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Mía, mi ahijada, había ido a visitarme aquella mañana, Ámbar y Louis querían pasar parte del día juntos solo ellos dos ya que no habían gozado de muchas vacaciones últimamente, yo no pensé ni un segundo para decir que sí, lo merecían, el hecho de que quisiera pasar tiempo a solas no disminuía lo maravillosos que eran con su hija, además, la pequeña niña había estado sentada al menos dos hora frente a la televisión sin decir y hacer absolutamente nada, incluso comenzaba a preocuparme, si no era porque reía o negaba con la cabeza, creería que había sido hechizada para permanecer inmóvil el resto del día.

Luke no venía al departamento a almorzar, él estaba demasiado ocupado en su trabajo sin contar que estaba molesto por saber quien era nuestro nuevo vecino, la noche anterior poco habíamos hablado mi esposo y yo al regresar de la "fabulosa" cena, él por suerte se había creído que yo no estaba al tanto de su mudanza, mi relación con Chris se había deteriorado y Luke lo sabía, así que probablemente creía que ese era motivo suficiente para que mi amigo no se haya querido topar conmigo antes, a veces me preguntaba si Luke era tonto, es decir, no es que yo sea la mujer más guapa del mundo, pero se notaba a leguas que mi amigo sentía algo por mí ¿o no?, mordí mi labio inferior y lleve mis dedos a mi barbilla, moviendo estos despacio sobre mi piel, ¿y si los sentimientos de Chris habían disminuido?, el que él invitara a Becca a cenar aún estaba rondando en mi cabeza, si no nos hubiésemos topado habrían cenado solos, comencé a caminar de un extremo a otro, ellos dos estaban teniendo sexo, por supuesto que sí, asqueroso, entorne los ojos, ¿mi mejor amigo y la puta? por Dios, que bajo estaba cayendo, no eran celos, es decir, estaba preocupada porque el estuviese apunto de ser infectado de algo, si, era solo eso, ¿y si él quería verla más seguido? ¿y si él estaba viéndola más seguido?.

El tío Chris es mi vecino -dije sentándome junto a la pequeña niña, mirando su perfil, sin recibir su atención- de seguro le encantaría verte -genial, ahora estaba usando a una pequeña niña para comprobar mis pensamientos-

Si, lo sé, papi y yo lo ayudamos con la mudanza -ni siquiera me miro-

Umm -comencé a mover mi pierna de arriba hacia abajo- ¿quieres verlo?

Negó con la cabeza- estoy viendo tele

Él tiene una tele más grande que esta -dije señalando la pantalla plana de 42 pulgadas-

Me miró por un momento y luego miró la pantalla nuevamente- no importa, para mi esta bien este tamaño porque mami dice que debo cuidar mis ojitos -dijo tapando su rostro por un momento con sus pequeñas manos-

-Bebé, pero el tío Chris de seguro quiere compañía y además..

Tu eres quien quiere la compañía del tío Chris -dijo en tono de burla y yo cubrí mi boca con una mano-

Claro que no -chillé-

No puedes decir mentiras -me miró y señaló directo a mi cara con su dedo índice- te va a crecer la nariz y te vas a ver fea -dijo negando con la cabeza permitiéndome ver su desaprobación- el tío Chris dice que tu lo amas y yo le creo -se encogió de hombros-

Claro que lo amo, es mi amigo -me defendí- debo amarlo por ello, tu amas a tus amigos

Nop, bueno, si amo a mis amigos, pero yo creo que amas al tío Chris como yo amo a mi vecino Tommy -se quedó pensando un instante, como intentando descifrar si lo que había dicho era cierto- sip, así lo amas

¿Cómo amas a Tommy? -pregunté curiosa-

Como para casarnos cuando seamos grandes -dijo con una amplia sonrisa y yo mordí mi labio inferior para no reírme, ya que no era burla si no ternura lo que sentía en ese instante. Pobre Louis, cuando se enterará probablemente no la iba a dejar jugar más con Tommy, con lo celoso que es el moreno-

No puedo vivir sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora