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-Iré a ver a mamá-habla madeline excusandose pues no quiere que ese lobo se de cuenta de lo que ella empieza a sentir por el.

-Está bien-dice el, mientras que ella sale para buscar a su madre

-Hola mamá-dice ella, su madre la recibe con una sobrisa

-Hola Maddie...¿dónde está Gabriel?-pregunta.

-Está en la habitación o allí fue dónde lo he dejado ¿Por que preguntas?-dice Madeline pues quiere saber que pasa por la mente de su madre.

-El te ama, lo veo en sus ojos igual tu lo amas pero te niegas a aceptarlo, eres terca como tu padre-Madeline intenta recordar si su padre se comportaba como decía su madre pero nada venía a la mente, quizá sea porque estaba muy pequeña cuando murió y no sabía cuales eran las actitudes de él en aquel entonces.

-No lo amo mamá...no el solo me trajo hasta aquí y listo fin de la historia-dice un poco molesta pues en lo más profundo sabe que es cierto pero no quiere admitir que ama a un lobo, a uno que mató a tantas gente de su aldea.

-Entonces no lo amas está bien no aceptar tus sentimientos hija-dice la madre sonriendole para luego retirarse.

Madeline se queda pensativa ¿en verdad ama a ese lobo?

Gabriel camina por la aldea, las personas lo observan con curiosidad, nunca habían tenido a un extranjero en su pueblo yacían 18 años que nadie pasaba por ese pueblo abandonado.

-Hola joven-dice un anciano con la barba grande, lo mira curioso, ese joven tenía algo, algo poderoso, el lo sabía, y sabía que era y apesar del sufrimiento que alguna vez pudo causarle sabía cual era la razón y sabía porque estaba aquí ahora, la historia tal vez se volvería a repetir pero quizá está vez fuese diferente.

-He...Hola-dice Gabriel extrañado que ese anciano le haya hablado.

-Eres fuerte, debes de ser paciente ella no te aceptará así por así, tu raza es fuerte tu eres el más fuerte de ellos pero posees un gran corazón, la historia se repetirá si tu lo deseas, debes de cambiar el rumbo de las cosas y no dejar que pasó lo que hace años sucedió, amas a la hija de Adelay y Ferregon...la más fuerte...solo tu puedes hacer que nada le pase. Solo tu la puedes proteger-habla el anciano, Gabriel lo mira extrañado, ese hombre sabe algo pero lo deja pasar pues es solo un anciano que anda delirando por las calles del pueblo.

Al caer la noche Gabriel y Madeline hacen la misma rutina de la noche pasada, aunque Madeline rogaba que el durmiera con ella, eso jamás sucedió y es por su orgullo, no sabía porque ahora quería a Gabriel pero ese cariño que tenía la hacia sentirse completa, ese sentimiento cada vez se hacía más grande hasta el punto de olvidar el amor que tenía por su difunto prometido William. Al hombre que amo pero ahora su amor solo es una sombra más en su vida, una sombra que poco a poco se está olvidando por ese lobo que tanto la está cautivando.

Él es el alpha [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora