Delirios de una mente enferma (Pausada)

VIII

No lograbas comprender y mucho menos entender, te has preocupado por mí y no te lo reprocho, pero soy lo suficientemente grande como para tomar yo sola mis propias desiciones y afrontar las consecuencias, solo, por una vez, dame la razón, y solo acepta lo que te digo.

Un año, un año completo, mi cumpleaños 17, y estaba cortandome en un baño, una gran manera de comenzar un nuevo año de vida. Estaba harta y frustada, cada vez los cambios de humor eran mas fuertes y la voz en mi cabeza no me dejaba en paz, no lograba salir, no lograba ocupar un maldito teléfono para al fin poder salir de aqui. Para este tiempo el debio haberme olvidado, incluso superado, y no estaba segura si aun el hecho de poder hablar con él me ayudaria, realmente estaba empezando a perder completamente la esperanza. Yo solo deseaba salir con todas mis fuerzas, pero aun asi estaba acostumbrando a la idea de que solo tal vez me quedaría aqui encerrada por un largo largo tiempo, ni siquiera a la mayoria de edad podia salir. No podria hacer nada de lo que alguna vez me plantie. No podre vivir con él, no podre tener la familia que quise, mi carrera, mi trabajo, ¡nada!

Introduje aun mas la navaja, malditas venas escondidas que no lograba alcanzar, y que por una extraña razon aun no perforaba, supongo que aun, una minúscula parte de mi, conservaba la minima esperanza de que si podria salir de aqui.

Termine de limpiar las heridas, y salí del baño. Sam me esperaba con un pastel en las manos, me sonrio con melancolia reflejada en sus ojos, pero aun asi su sonrisa parecia autentica.

-Feliz cumpleaños Karyna

-Gracias Sammy

Le di un fuerte abrazo, y ambas comenzamos a comer tan rico pastel que no tenia ni la menor idea de donde habia sacado.

-Pronto Karyna

Me dio aliento. Quize creerle, pero había pasado ya tanto tiempo que solo logre creerlo dos segundos y despues la realidad me golpeo fuertemente. No saldriamos de aqui, al menos no pronto. Era tan jodidamente probable que Patrick ya me hubiera superado, que ni siquiera se acordara de la oferta que me habia ofrecido en esa carta. Solo agache la mirada.

-Vamos Karyna, no bajemos el animo, todo va a estar bien...

Pero entonces todo se vino abajo.

De la nariz de Samantha comenzo a caer un liquido rojo, la mire con terror y entonces llevo su mano hacia la nariz, sus ojos se abrieron y salio corriendo al baño donde se encerro. El panico comenzó a recorrer mi cuerpo.

-Samantha-abre la puerta-¡Samantha abre la maldita puerta!-grite tocando como si fuera a tirarla, aunque siendo realista mi fuerza no alcanzaria ni para hacerle un rasguño.-¡Joder dime que estas bien!

-Tranquila, me pasa seguido-me explico abriendo la puerta.

-¿Seguido?-interrogue preocupada

-Si, no te preocupes-le resto importancia rapidamente.

Quize protestar pero salio casi corriendo del cuarto, jodida Samantha me estaba ocultando algo.

Masajee mis sienes, no más problemas por favor.

No se ni como seguirla, se supone que estaba pausada, pero esto es lo unico que tengo y me parecio injusto mantenerlo en borradores, disfrutenlo hasta que pueda seguirla.... Gracias por esperar, si es que aun hay alguien.

-K