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Gabriel Caminaba hacia sus aposentos, esperaba que su luna estuviese ya despierta, pues la marcaría y eso hacia que ha el de diera un escalofrío por todo su cuerpo, estaba nervioso pero los nervios no podían ganar, debía de hacer lo que le correspondía.

Entró a la habitación y miró a la que sería su pareja, estaba despierta, traía un camisón rosado que cubría dodo su cuerpo, sus ojos lo visualizaron. Tenía que admitir que era la humana más hermosa que habían visto sus ojos, era delicada como una muñeca de porcelana.

Madeline miraba aquel robusto hombre y no pudo evitar sentirse atraída por el, pero eso no cambiaba que ella estuviese con William, ella lo amaba y no importando si el estuviese o no con ella, Madeline lo seguiría amando.

El hombre se acercó a ella y Madeline por inercia se alejo de él, tenía miedo, no sabía que hacer, seguro que si Will estuviese con ella, golpearía a ese hombre que la miraba con tanto descaro y ansiedad.

-¿Quien es usted?-pregunto Madeline, con miedo, aún no sabía dónde estaba aunque Caroline le habia dicho ya, ella se sentía insegura de todo lo que estaba sucediendo.

Gabriel al oír su voz, se volvió loco, no podia evitar excitarse de una manera inigualable.

-He preguntado quien es usted-habla Madeline, tenía temor pero por alguna razón confiaba en él, quizá fuese por la manera en que se aciago notar en aquellos aposentos.

Gabriel la miro y enmarcó  una ceja, nadie le hablaba así, el era el alpha, todos estaban debajo de él incluyendo a su propia luna.

-Yo tendría que preguntar eso ya que estas en mis aposentos-dice el chico, ella abrió la boca,  no sabía porque ella se encuentraba allí, pues de lo único que ella  recordaba era aquel lobo acercándose a ella y todo se había vuelto negro.

-Yo...solo desperté aquí ¿si? Yo no sabía que eran tus aposentos, yo ni tan siquiera se dónde me encuentro y debo irme a mi casa, seguro me están buscando y yo estoy aquí y....quiero irme a casa, necesito mis ropas, les agradezco mucho que me hayan brindado su ayuda pero debo irme-dice la chica, mirando a Gabriel avergonzada pero este estaba mas enojado y frustrado por lo que había dicho, ¿quien se creía que era? Ella no se podía ir de su lado, ella era de él y sólo de él, no podía dejarla ir y no quería dejarla ir ahora que la había encontrado.

-Eso lo sé porque yo mismo te traje aquí...y tu no te iras de aquí muñeca-hablo el con un tono tosco, debia de serlo si quería que su mate lo respetara.

-¿Que? ¿Por que me ha traído aquí? ¿Y por qué no me puedo ir?-dice ya enojada Madeline, pues ella se iría quiera o no el chico sexy.

-Porque eres mía!-grita Gabriel, esa chica lo había sacado de quicio, humana tenía que ser!

Madeline lo Miro con asombro, el no tenía el derecho de decir que era de él, ¿quien se creía ese patán? Ella no era de nadie, e incluso no se consideraba de William aunque lo amaba, ella no le pertenecía, solo su amor nada más que eso.

-Yo no soy tuya ni de nadie! Solo dame mis ropas y me largo de aquí-dice Madeline,estaba perdiendo la paciencia, era muy calmada la mayoría del tiempo pero ahora se encontraba muy enojada con ese desconocido.

-No digas tonterías, tu eres mía, mi mate, mi luna-dice acercándose a ella, pero esta retrocedió, Gabriel  ahora estaba enojado porque esta seguía diciendo que se quería largar a su maldita aldea de mierda.

-Yo no soy de nadie-dice Madeline pero Gabriel la toma de la cintura y la acerca a él,el quería que supiera que ella es de su propiedad y no le importaba lo que dijera ella, eso era así y punto.

-Eres mía...eres mi mate...niña tonta-dice Gabriel e intenta besarla pero esta se corre, la miro mientras  fruncia el ceño ¿quien se cree que era esa humana?

-Aléjate de mi -decía ella con miedo de que algo que le hiciera él

-Eres mía maldita sea...-decía  enfurecido, esa chica le estaba sacando de sus cacillas

-¿Quien eres tú para decir que soy de tu propiedad?-dice Madeline, pues ese  chico estaba perdiendo la cabeza, no sabia donde se fue a meter y eso le preocupaba más de lo que demostraba.

-Soy el alpha...soy tu dueño

-Tu no eres...

-Ya basta-grita el chico, ella se asustó y al ver eso Gabriel se sintió fatal, no debió gritarle, es su mate, no debía  tratarla así pero ella no entiendia, no entendía  porque no le has explicado nada genio, hablo su lobo interno, sabia que tenia  razón pero por ahora no le podia decir que fue el quien mató a ese asqueroso humano.

-perdón princesa....no quiero tratarte así, eres mi luna y....Dios solo quiero que estés a mi lado princesa-dice el chico acercándose a ella, pero ella aún no estaba completamente segura si el quería o no hacerle daño.

-Déjame ir a mi casa-habla Madeline, el se tensa, eso jamás pasará, ella debía estar con la manada, la manada la necesitaba, el la necesitaba, era su mate, el amor de su vida y la quería  desde el primer momento que sintio su duce aroma.

-Eso no se va a poder princesa...vamos ya es tarde, debemos descansar-habla el chico pero Madeline no se podía imaginar dormir en la misma cama con aquel hombre que le atraía de una forma inexplicable.

Él es el alpha [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora