XIII

24 5 0
                                    

Estaba enojada, con las muñecas nuevamente vendadas. Con la muina palpitando en mis venas, y el efecto de la anestesia aun en mi sistema. ¿Porque demonios me había detenido? Ya no queria estar aqui, en un mundo donde no tenia ni un poco de felicidad, donde mi mejor aiga se habia suicidado, estaba encerrada en una carcel, "el amor de mi vida" se habia olvidado de mi y ya me habia reeplazado,  y con unos padres que habian desaparecido de la faz de la tierra, ¿porqué necesitaba seguir viviendo?

Solte un suspiro frustrado, estaba demasiado enojada con todo el mundo. Y para joder aun más en ese momento entro el medicucho por el cual aun seguia en este hospital.

Entro con la cabeza agachada y cauteloso, note hasta ese momento que mis muñecas estaban esposadas a los barandales de la camilla, y lo note porque lo que mas deseaba era alzar mis brazos y enseñarle el dedo medio de ambas manos, pero no pude.

-¿Como estas Karyna?-cuestiono al notar mi cara de pocos amigos

Me negue a contestar, no queria verlo, no queria hablarle, si de por si su nombre me repudiaba, con lo que habia hecho aun más. Lo odiaba, lo detestaba por querer encadenarme a una vida de mierda que no tenia sentido seguir viviendo.

-Karyna necesitas entender que lo que estabas a punto de hacer no era la solucion para tus problemas...

-Tu no sabes nada de mis problemas-contesta gelidamente-no sabes nada de mi vida y no tenias a derecho an decidir sobre ella

-No iba a dejarte morir, ¿que clase de doctor seria?

-Un doctor que no se mete en mi vida, y un doctor que me hubiera dejado ser feliz, por que creeme ahorita no lo soy, ni un poco. Estoy encerrada en una maldita carcel disfrazada de centro de rehabilitacion, mis padres, hace mas de un año que no se nada de ellos, me ha roto el corazon la persona que dijo que me amaria eternamente y se fue la persona que me entendia, y que me dijo que saldriamos de esto juntas, digame usted doctorcito, ¿que me queda para vivir? ¿que motivacion puedo tener? No tengo nada y a nadie en este maldito infierno, y cuando estaba a punto de escapar usted se mete como si fuera el gran heroe de la historia. No pedi ser salvada Patrick. No lo pedí.

Se noto al instante la sorpresa en sus ojos, abria y cerraba la boca una y otra vez tratando de encontrar las palabras para defender su punto pero no pudo, al final solo se quedo callado.

-Si eso es todo lo que querias decirme te agradecere que salgas de la habitacion, pedire que no seas mi doctor, no deseo verte más.-concluí

Patrick

Sentí un tiron en mi pecho ver como sus ojos se llenaron de lagrimas al relatar aquellos sucesos tan desagradables que habian ocurrido en su vida, con 17 años esta pequeña habia sufrido demasiado, era tan poca edad para tanto dolor que reflejaba en cada cicatriz en sus brazos, en sus piernas, era demasiado.

Salí de aquel cuarto con el alma rota y mi cabeza dando vueltas, creí que le hacia un favor al salvarla, al intentar darle un sentido a su vida, pero casi sentía que habia empeorado todo, que le habai hecho mas daño al intentar retenerla aquí.

-¿Como esta la niña doctor?

Desperte de mis pensamientos al ver como la dueña de aquel internado me llamaba para pregutarme por la salud de aquella jovencita.

"Estoy encerrada en una maldita carcel disfrazada de centro de rehabilitacion"

Recorde las palabras de Karyna y al instante supe que la señora indefensa que estaba frente a mi no me estaba mostrando lo que realmente era, pero aun asi intente ser lo mas amable que pudiera, le conte sobre lo ocurrido el dia anterior observando detenidamente sus reacciones, pero en su rostro siempre se mantuvo una cara de seriedad absoluta, sin un poco de sorpresa y mucho menos de horror.

-Gracias medico nosotros tomaremos medidas de ahora en adelante-sonrio y comenzo a caminar hacia la habitacion de Karyna junto con su asistente pero claramente logre escuchar como le susurro algo que helo mi cuerpo.-Ojala la hubiera dejado morir, seria una boca menos que alimentar y nadie haria preguntas.

¿Qué se encondia detras de esas paredes? ¿Que tan mala era la vida de las residentes de aquel centro? Y que tan culpable era esa señora del intento de suicido de Karyna y de la muerte de aquella otra joven. Lo siento mucho Kar, me dijiste que no me metiera mas, e incluso unos colegas me han dicho lo mismo, pero te he encontrado y no descansare hasta saber que ocurre en aquel lugar además de salvarte. Necesito salvarte.


Delirios de una mente enferma (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora