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Tres semanas después, me fui a Inglaterra.


Mamá y la Sra. Casnoff fueron con nosotros cuatro al ferry en las últimas horas de la tarde. Los ojos de mamá estaban rojos, así que supe que ella había estado llorando, pero que trataba de parecer alegre mientras nos


ayudaba a mí y a Jenna a cargar nuestro equipaje. -Asegúrate de tomar muchas fotos -dijo-. Y si vuelves usando palabras como "fila" o "camión", estaré muy molesta.


Estábamos de pie en la cubierta, la brisa del mar desordenando nuestro cabello.
Jenna ya había reclamado un banco en la sombra, y Cal estaba hablando en voz baja con la Sra. Casnoff.
La vi mirar sobre su hombro en mi dirección, y me pregunté cómo se sentía al dejarme por el verano. Seguramente estaba entusiasmada, o tan entusiasmada como la Sra. Casnoff podía estar. Diosa sabe que yo sólo había traído problemas a Hecate Hall.


También me pregunté si debiera haberle contado acerca del fantasma de Elodie.
En realidad, sabía que tendría que haberle contado. Si le hubiera contado la primera vez que Alice se me había aparecido, quizás Elodie no sería un fantasma. Era un


pensamiento que había quemado en la parte trasera de mi cerebro por meses, y aquí estaba yo cometiendo el mismo error de nuevo.


Antes de que pudiera pensar más acerca de eso, mamá envolvió sus brazos alrededor mío. Éramos más o menos de la misma altura, y pude sentir sus lágrimas en mi sien


cuando dijo: -Voy a perderme tu cumpleaños el mes que viene. Nunca me he perdido tu cumpleaños.


Mi garganta estaba tan apretada que no podía hablar, así que sólo la abracé.


-Sophie -dijo papá, apareciéndose junto a mi codo-. Es hora de irnos.


Asentí y le di a mamá un último apretón. -Te llamaré mucho, lo prometo -dije


mientras nos separábamos-. Y estaré de vuelta antes de que lo sepas.


Mamá secó sus mejillas con la parte de atrás de su mano y me dio una de sus


deslumbrantes sonrisas. Papá inhaló agudamente, pero cuando lo miré, se había dado vuelta.


-Adiós, James. -Mamá le dijo.


Cal, Jenna y yo nos paramos junta a la baranda mientras el ferry se alejaba del muelle.


La Sra. Casnoff estaba en la orilla, mirándonos ir, pero mamá ya estaba caminando de vuelta hacia el bosque que rodeaba la playa. Me alegró. Era un milagro que no había


empezado a llorar aun.


El ferry circuló hacia el agua marrón. Sobre los árboles, podíamos adivinar la parte


más alta de Hecate Hall.


-No he estado lejos de este lugar desde que tenía trece años -dijo Cal suavemente -.Seis años.


Nunca le había preguntado a Cal qué había hecho que había resultado en que


terminara en Hecate Hall. Él sólo no parecía el tipo de hombre que hiciera hechizos


peligrosos que usualmente hacían que los brujos fueran enviados a la escuela. Él había decidido quedarse luego de su decimoctavo cumpleaños, aunque nunca había estado segura de que esa fuera su decisión. Pero entre más nos alejábamos de la escuela, más preocupado lucía.


Aun Jenna, quien usualmente actuaba como si estuviera componiendo una tesis sobre todas las maneras en que Hecate apestaba, lucía melancólica.

Hex Hall-DesafioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora