➳Ángel ◂JongKey▸

XXV - A escondidas...

XXV

A escondidas...

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Para esconder un secreto, se necesita a un mentiroso.

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Al despertar, Kibum vio como Minho sonreía frente a su celular. Tal vez un mensaje de texto de Taemin acababa de alegrarle la mañana.

Anoche se había quedado a dormir. Primero le había pedido permiso aJonghyun, porque no era como si pudiera dejar que cualquiera se quedara a dormir en su departamento, no podía tomarse tantas atribuciones. Le alegró que ni dudara en decir que sí, Jonghyun confiaba en él tanto como para dejar que Minho se quedara a dormir con a pocos metros suyo.

Eso sí, a Minho le tocó el sofá. ¿Por qué iba a rescindir la cama?

— ¿Es Taemin? — preguntó sentándose a su lado mientras intentaba desayunar.

— Sí...

Kibum no pudo evitar sonreír, parecía un tonto mirando su celular. Minho de verdad estaba embobado por Taemin.

— ¿Y qué te dice?

— Que le gustaría hablar... Es... No sé, raro. Posiblemente vaya a gritarme o algo así.

Negó con la cabeza. Si Taemin había sido capaz de dar el primer paso, era porque quería decir algo importante. Confiaba en que eso no fuera el último adiós.

— ¿Quiere verte?

— ¿Vas a seguir preguntando?

— Un poco... ¿Y...?

Minho le sacó la lengua, pero terminó respondiendo. — Sí, después de la facultad quiere que vaya a la Academia, dice que tendrá la tarde libre.

Siguieron desayunando en medio de una charla tonta acerca de cómo iba a ser el final del Campeonato de Fútbol y si irían a ver el partido juntos.

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Jonghyun corrió hasta el despacho de Jinki. Lo había mandado a llamar con Siwon, diciéndole que después del desayuno, fuera con él que quería hablarle acerca de Kibum. Podía ser que lo volviera a castigar, porque ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces que Jinki lo había retado. Pero algo le decía que era una buena noticia... O al menos no era un castigo.

Tocó dos veces y sintió un leve «pase» con el que terminó entrando al despacho.

Jinki siempre era igual. Sentado detrás de su escritorio, con muchos libros sobre este. Parecía que trabajaba en algo importante, cosa que hacía gran parte del tiempo... Pero el resto de su existencia, le gustaba leer libros sobre humanos, o hasta escritos por ellos.

De hecho, Jinki nunca había sido humano... Los únicos ángeles que habían sido una vez humanos eran los Guardianes. Todos los demás, habían sido creados por Dios, así lo decían las Escrituras. Tal vez por eso siempre leía libros Humanos, quizás tenía curiosidad por su vida, por su manera de ser o algo así.

A veces, cuando no estaba muy enojado, apelaba a ese lado de Jinki que admiraba a los humanos para esquivar sus castigos. Pero sus últimas discusiones habían sido tan grandes que ni siquiera podía pensar claramente.

— Hola Jinki.

— Hola Jonghyun... Sentate, por favor...

Hizo caso. Movió la silla y se sentó frente a él.