La cena había sido en extremo incómoda, aquel par siquiera emitía algún sonido que no fuese un chasquido al comer la pizza o al chocar sus vasos contra la mesa, yo por el contrario intentaba en cada momento entablar una conversación medianamente extensa y agradable en la que ambos pudieran participar, pero ellos no hacían el mínimo esfuerzo por conocerse, peleaban entre ellos... por mí, no quería parecer engreída, pero los hombres que estaban a mi lado en ese momento me amaban, y yo a ellos de manera distinta, pero para ellos aquello era imposible de entender, tenía la certeza de que si no lograba mejorar esa situación ellos la concluirían haciéndome decir en voz alta quien era mi preferido, si, así de maduros podían llegar a ser los hombres, sobre todo cuando estaban celosos. Lo único que recibí durante mis intentos de conversación fueron algunos "ummm" o "ajá", para luego volver a escuchar sus chasquidos, tomé aire y conté hasta cinco en mi cabeza, dejé escapar el aire de mi cuerpo y apreté mis puños los cuales se encontraban apretados en este instante sobre la mesa.
Ustedes parecen niños de cuatro años -iba a colocarme de pie cuando Chris tomó mi muñeca y me invito a sentar de nuevo, lo hice, como cada cosa que el pedía- ¿quieres que me quedé para seguir viendo como discuten sin siquiera discutir?
Lo siento cariño –colocó su mano sobre la mía y entrelazó nuestros dedos, aquello era un gesto normal entre nosotros, pero para el otro chico en la habitación por supuesto que no, sentí otra mano en mi cadera, esta no era de quien tenía sus dedos entrelazados con los míos- solo tenía demasiada hambre y por eso no seguía conversación alguna con -Chris hizo una señal hacia Luke como si no recordara su nombre, pero por supuesto que lo hacía, solo quería seguir fastidiando la noche, típico de mi mejor amigo.
Luke, me llamo Luke -dijo moviendo sus labios lentamente como si estuviese explicando su nombre a un niño pequeño- no es un nombre difícil, a menos que seas -hizo una pausa, supongo que al fin habría notado que lo estaba fulminando con la mirada y mordió otro pedazo de pizza sin apartar su mano de mi cadera.
Chris me dio un beso en la mejilla para disponerse a comer y Luke pasó la mano de mi cadera a mi pierna- ah bueno, pero si quieren vamos a mi habitación y echamos un buen polvo, y así pasan tocándome toda la noche –dije usando un tono sarcástico, por supuesto quería que se notara cuan molesta estaba por sus niñadas.
Luke me miró con los ojos abiertos de par en par, Chris solo soltó una carcajada y palmeó su pierna repetidas veces, luego tomó una bocanada de aire y le dio un sorbo a su coca, negó con la cabeza y dejó el vaso sobre la mesa- no me apetece un trío dulzura, pero si quieres podría hacerte el amor –levantó su muñeca para mirar su reloj- cuando él se vaya ¿te parece? –me miró esperando una respuesta y yo solo sentí como el pecho de mi prometido chocó con mi cuerpo en un intento de acercarse a Christopher.
Él solo está bromeado –chillé al tiempo que empujé su cuerpo con el mío hacia atrás, me giré para ver a un Luke con el rostro enrojecido y Christopher solo siguió comiendo como si nada, mordí mi labio inferior nerviosamente, no quería que se armara una pelea ahora física entre ellos dos- por favor mi amor, él solo está bromeando -murmuré.
El abrió los orificios de su nariz y miró hacia abajo un momento, volvió a su posición y me miró directamente a los ojos, humedeció sus labios y soltó un suspiro- cuando le parta la cara, también será bromeando –dijo entre dientes, por suerte en susurró permitiendo que solo yo escuchara pues sabía que si el otro chico en la habitación lo hacía, habrían muchos más problemas que resolver ahí, entre los tres.
Me tomé la mitad de mi coca, la pizza estaba deliciosa pero se me hacía imposible disfrutarla con aquellos dos a punto de pelear en cualquier momento, solo esperaba que Christopher dejara sus comentarios y que Luke fuese capaz de soportarlo y ser lo suficientemente maduro, porque cuando mi mejor amigo se proponía ser molesto, lo lograba sin esfuerzo alguno. Tomé otro pedazo de pizza, y en ese preciso instante en que pensé que todo se había calmado, Chris se colocó de pie y al caminar tropezó "sin querer" derramando su bebida sobre la camiseta de mi prometido, él lo quería fuera de mi departamento a como de lugar y al paso que iba, la única que se iría de allí era yo, no me dio tiempo de reaccionar porque ya el chico de la camiseta manchada se encontraba chocando su pecho contra el de mi amigo.
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No puedo vivir sin ti
RomanceDejé escapar el aire de mi cuerpo, mis manos temblaban con cada paso que ella daba hacia el altar, la mujer que había amado desde la adolescencia, estaba allí, más hermosa que nunca, con una sonrisa dibujada en sus labios, con su padre al lado, en s...