinieras a ver mi mundo?!!

-¿Cómo?

-¡¡Por el árbol!!

Unas horas después...

-Entonces si entro en este árbol iré a tu época.

-Vamos entra, no te quejes.

Botan se introdujo en el agujero.

-No pasa nada.

-Imposible, empuja con el culo.

-¡¡Aah!! ¡¡Me he quedado pillada!! ¡¡No puedo salir!! ¡¡Me ahogo!!

-Botan, deja de decir tonterías. Tiene que haber alguna forma...

-La señorita Botan no puede ir a tu mundo –dijo una vocecita.

-¡¡Tora, oigo a alguien, creo que estoy llegando a tu época!!

-Botan, primero... ¡¡sigues aquí!! Segundo: ha sido Myouga.

-Ah, la pulga.

-Yo también me alegro de verte desagradecida –gritó Myouga, que ahora estaba en mi mano.

-¿Cómo decías? –pregunté.

-Botan tiene que estar relacionada con algo de tu mundo para poder ir a él.

-Pues no tiene nada.

-Por eso no puede viajar. Un poco de lógica. Te creía más lista. ¡¿Tora?! ¡No! ¡Era broma! ¡¡No me...!! -*crujido*- ... apladted...

-Botan, sal, no podemos hacer nada.

-¡¡Lo estoy intentando!!

-Sigo aquí, no hace falta que grites.

-Ama Tora, he venido porque...

-¿Ama? Myouga, ¿me has llamado ama?

-No te hagas ilusiones, también está el amo Inuyasha y el amo Sesshomaru.

-Prefiero que me sigas llamando sólo Tora.

-De acuerdo. Tora. He venido porque tengo algo importante que decirte.

-Te escucho.

- Inuyasha y Kagome acabaron con la familia del trueno. Los hermanos Hiten y Manten. Pero hace poco he oído que las aldeas cercanas a su castillo están siendo atacadas por una nube de rayos y un miembro de la familia del trueno. Temo que de alguna forma alguno haya revivido y necesito que vayas allí a acabar con el problema.

-Entonces... si he entendido bien... se supone que me tomas por una persona que va a acabar un trabajo que Inuyasha no terminó bien porque piensas que no tengo nada mejor que hacer.

-De momento no tenemos nada que hacer –Botan por fin salió del tronco.

-¿Por qué no se lo cuentas a tu AMO INUYASHA?

-Porque él está m-muy le-lejos y t-tú no –tartamudeó Myouga- Y te he consi-siderado una g-gran guerrera a-al pedirte una mi-misión tan importante. Los h-hermanos s-son unos guerreros muy fuertes.

-Tora no perdemos nada por ayudar –intentó convencerme Botan- además recuerdo que decías que querías pelear contra un buen oponente, y por lo que dice la pulga parece un buen oponente.

-¡No me llames pulga!

-Está bien –dije finalmente- no perdemos nada por ir.

El castillo era oscuro y sombrío, bastante siniestro. Botan estaba agarrada de mi brazo temblando como un chihuahua y Myouga nos había abandonado hace rato. Nos estábamos acercando a una gran puerta negra que debía ser la entrada. Aunque, mirándola mejor, encontré una pequeña puerta que debía de ser la verdadera entrada.

-¿Estás segura de querer llamar? –Botan me miró asustada.

-No he venido hasta aquí para tomar el aire –y llamé a la puerta.

Esta se abrió sola y Botan gritó. A mí se me puso la carne de gallina. Di un paso hacia el interior. El lugar parecía estar abandonado, aunque la verdad no se veía mucho ya que todo estaba oscuro.

-¿Quién se atreve a venir hasta mi castillo? –dijo una voz desde algún lugar de la estancia.

-Tora. Vengo para enfrentarme a ti y evitar que ataques más aldeas.

Oí una pequeña respiración nerviosa y aguda.

-Fuera antes de que te arrepientas –contestó la voz aún más grave.

-De acuerda, vamos Tora, es imposible detenerle. Adiós, encantada –Botan comenzó a dirigirse hacia la salida.

-¿Por qué te escondes en las sombras si tan poderoso eres?

La pequeña respiración nerviosa volvió.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Siento tardar en subir pero aun en vacaciones sigo sin tener mucho tiempo, aunque gracias a vuestros votos y comentarios intento sacar un ratito para escribir más. ¡Espero que os haya gustado todo hasta ahora! Si queréis que añada algo que os guste sólo decirdlo en los comentarios. ;)

Tora y la perla de ShikonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora