Todavía seguía vivo. No lo había perdido. Sorprendentemente el cachorro había
seguido quieto y tranquilo en el viaje de regreso a casa. Los caballos no lo habían
estado, claramente al borde y nerviosos con la esencia del lobo siguiendo cada uno
de sus pasos, pero todos habíamos logrado regresar vivos y en una sola pieza.
Apenas habían pasado cuatro horas del día y desde que desperté hasta ahora parecían dos
días diferentes, como dos décadas diferentes. Desde la preparación del café y aguantar a Chance
sermonearme sobre Conn llevando el cuerpo de un lobo cachorro en mi abrigo con una sola
cosa en mi mente, tenía que salvar esta vida.
Énfasis en esta.
Después de montar nuestros caballos, Chance y yo no habíamos dicho ni una sola palabra.
La velocidad de los caballos volando hizo casi imposible mantener una conversación, pero aun
si pudiéramos, no estaba ansiosa por hablar con Chance, después de lo que había sugerido.
¿Cómo iba a dejar que algo muriera? ¿Cómo no iba a tratar con todo lo que tenía para salvar una
vida?
En el momento en que me balanceé fuera de Dark Horse, Chance estaba ahí para tomar
sus riendas antes de que corriera por las escaleras del porche.
—¿Qué necesitas?
—¿Qué? ¿Ahora quieres ayudar al cachorro en vez de dejarlo ahí para que termine
muriendo? —Seguí subiendo las escaleras, sin siquiera mirar atrás.
—Quiero ayudarte —fue su respuesta cuanto abrí la puerta principal.
Sentí al cachorro temblar contra mí, no era el momento para satisfacer mi lado deseoso de
sexo.
—Agarra el kit de primeros auxilios del granero, reuniré todo lo demás.
—Es el kit de primeros auxilios para ganado.
Volteé para ver a Chance. Parado en la parte inferior de las escaleras, con las riendas de
los caballos en cada mano, luciendo un poco perdido. No era una expresión que estaba
acostumbrada a ver en él.
—Lo suficientemente cerca —dije—. Además, no sé tú pero si mi vida estuviera en peligro
y un kit de primeros auxilios para ganado fuera la única cosa que pudiera encontrar, eso no me
detendría de hurgar en él.
Chance asintió, llevando a los caballos hacia el establo.
—Un kit de primeros auxilios llegando.
—Estaré en la biblioteca. Nos vemos allá.
—Por supuesto que así será. ¿Qué mejor lugar para llevar a un lobo cachorro moribundo
que a una biblioteca? —Había un toque de diversión en su voz que me decía que cualquiera que
fueran los problemas que tenía conmigo por tratar de salvar al cachorro, los había superado.
Bien. Necesitaba su ayuda mucho más de lo que lo necesitaba siendo abogado del diablo.
Una vez dentro de la casa, corrí a través del vestíbulo y me dirigí hacia la biblioteca. Olí
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Three Brothers
RomanceCrecí con tres hermanos. No estaban atados a mí por sangre, pero nuestra relación iba más allá de la genética o el mismo apellido. Nuestra conexión fue forjada el verano en que cumplí trece años, el verano que mi mamá terminó con su vida y me dejó b...