2 (Editado)

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II

Primer amor


«Tal vez el primer amor no sea el verdadero. Pero es el que más experiencias deja.»


Kibum se tiró con cuidado en el sofá. Hoy no tenía nada para hacer, porque ya había entregado sus trabajos y el video de las clases de hoy no se subirían hasta la noche.

A veces pensaba seriamente ir a la facultad, ser alumno regular para no tener tanto tiempo de sobra. Pero recordaba que probablemente tendría que tratar con al menos quince espíritus en el día. Entonces solo prefería seguir viendo videos de clases y leer en su habitación, encerrado y seguro.

Tampoco podía llamar a Minho porque él si era un estudiante presencial y las clases de derecho no era una tontería.

Prendió la TV. Oh, la repetición de un drama.

—Go Minyu es algo tonta —murmuró para sí mismo.

No entendía como la niña no se daba cuenta de que Taekyung estaba enamorado de ella. Prefirió dejar la televisión apagada porque los dramas le hacían recordar que él también era demasiado tímido como para confesar sentimientos tontos.

Se sonrojó de solo recordar eso. No podía ser que la palabra «amor» inmediatamente le hiciera recordar a Minho y eso lo hiciera sonrojarse. El ser un tonto en el amor tenía sus desventajas.

Fue a la cocina a limpiar un poco, pero solo se encontró con las cosas en un perfecto estado. (Su madre se había encargado de guardar los platos de manera que Kibum no le alterara verlos mezclados)

Abrió la alacena y comenzó a ordenar todos los alimentos según lo que eran. Se sentía idiota cuando lo hacía, pero no podía evitarlo. Necesitaba tener todo perfectamente ordenado. Sus manos se movían sola al notar algo fuera de su lugar, casi como un reflejo.

Cuando acabó, decidió poner algo de música. Estaba siendo un día tranquilo por suerte y lo quería disfrutar.

—Pisaste la línea de las baldosas.

La repentina voz lo hizo sobresaltarse del susto. Era Taemin y su estúpida manía de aparecer cuando estaba concentrado en algo. En este momento, bailar.

Tomó un cojín, dispuesto a tirárselo por la cabeza, pero era estúpido, pasaría de largo. Justo como el pedirle que dejara de aparecer, así como así, solo por el gusto de asustarlo.

—Estoy comenzando a pisarlas —se defendió.

—Estás cada vez menos loco —lo felicitó el joven de pelo largo.

Taemin no era más grande que él, ni siquiera era más alto. Era delgado, muy apuesto, por cierto. Tenía el cabello castaño y largo, se lo solía sujetar con una media coleta atrás. Era una buena compañía cuando estaba de buen humor. Era la clase de niño mimado y con muy poco aprecio por los sentimientos, pero bueno en el fondo.

Nadie sospecharía que era un demonio. Claro, quitando el hecho que solo él lo podía ver.

—Si fuera verdad, no estarías aquí —murmuró Kibum volviendo a ponerle play a su celular para seguir bailando.

—Te quejas mucho Kibum —dijo Taemin poniéndose a su lado y comenzando a bailar.

Kibum estaba consciente de que Taemin era un excelente bailarín. Así que le divertía bailar con él de vez en cuando. Si fuera humano, Kibum se habría ocupado de llevarlo a la mejor academia de danzas de Seúl para que admiraran lo que era tener talento nato.

➳Ángel ◂JongKey▸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora