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Pasé el resto del día explorando La de Abadía Thorne con Jenna, y aunque pasaba


horas paseando por sus habitaciones, no llegamos a acercarnos para ver todo.


Cada habitación estaba llena de extraños tesoros, tesoros polvorientos,


incluyendo una habitación que contenía cinco trajes completos de armaduras, y


otro lugar con nada más que animales disecados. Le dije a Jenna acerca del correo


electrónico a la Señora Casnoff (y pagar mis diez dólares) y eso parecía hacerla feliz.


Durante el almuerzo, Lara nos trajo bocadillos en el conservatorio (que, resultó, era


una gran habitación iluminada por el sol en la que había visto un gran piano, así como


alrededor de mil helechos) y nos dijo que había hablado con papá. Estaría en casa


después a la noche, y que tenía su permiso para ir al pueblo con Nick y Daisy.


-Pero -agregó Lara-, tienes que estar antes de la medianoche en casa, y es sólo


para ir al pueblo. Algún lugar más lejos está absolutamente prohibido.


Sí, eso sonaba como algo que dijera papá.


-¿Cuánto "más lejos" podríamos ir? -Le pregunté a Jenna, una vez que Lara se


fue-. Estamos en medio de la nada.


Me enteré esa noche. Se suponía que debíamos encontrarnos con Nick y Daisy por la


puerta trasera (donde quiera que fuera) a las ocho. A las siete y cuarenta y cinco, yo


estaba en el baño poniéndome algo de rímel cuando Jenna se deslizó usando un traje


que sólo puedo describir como Hello Kitty estilo gótico.


-¿No es un poco mucho para dar un paseo por el pueblo? -Le pregunté, mirando sus


botas gogó5


rosas.


Cerró la puerta y se paró sobre el mostrador.


-No vamos al pueblo -respondió ella-. Le pregunté a Daisy. Vamos a ir a Londres.


Casi empujo en mi ojo la barra de rímel.


-Londres está como a tres horas de distancia. ¿Vamos a robar un coche o algo así?


Jenna negó con la cabeza.


-Sophie, ¿cuándo vas a empezar a recordar que tenemos poderes mágicos? No vamos


conduciendo, vamos... bueno, no sé cómo iremos allí, exactamente, pero iremos, ya


sabes. -Ella agitó su mano en el aire-. Maaaaaaagia.


-Estupendo -murmuré, pescando en la bolsa de maquillaje algún brillo labial. Mi


estomago se sacudió nerviosamente. Si Daisy me espera para llevar a cabo algún tipo


de hechizo demoníaco viajando... sí, esto no estaba ocurriendo-. ¿Por qué iremos a


Londres exactamente?


Jenna sonrió.


-Hay un club que es sólo para Prodigiums. Daisy dice que es bastante impresionante.

Hex Hall-DesafioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora