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En una Secundaria normal, tener una clase fuera, en un magnífico día de mayo
suele ser bastante impresionante. Significa estar bajo la luz del sol, tal vez
leyendo algo de poesía, dejando que la brisa corra a través de tu cabello....
En Hecate Hall, más conocido como el reformatorio para monstruos, eso significaba
tirarse en el estanque.
Mi perseguida clase de Prodigiums se encontraba reunida alrededor de la espumosa
agua justo en la colina de la escuela. Nuestra profesora, la señorita Vanderlyden o la
Vandy, como la llamábamos se dirigió a Cal. Él era el portero de la escuela a pesar
de que sólo tenía diecinueve años. La Vandy tomó un rollo de cuerda de sus manos.
Cal había estado esperando por nosotros en el estanque. Cuando él me vio, me dio un
movimiento de cabeza casi imperceptible, que era la versión de Cal agitando las manos sobre su cabeza y gritando:
-¡Oye, Sophie!
Él era sin duda el tipo fuerte y silencioso.
-¿No me escuchó, Señorita Mercer? -dijo la Vandy, retorciendo la cuerda en su
puño.
-Le dije al frente.
-En realidad, Señorita Vanderlyden -
dije, tratando de no sonar tan nerviosa como me sentía
-¿Ve esto?
Yo hice un gesto a mi mata de cabello rizado.
-Este es un permanente, y acabo de hacerlo el otro día, así que... sip, probablemente no debería mojarla.
Oí unas cuantas risas ahogadas y junto a mí, mi compañera de habitación Jenna murmuró:
-Bien hecho.
Cuando llegué por primera vez a Hecate, yo tenía demasiado miedo de la Vandy hablando de cómo era ella. Pero a finales del semestre, vi a mi bisabuela asesinar a mi mejor ami/enemiga y al chico que me gustaba intentando acuchillarme.
Yo era un poco más difícil ahora.
Que era algo que a la Vandy, aparentemente, no le gustó. Su ceño se profundizó cuando ella se quebró.
-¡Adelante y al centro!
Murmuré unas palabras mientras me movía entre la multitud. Cuando llegué a la
orilla, me quité los zapatos y las medias del pie junto a la Vandy en las aguas poco
profundas, haciendo una mueca en el fango viscoso bajo mis pies descalzos.
La cuerda rascó mi piel mientras la Vandy me ataba las manos, luego los pies. Una vez que yo estaba atada, se levantó, mirando satisfecha a su obra.
-Ahora. Ve hasta el fondo del estanque.
-Uhm... ¿cómo,exactamente?
Tenía miedo de que ella me empujara hacia el agua hasta hundirme la cabeza, una
imagen demasiado humillante para contemplar incluso. Cal dio un paso hacia adelante, es de esperar que viniera a mi rescate.
-Yo podría lanzarla desde el muelle, Señorita Vanderlyden
O no.
-Bien -dijo la Vandy con un gesto rápido, como si hubiese sido su plan desde el
principio.
Luego Cal se inclinó y me levanto en sus brazos.
Hubo más risas, e incluso algunos suspiros. Sabía que la mayoría de las chicas
renunciarían a un órgano vital por mantener a Cal, pero mi cara ardía de color rojo.
No estaba segura de si esto era menos vergonzoso que tirarse en el estanque por mi
cuenta.
-No la escuchaste a ella, ¿verdad? -Me preguntó en voz baja.
-No -le contesté. Durante la parte en que la Vandy explicaba por qué alguien iba a entrar en el estanque, yo había estado diciendo a Jenna que no me había inmutado sólo porque un chico me había llamado "Mercer" ayer, de la misma forma en que Archer Cross me llamaba siempre. Porque yo no me había molestado. Al igual que yo no había tenido un sueño anoche que volvió a re-crear con gran detalle el beso que Archer y yo habíamos compartido el noviembre pasado. Sólo, en el sueño, no había ningún tatuaje en su pecho, marcándolo como miembro de L'Occhio di Dio, así que no había razón para dejar de besarlo, y...
-¿Qué estabas haciendo? -preguntó Cal. Por un segundo, pensé que estaba hablando de mi sueño, y de cómo mi cuerpo se sentía. Entonces me di cuenta de lo que quería decir.
-Oh, yo, eh, estaba hablando con Jenna. Tú sabes, una pequeña charla de monstruos.
Me pareció ver el fantasma de una sonrisa de nuevo, pero luego dijo:
-La Vandy, dijo que las brujas reales escapaban de los juicios por el agua fingiendo ahogarse, luego, entonces ellos las liberaban junto con sus poderes. Así que ella te quiere hundir, para que luego, te salves a ti misma.
-Creo que puedo manejar la parte del hundimiento -murmuré-. Del resto no
estoy... tan segura.
-Vas a estar bien -dijo-. Y si no los estás en unos minutos, yo te voy a salvar.
Algo revoloteaba dentro de mi pecho, atrapada por sorpresa. Yo no había sentido nada
parecido desde que Archer había desaparecido. Probablemente no quería decir cualquier cosa. El sol brillaba a través de los cabellos rubios oscuros de Cal, y sus ojos color avellana recogían la luz reflejada en el agua. Además, me estaba cargando como si yo no pesara nada. Por supuesto que siento mariposas cuando un chico dice algo tan
digno de desmayarse.
-Gracias. -Le dije.
Por encima de su hombro, vi que mi mamá nos miraba desde el porche que había sido la cabina de Cal. Ella había estado viviendo allí durante los últimos seis meses, mientras esperábamos que mi papá viniese a buscarme y me llevara al Concejo en Londres.Seis meses después, y todavía estábamos esperando.
Mamá frunció el ceño, y yo quería darle un pulgar hacia arriba para hacerle saber que estaba bien. Todo lo que podía hacer era levantar las manos atadas en su dirección, golpeando a Cal en el mentón mientras lo hacía.
-Lo siento.
-No hay problema. Debe ser extraño para ti que tu madre este aquí.
-Extraño para mí, extraño para ella, probablemente extraño para ti ya que tuviste que renunciar a tu lugar de soltero.
-La Sra. Casnoff me dejo instalar mi jacuzzi en forma de corazón en mi dormitorio
nuevo.
-Cal -le dije con asombro-, ¿lo que acabas de hacer era una broma?
-Tal vez -respondió. Habíamos llegado al final del muelle. Miré hacia abajo en el agua y trate de no temblar.
-Voy a estar fingiendo, por supuesto, pero ¿tienes algún consejo sobre cómo se
supone que no debo ahogarme? -Le pregunté a Cal.
-No respirar en el agua.
-Oh, gracias, eso es súper útil.
Cal me movió hacia sus brazos, y yo me puse tensa. Justo antes de que me tirara en el estanque, se inclinó y susurró: -Buena suerte.
Y entonces golpeó en el agua.
No puedo decir que mi primer pensamiento fue cómo me hundí bajo la superficie,
porque era sobre todo una serie de palabras de cuatro letras. El agua estaba demasiado fría para un estanque en Georgia en mayo, y yo podía sentir el frío hundirse hasta el fondo en mis huesos. Además, mi pecho empezó a arder casi de inmediato, y yo me hundí todo el camino hasta el fondo, aterrizando en el fango viscoso.
Está bien, Sophie, pensé.
No entres en pánico.
Entonces miré a mi derecha, y por el agua turbia, había una calavera sonriendo hacia mí.
Me entró el pánico. Mi primer impulso fue humano, e incliné mi cuerpo, tratando de
rasgar las cuerdas en los tobillos con mis manos atadas. Rápidamente me di cuenta de que era profundamente estúpido, y traté de calmarme y concentrarme en mi poder.
Cuerdas fuera, pensé, imaginando las cuerdas deslizándose fuera de mí. Podía darles un poco, pero no lo suficiente. Parte del problema era que mi magia subía de la tierra (o
algo por debajo de la tierra, no era algo en que pensara demasiado a menudo) y era
difícil poner los pies en el suelo mientras yo estaba tratando de no ahogarme.
CUERDAS FUERA, pensé de nuevo, más fuerte esta vez.
Las cuerdas se quebraron violentamente, desentrañando hasta que fueron nada más que una gran bola de hilo flotante. Si no hubiera estado conteniendo la respiración, yo habría suspirado. En su lugar, me desenrede de lo que quedaba de las cuerdas, subí a la superficie.
Nadé hasta alrededor de un pie, y entonces algo me tiró de nuevo a la parte inferior.


Mis ojos se fueron a mi tobillo, casi esperando ver una mano esquelética


acaparándome, pero no había nada. Mi pecho estaba en llamas ahora, y mis ojos me


estaban ardiendo. Yo bombeé con los brazos y las piernas, tratando de nadar, pero fue


como si estuviera fundida bajo el agua, aunque no estaba atada.


Pánico real se reflejo en forma de manchas negras que bailaban ante mis ojos. Yo tenía que respirar. Di una patada otra vez, pero sólo me balancee en su lugar. Ahora los puntos negros eran más grandes, y la presión en mi pecho era una agonía. Me pregunté cuánto tiempo había estado aquí, y si Cal iba a cumplir esa promesa de salvarme pronto en cualquier momento.

De repente yo surgí hacia arriba, jadeando cuando salí a la superficie, el aire quemaba en mi pecho, pero yo no lo sentía todavía. Seguí nadando hasta que estaba


completamente fuera del agua, aterrizando en el muelle.


Hice una mueca mientras mi codo colisionaba penosamente con la madera. Yo sabía que mi falda estaba subida probablemente demasiado alto en mis muslos, pero no me atreví a mirar. Me tome un segundo para disfrutar de la respiración. Con el tiempo,


dejé de tragar aire y empecé a respirar normalmente otra vez.


Me senté y aparte el pelo mojado de los ojos. Cal se encontraba a pocos metros. Lo fulmine con la mirada.


-Buen trabajo por salvarme.


Entonces me di cuenta de que Cal no me miraba, pero su cabeza estaba hacia el


muelle.


Seguí su mirada y vi a un hombre delgado y de cabello oscuro. Estaba de pie, muy


quieto, observándome.


De repente, era difícil respirar de nuevo.


Me puse de pie con las piernas temblorosas, tirando de la ropa empapada en su lugar.


-¿Estás bien? -El hombre gritó, con el rostro claramente preocupado. Su voz era


más poderosa de lo que yo hubiera esperado de un hombre delgado, y tenía un acento británico suave.


-Estoy bien. -Le dije, pero los puntos negros estaban de vuelta en frente de mis ojos,


y mis rodillas parecían demasiado inestables para sostenerme. Lo último que vi antes


de que me desmayara fue a mi padre caminando hacia mí, mientras me caía


nuevamente hacia el muelle.

Hex Hall-DesafioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora