ES CONEXIÓN ENTRE TÚ Y YO

PETER DESPERTÓ

Devi con tan solo ver a Valen corrió a darle un abrazo. Ella lloraba en el hombro de Valentín y él le acariciaba el cabello.

-Perdón- dijo ella saliendo del abrazo de Valen.

-¿Por qué?- dijo él secándole las lágrimas.

-No te creí por lo de Peter

-Tranquila, ya pasó, lo importante es que vos estás bien.- le agarró la mano a Devi- Bueno, nos tenemos que ir, si no, nos van a agarrar.

-¡Espera!

-¿Qué pasa?

-Los seres de luz

-Devi, ahorita no es momento de hablar de nuestros amigos, nos tenemos que ir.

-No, no entendés. Los seres de luz también están acá.

-¡Qué!

-Sí, como escuchás, el hombre también los capturó. Tenemos que ir a buscarlos.

-¡Vamos!- la agarró de la mano y se fueron juntos a la salida, pero cuando ya iban a salir del otro cuarto, la puerta no abría.

-¿Pensaron que se iban a ir sin despedirse?-era una voz, pero no la del hombre que era gruesa, sino era una más grave.

Los dos se dieron la vuelta y era ni más ni menos que Peter.

-¿Pensaron que se iban a ir así tan fácil?- no dijeron nada- Bueno, creo que se equivocaron.

Valen dio unos pasos hacia adelante haciendo que Devi de un pequeño grito.

-Llevame a mí, pero a Devi ni la toques.

Peter empezó a reír maliciosamente y metió una mano en bolsillo. Devi se alarmó, tenía un arma.

-¡Valen, tiene un arma!- gritó Devi y Valen se tensó, pero no se movió.

"¿Por qué no se mueve?", pensó Devi ella preocupada, pero ella no podía dejar que eso pasara, corrió rápido hacía Valentín y lo empujó, y en eso Peter apretó el gatillo. Devi cayó al suelo. Peter no tenía pensado matar a Devi, es más, aunque no pareciera, en el fondo él la quería. De repente se le vinieron unas imágenes en la cabeza, como si fuesen del pasado.

FLASHBACK

Era un día nublado, no había sol, los pájaros no cantaban, era un día como cualquiera para Peter. Él vivía en el campo con su madre y su padre. Peter no era de esos chicos que salían a afuera a juagar a la pelota, sino se quedaba en la casa viendo como la lluvia bajaba por las ventanas. Sus padres se preocupaban por su comportamiento, a cada rato les gritaba por no estar con él y eso era cierto, sus padres trabajaban día y noche, entonces Peter se quedaba solo en casa, pero no tenía que gritarles en la cara.

Ellos tuvieron sus momentos felices, iban juntos a hacer picnics al campo, cocinaban ricas tortas o jugaban en el lindo columpio que tenían en el jardín, muchos dirían que era una familia con mucha alegría y amor. Cuando Peter cumplió diez, esperó que sus padres lo despertarán con un buen abrazo, pero no fue así; bajo las escaleras de la casa y se encontró a su padre en el sillón, parecía preocupado.

-Buenos días papi- dijo el niño sentándose al costado de su padre-¿Te encontrás bien?- su papá lo miró y recordó algo.

-Feliz cumpleaños, hijo- dijo su padre, pero apenas sonreía.

"¿Qué le pasaron a los abrazos de oso?, se preguntó Peter, pero bueno, no se iba a enojar por un simple abrazo, de seguro no se encontraba bien, mejor iba con su madre, tal vez lo sorprendía que una torta de chocolate.