Él es el alpha [EDITANDO]

25

Era el día, madeline estaba preparándose con entusiasmo, iría a ver a su madre y hermana, no podía aguantar más, corrió por los pasillos de la gran casa de Gabriel hasta que llegó al vestíbulo sonriendole a ese lobo que la cautivaba cada vez más quien la miraba con ternura al ver lo emocionada que estaba.

-Estoy lista-dijo sonriendo, aún no podía creer que iría a ver a su familia.

-Entonces vamos Maddie-dice Grabriel y la toma de la mano, ella siente un escalofrío agradable en todo su cuerpo y no reprocha y toma su mano, la mano de Gabriel es áspera pero aún así se siente bien tomarla como una perfecta unión.

-Vamos-dice ella apretando más la mano de ahora su amado, Gabriel siente miles de sensaciones al sentir la piel suave y delicada de madeline, en definitiva se siente feliz.

Iban a caballo pues si Gabriel iba en su forma lobuna tendría problemas con la aldea, por eso decidió que sería mejor en caballo, le había pedido a madeline que dijese que era el, pues la gente se asustaria y era lo que menos quería en ese momento.

Madeline estaba encantada con lo que estaba haciendo Gabriel, quería abrazarlo y agradecerle por todo lo que estaba haciendo pero aún pensaba que el era un lobo, uno de los lobos que venía a destruir su aldea pero por mucho que pensara en todo lo que hizo, no podía dejar de querer o sentir algo por Gabriel.

Faltaba poco para llegar y madeline estaba nerviosa de volver a ver a su familia, Gabriel la tomó de la cintura.

-Te amo Madeline-susurro el Gabriel, ella se estremeció al sentir sus labios cerca de su oreja, sus mejillas ya estaban de un color rojizo que Hizo que Gabriel se sintiera el hombre más afortunado del mundo al saber que Madeline se había puesto así por el.

Madeline no dijo nada, aunque ella quisiera decir todo lo que sentía no podía, ella misma no se lo permitía.

-llegamos-habla Gabriel pero con los pensamientos de sí lo amaba o no madeline no escucho lo que dijo, y al ver de nuevo su pueblo los ojos se le llenaron de lágrimas, tantos recuerdos tantas personas amadas que dejaron algún día ese día por ellos, por los lobos. Miro a Gabriel y no pudo evitar el enojo que tenía hacia el.

Madeline se baja del caballo y camina lejos de Gabriel, el we extraña por su repentino comportamiento, la alcanza.

-Maddie ¿que tienes?-pregunta pero no escucha ninguna respuesta por parte de ella, el suspira y mira que muchos de los habitantes los miran extrañados y otros están extrañamente felices.

Madeline se para frente a una casa, es muy sencilla, entra y su mundo se desmorona, madeline llora mientras que ve cada parte de su casa.

-¿Quien es....-empieza a hablar una mujer joven con el cabello rizado y castaño, sus ojos color miel y una expresión de sorpresa en su rostro cuando ve a su pequeña Hermana, sale corriendo dónde se encuentra ella.

-Has vuelto Maddie-dice la chica llorando de las felicidad, mientras que Gabriel solo observa la escena.

-He vuelto Sabina -dice ella y aparece una mujer, pelirroja y con los ojos verdes, mira a su hija mayor y sus ojos se ponen llorosos al ver a su querida hija, la más pequeña.

-Madeline-dice ella con ternura pero Gabriel la mira, esa señora, tenía un olor diferente al resto de humanos, aún no sabía que era pero lo averiguaria.