Capítulo 19. Criatura repugnante.

241 29 2
                                    

La noche era estrellada. El aire fresco golpeaba suavemente mi cara. Estaba apoyada en una rama de un árbol. Abajo mis amigos comían al calor de la hoguera.

-¡¡Deja comer a los niños!! –gritó Botan.

-¡¡Les dejo, pero un demonio como yo necesita comer!! –respondió Ginta.

-¿Cómo tú? ¡Pero si eres un vago! ¡Ni siquiera los has pescado!

-¡Vais a espantar a los peces con vuestros gritos! –intervino Hakkaku.

-¡¿Ese que tienes ahí no es mi pez?! –dijo Souten.

-¡¡Hakkaku!! ¡¿Le has quitado un pez a una niña pequeña?! –Botan seguía gritando.

-¡Pero será glotona! ¡Este es mío! ¡Además tiene tres más en su plato!

-¡Malditos humanos! No me extraña que Sesshomaru se haya ido a dar una vuelta. ¡No paráis de gritar!

-Señor Jaken, ahora estás gritando tú –dijo Rin.

-¡Señor Sesshomaru! ¿Por qué no me has llevado contigo?

-¡Calla ya rana verde! –soltó Koryu.

-¿Me has llamado rana? Te voy a churruscar el trasero maldito crío.

Se me olvido decir que todo sería perfecto y tranquilo si no fueran unos escandalosos. Ni si quiera sé de qué hablaban, porque todos lo hacían a la vez. Bajé de un salto. Jaken corría tras Koryu mientras que Botan estaba sobre Hakkaku intentándole quitar un pez. Ginta tiraba de Botan para que soltara a su amigo. Rin y Souten estaban haciendo una guerra de comida con el pescado.

-Chicos no... -comencé a decir.

-¡¡Suelta ese pez maldito!!

-¡Ven aquí dragón de pacotilla!

-No tenéis por qué...

-¡Me has dado en la cara con ese pez!

-Discutir –esto lo dije entre dientes a punto de reventar.

-¡¡Estate quieto cobarde!!

-¡¡¡¡¡¡¡SILENCIO!!!!!!!

Todos se detuvieron y me miraron asustados. Había gritado para que se callaran pero más bien había parecido un rugido muy potente.

-Gracias –dije más serena- he dicho, que no tenéis por qué discutir. Voy a daros a cada uno unos fideos instantáneos...

-¿Qué es...? –Ginta iba a interrumpirme cuando le fulminé con la mirada y se le heló la sangre.

-... y os los vais a comer tranquilos mientras que voy a por más peces. ¿Me he explicado bien?

Todos asintieron. Ofrecí a cada uno los fideos y me adentré en el bosque para buscar el río en el que habíamos pescado. Di con él pero me asusté al encontrarme allí a Sesshomaru sentado. Iba a darme la vuelta sigilosamente cuando dijo:

-No voy a matarte, por mucho ruido que estéis haciendo.

-Ya sabes, los niños... y los no tan niños...

-Cuando te encontré no eras la misma. Tu forma, tus ojos y tu olor habían cambiado.

-Es que, cuando se trata de Naraku, me pongo literalmente como una fiera –no quería que nadie descubriera que era una medio demonio.

-Eres una criatura tan repugnante como Inuyasha. Un medio demonio. ¿Me equivoco?

-¿Llamas criatura repugnante a tu propio hermano? Espera... ¿me has llamado criatura repugnante? Esto ya es personal –me situé en frente de él y ni siquiera se dignó a mirarme- la única criatura repugnante y la única abominación aquí eres tú. De hecho lo sois todos los demonios. ¡Criaturas sin sentimientos! ¡Asesinas por placer! ¡Tenéis unos aires de superioridad que apestan y tú el que más!

Tora y la perla de ShikonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora