9

16.5K 1.2K 36
                                    

Madeline dejo de llorar, estaba lista para ir con ese maldito lobo pero estaba nervioso, ese día pensaba escapar.

Todos los lobos habían regresado, algunos heridos pero ninguno había muerto, Gabriel necesita atención en la mordida en su brazo, ese vampiro se las pago muy caro.

Caroline llegó dónde se encontraba su hijo, lo miro herido y no puedo evitar que una lágrima saliera, le recordaba a su difunto esposo, el era el alpha antes que su hijo pero había muerto por un desagradable vampiro.

-Hijo-dice Caroline, Gabriel se para cómo si nada, ya habían curado su herida y debía ir a cambiarse para su velada con Madeline.

Su madre miraba atenta los movimientos que hacía su hijo, ella no sabía que tenía planeado Gabriel pero sabía que era con relación a su mate.

-La sacaras-confirma su madre, Gabriel asiente poniéndose su traje, la mirada que le dio su madre era inigualable, estaba feliz que por fin esos dos tuvieran su noche, quería nietos y muy pronto.

-Si...debe estarme esperando-habla Gabriel con un brillo en sus ojos, ese día la iba a marcar, ese día iba a ser completamente de él. Madeline debía aceptar que era el y sino lo hacía debía obligarla a aceptar.

Madeline se había quedado dormida, estaba cansada de todo, ese lobo la tenía cansada y sólo quería ir a casa, lo bueno es que el ya no le hablaba y ahora iba a salir, tenía todo preparado, tenía un cuchillo para defenderse, era de plata, aún no sabía cómo lo había conseguido, solo había ido a la cocina y allí estaba, estaba lejos y protegido, eso significaba que ellos eran propensos a la plata.

La puerta fue abierta, era Gabriel traía un traje que lo hacía lucir masculino, se miraba muy guapo, pero ella no se usaba atrás, era hermoso su vestido, y ella aún más con el, pero aún así ella tenía su rostro serio.

-Vamos mi luna-habla Gabriel quiere tomarla de la mano pero esta lo rechaza, el bufa se estaba cansando de esa niña tonta.

Bajaron y por primera vez Madeline iba a estar fuera de esa gran mansión, miraba como todos los observaban, sabían que ella era su luna pero aún no había sido presentada.

Gabriel sabía que pronto tendría que presentar a Madeline como su luna, pero no podía mientras ella no lo aceptará, miro como Madeline se maravillaba por un cachorro, eso era bueno pues si lo aceptaba y jugaba con los más pequeñas tal vez podría aceptarlo a él.

Madeline jugaba con ese cachorro que la estaba volviendo loca, era toda una ternura y no le importaba que fuese lobo, el seguía siendo un niño.



Madeline Caminaba atrás de Gabriel que aveces volteaba a verla para asegurarse que ella estuviese allí, aunque su holor la descubría el debía de estar seguro.

Madeline miraba su alrededor, estaba maravillada con todo, habían luces, o bueno eran luciérnagas pero se miraban hermosas alrededor del inmenso y hermoso lago que ella jamás había visto.

-Esto es hermoso-corre la chica admirando cada detalle, mira a Gabriel que sonríe, se ve demasiado hermoso pero aún así ella no puede estar con el, es un lobo, y ella odia a los lobos.

-¿Te gusta? Sabía que te gustaría-dice Gabriel distraído, por primera vez miraba esa sonrisa tan hermosa, una sonrisa que a él no le aburreria de ver.

-Aja-habla seca Madeline, que la haya traído a ese hermoso lugar no significa que será amable con el.

-Mi padre y yo solíamos venir aquí cuando era pequeño, nos gustaba pescar aunque ninguno lo sabía hacer, recuerdo que una vez me caí al agua, esos días eran de los más fríos pero a mi me encantaba nadar, fue la primera vez que atrape un pez, era pequeño pero para mi fue el mejor pez del mundo, mi padre estaba orgulloso de mi- Madeline escuchaba atenta toda su historia, y le hizo recordar a su padre pero en vez de pesca iban a buscar leños para suadre.

-¿Dónde está el?-pregunta Madeline, jamás había conocido a su padre, y tenía curiosidad, por la historia se veía que era un buen padre.

-Muerto-habla Gabriel, el ya ha superado su muerte, han pasado 40 años, 40 años que el es el alpha de su manada.

-Ho...lo lamento-dice, y enserio lo hace, sabe cual es el sufrimientos un hijo perder a su padre, y comprende a Gabriel pero solo por ello no significa que ya lo quiera.

-No lo lamentes, fue hace mucho pero ¿ue hay de ti? ¿Como es tu familia?-habla el acercándose, es su oportunidad Lara acercarse a ella.

-Mi familia- ella sonríe al solo pensarlo-pues mi hermana mayor sabina se casó a los 16 años, pero su marido solo le duró 7 años, ella es hermosa, tiene muchos pretendientes, pero ella no quiere volverse a enamorar, es muy irritante en muchas ocasiones pero aún así la quiero mucho, mi madre, pues ella es muy histérica, me regaña por todo y sobre todo cuando me escapó a la pequeña colina que está cerca de nuestra aldea, siempre ha cuidado de nosotras, ella es una gran madre -dice y no puede evitar sonreír, las extraña y mucho.

-¿Que hay de tu padre?-pregunta Gabriel pero ella se tensa y eso lo pudo ver Gabriel.

-El... El murió cuando estaba pequeña, murió protegiendonos de los lobos, yo vi cuando ese lobo acabó con la vida de mi padre, es por eso...-dice pero se calla, ella se ha pasado, no debió decirle nada a Gabriel cometió un error pero no volvería a suceder

-Por eso odias a los lobos...por eso no me aceptas-dice Gabriel, ahora tiene sentido, ella odia los lobos por la muerte de su padre, esto sigue siendo su culpa nada más que su culpa.

-Los odio a todos porque mataron a muchos de mis amigos, incluyendo a mi cuñado pero mi odio más fuerte es a uno, el mismo que mató a mi padre, mató a mi prometido y eso no lo perdonare nunca-habla la chica con rencor, pues ahora está triste y enojada por esos malditos lobos.

Gabriel se paraliza, ese lobo era el, el había matado a su padre y ha su prometido era obvio, y no le importaba mucho la vida de ese hombre pero su padre, ella lo odiaba y si sabía que había sido el la causa de la muerte de esos dos individuos ella jamás lo iba a perdonar.

Gabriel la abraza y ella por alguna razón se dejó envolver por ese musculosos brazos. Gabriel la miro sus rostros estaban muy cerca el debía aprovechar y unió sus labios, el beso era tierno y lo mejor era que ella le estaba correspondiendo, hasta que sintió un dolor en su brazo, se separó de Madeline y vio que sangraba.

-Lo siento...-habla la chica y le lastima un pie para después salir corriendo, se suponía que lo iba a matar pero fue imposible, ella no quiere matarlo, ella...ya no sabe que es lo que siente.

Él es el alpha [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora