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Todo pasaba en cámara lenta, las personas de un lado al otro tratando de limpiar la sangre en el piso, las miradas de las demás estudiantes tratando de ver el cadáver en el piso, mirando mi rostro pálido lleno de lágrimas,tratando de ver solo el mayor detalle para poder contar a las demás. Solo una manera de generar un chisme, un rumor mas.

Ni siquiera puedo describir lo que sentía, mi corazón estaba encogido en mi pecho apuñalandose a si mismo cada vez que de reojo la miraba. Las lágrimas habían parado pero no era por una buena razón, mientras todos estaban concentrados en mi amiga tome una navaja y básicamente la pasaba contra mis muñecas sin que nadie hiciera nada.

Cada quien estaba en su mundo, y yo solo queria escapar del mio.

Perder a una persona es lo peor que te puede ocurrir, pero te diran que es algo normal, las personas envejecen y mueren, pero, cuando esa persona no tiene más de 18 años, era joven, y quien se arrebato la vida fue ella misma, ¿sigue siendo normal? ¿acaso me puedo resignar a eso?

Era mi unica amiga en este lugar de mierda, era la unica que me entendía siquiera un poquito, la unica que me hacia feliz por unas horas. Pero tambien habia sido la que me habia dicho que siempre estaria a mi lado, que no me dejaria, que saldriamos juntas de esto. Me habia mentido.

No pude soportarlo más, llena de sangre salí de mi cuarto, los policias rodeaban el lugar, los paramedicos tambien, no sabia el porque ya no podian hacer nada por ella, ya no estaba entre nosotros, se habia suicidado y no habia poder humano que la trajera de vuelta. Se habia ido y me habia dejado, se habia ido y me habia abandonado, y quiza era lo mas cruel de mi parte ser tan jodidamente egoista en este momento, pero... ¡Me habia dejado! ¡Ella se habia librado de este maldito infierno y yo seguía aquí! Seguía viendo este cielo gris que amanezaba con cubrir de agua el lugar, seguía teniendo un vacio en mi pecho, seguia sintiendo mis muñecas arder mientras de ellas brotaba ese dulce liquido rojo.

-¡Maldita sea porque mierda me dejaste!-grite al cielo-¡¿Por qué demonios me dejaste?!-continue mi discurso con un cielo cada vez mas negro y un viento tan frio que me erizaba la piel-¿Acaso pedia mucho? ¿Mi amistad no te basto?

Y todo fue peor, tire la navaja por un lado, me arrodille sobre la tierra y enterre mis manos haciendo que mis uñas se llenaran de fango, queria gritar, llorar, romper cosas, me sentia tan impotente, tan insegura, y entonces me comence a sentir culpable, no habia hecho nada, habia visto que no estaba bien pero preferi no prestar atencion y creer sus mentiras, preferí vivir una mentira, pude haber evitado esto y no hice absolutamente nada.

-¡No me hagas esto! ¡Es injusto! ¡Tu, tenias que vivir, no yo! ¡Tu tenias mas futuro, no yo!

No paraba de llorar, de gritar, cada vez hundia mas las uñas, mis muñecas no dejaban de sangrar, todo me daba vueltas y el aire se habia esfumado de mi sistema. No sabia que hacer, tenia el cuerpo completamente entumecido, no sabia como diablos reaccionar, solo queria revivirla, queria tenerla de nuevo a mi lado. Solo no queria perderla.

-No me dejes Sam, solo no me dejes con esta bola de estupidas, no me dejes.

Me recoste en el frio lodo mientras la lluvia comenzaba a caer, pero no de forma ligera como en las peliculas, era una tormenta, con viento, truenos, en menos de cinco minutos estaba empapada, pero era lo que menos me importaba, solo queria dormir, dormir para siempre.


Delirios de una mente enferma (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora