Él es el alpha [EDITANDO]

19

Una mirada fría y tenebrosa, unos ojos tan oscuros como la noche y tan brillantes como la luna, su piel blanca y pálida, su expresión no cambiaba hasta que sintió un viento fresco que inundo un olor inconfundible, ese olor que a él algún día le fascino pero ahora era diferente. 

-¿Qué haces aquí?-habla una mujer, a pesar de sus años, aun lucia hermosa, y es que ella era hermosa, el hombre la volteo a ver y le miro con los ojos mas duros que podría hacer, aunque eso lo lastimará más a él que a ella, sus ojos se encontraron así como un sentimiento que volvió a renacer, pero esta vez era diferente pues el ahora no venia a buscarla y mucho menos llevarse la como en aquellos tiempos que ella gozaba de su juventud. 

-solo quiero saber como estas-pregunta el hombre, no es lo único que busca pues quiere asegurarse de algo muy importante que lo ha estado agobiando desde que vio esa mirada que a el lo hipnotizó. 

-¿solo vienes a eso? pues me encuentro perfecta como podrás ver, así que ya puedes retirarte-habla la mujer, pero esta vez tiene un nudo en su garganta, no esperaba que él volviese aparecer,no ahora que más preocupada estaba por su familia. 

-supero que murió, lo siento...se veía que te amaba-habla él sin importar la expresión de dolor de la mujer, el solo venia por una cosa y se estaba desviando de su objetivo, pero esa mujer siempre lo hacia, siempre lo distraía y hacia que sus objetivos se desviaran a un rumbo donde solo estaba ella, pero esta vez no iba a suceder, este objetivo era mas importante que ella e inclusive de el. 

-vete de aquí, no quiero volver a verte nunca mas en lo que me queda de vida-habla la mujer enfurecida, pero a él no le afectan sus palabras, sabe que ella no habla enserio, sabe que quiere que el vuelva y eso lo hace feliz, pues eso hará. 

-¿cómo esta? ¿cómo se encuentra? ya debe de ser grande y fuerte...-habla pero la mujer lo ignora, no quiere hablar de eso, y menos con el, el que le causo tanto daño en el momento que mas lo necesitaba, en el momento que quería que el estuviese a su lado, pero no fue así, y ahora no debe de meterse en su vida, el la había abandonado, no ella, si alguien tenía la culpa era él, y ahora no debía de importarle la vida de ella, pues el ya no era nada para ella ni para la persona mas importante en su vida.

-eso a ti no te importa..mejor vete, eso es lo mejor que puedes hacer-habla la mujer, sintiendo miles de golpes en su pecho al decir solo unas cuantas palabras, el por otro lado sintió como su mundo se derrumbaba, ella lo odiaba y el podía darle el creído, pues el había sido un idiota en el pasado pero en el presente no lo iba a ser y menos con esas dos personas que mas amaba en el mundo. 

-¿como puedes decir que no me importa? claro que me importa la vida de la persona que mas amo, no puedo creer que pienses eso de mi Adelay...creí que me conocías, jamas me separe de ustedes y tu lo sabes mejor que nadie-habla este con un tono sereno, pues no se puede descontrolar o su objetivo se derrumbaría por completo, la mujer le sorprendió sus palabras, le importaba, aunque no fuese a ella pero a el le interesaba la vida de su pequeña y a pesar del daño que el le causo con su huida ella sabia que el tenia derecho y no podría negarse lo. 

-ella..ella..no esta conmigo...desapareció una noche sin dejar rastro....ella..-solloza la mujer, pues ese peso la ha estado matando por semanas, no sabe nada de su pequeña y eso la ha enfermado, el hombre se preocupa, y mira a los ojos a la mujer de ojos verdosos, esta asustado...

-¿fueron ellos?-pregunta el hombre ya descontrolado, solo ve que la mujer asiente, el se enfurece mas, jamas hubiese permitido que.... -tranquila..la traeré de vuelta...pero quiero que tranquilices...solo espera algunas semanas para poder traerla de nuevo contigo-habla muy cerca de ella, a ella se le ruborizan sus mejillas, no sentía ese profundo sentimiento desde que el se fue y ya no regreso hasta ahora...

-promete me que traerás a nuestra hija sana y salva-habla la mujer y el hombre asiente para después depositar un beso en la comisura de sus labios, e irse por donde vino. 

Ahora estaba seguro, solo eran esas simples palabras que lo hacían asegurarlo que era ella y el solo no podría con todo, debía de hacer algo rapido .