Él es el alpha [EDITANDO]

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Gabriel pensaba una manera de cómo deshacerse de esos lobos y esos malditos vampiros que andaban en sus territorios, ahora no importaba su mate solo su manada y eso la incluía a ella, si le hacían daño el moría no importando que ella le tuviese miedo.

Los vampiros habían empezado a invadir su territorio días anteriores, habían matado a unos cuantos pero aún así seguían viniendo, eso le fastidiado a Gabriel pues el debía de hacerse cargo y eso le estaba comenzando a molestar.

Madeline miraba hacia la ventana, veía como los lobos salían corriendo y allí estaba ese detestable lobo, bufo seguro iban a atacar su aldea de nuevo, odiaba a esos seres pero por alguna extraña razón no podía odiar a Gabriel por más que quisiera no lo podía odiar pero tampoco lo amaba era algo que se debatía en su interior, ella debía odiando por ser un lobo, ella no debía de tener ese minúsculo sentimiento hacia el, aunque era pequeño ella lo sentía y eso no le gustaba.

Madeline se separó de la ventana y alguien entró, era Morgan una sirvienta que había estado hablando con ella, era su única "amiga" en el lugar, pero tampoco debía dejar de lado a Caroline, ella apesar de sus consejos como pajera ella la había tratado bien.

-Morgan-habla Madeline, Morgan era hermosa y por lo que sabía tenía una pareja, su nombre era Dylan y era un lobo, Morgan estaba completamente enamorada de él, eso le hacía recordar a William, esos momentos tan felices que tuvieron.

Madeline aveces lloraba en la soledad de esas cuatro paredes por su amado, cuanto le hechas de menos.

-Luna-habla la chica, ya no le importa que ella la llame así, de alguna manera se había acostumbrado a que la llamase así y hasta le gustaba como sonaba en ella.

-Dime Morgan-habla ella, Morgan traía su comida, apesar que no tenía apetito ella lo iba a comer, sería un desperdicio y su padre le enseñó que no debía rechazar la comida amenos que viniera de un enemigo pero Morgan no era su enemigo, la llegaba a considerar amiga, la amiga que nunca tubo por estar siempre con William pero a ella eso no le importaba.

-el alpha me ha pedido que le diga que está noche irán a un lugar, que se arregle que cuando el venta se irán- Madeline se sorprende, quiere salir pero no con el, jamás sería su pareja por más encerrada la tuviese el.

-Pues dile a tu alpha que no voy a ir con el-dice la chica, mirando traga saliva sabe que si dice lo que luna le ha dicho ella tendrá un castigo por parte del alpha.
-Luna....-dice pero se calla cuando ve la expresión de la chica, no quiere hacer enojar a luna pues ella es su autoridad aunque no haya sido marcada.

-Está bien Morgan, dime que tal el pequeño Samuel-dice Madeline sonriendo, ese niño ha venido un par de veces y es un amor, Madeline se imagina a ella embarazada con su amado a su lado, a ella le encantaría tener hijos pero eso ya no se puede porque ese lobo la tiene encerrada como un animal.

-Está perfecto y feliz que venga un hermanito-dice y toca su vientre, eso alegra a Madeline y salta como loca, cuando supo que su hermana silbana iba a tener un hijo se puso como loca pero lastimosamente no puedo llegar a este mundo, su hermana había abortado por unas hierbas malas que había comido.

-Te felicito Morgan hay que hermoso, quisiera estar igual que tu-dice la pelirroja feliz, pues no ha mentido desea tanto tener un hijo y cuidarlo, darle de amamantar eso sería hermoso.

-Pronto tendrá a los cachorros del alpha...Seguro que son tan hermosos como usted luna-dice pero ella para de sonreír, eso jamás iba a pasar, ella jamás se juntará con Gabriel el era un detestable lobo.

-Eso no ocurrirá Morgan...-dice la chica, Morgan mira como su luna de pronto se intrestece, ella no puede hacer nada por lo que decide mejor retirarse y dejar a su luna sola.

Gabriel había matado a ese asqueroso vampiro, y otro venía a su ataque pero no le iba a permitir que este ganará, iba a llevar a Morgan a ese lugar, no podía perder, el vampiro lo había mordido pero eso lo detendría y entonces corto su cabeza la única forma de matar a un vampiro.

Los demás había huido y tenía que regresar a casa donde se encontraba su mujer.