XI

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Desperté con las muñecas vendadas y fuerte dolor de cabeza en lo que supuse era la enfermería de alguna clínica cercana a la cárcel o algo por el estilo. Lo que no sabia y no lograba pasar por mi cabeza era quien pudo haberme traído aqui, la directora era demasiado cruel y tacaña como para pagar para que una de nosotras estuviera bien así que pude descartarla rápidamente de la lista de posibles salvadores., aunque tecnicamente no habia una lista por que no tenia ni la menor idea de quien pudo haber sido ni me pasaba ningun nombre por la mente.

Pero lo que si comenzo a pasar fue el porque de las nuevas marcas en mis muñecas, el porque habia salido sabiendo la tormenta que se avecinaba, la total pesadilla ahora pasaba una y otra vez en mi cabeza repitiendose sin cesar. Su cuerpo inerte en la bañera, la sangre en el agua, en el piso, las personas rodeandola sabiendo que no podian hacer mas nada por ella, el llanto de cada una de las que nos habian molestado y hecho burla a lo largo de este año. ¡MALDITAS!

Comence a desconectar cada uno de los cables que me monitoreaban, no queria estar aqui, no sabia siquiera donde diablos estaba, no queria quedarme aqui, ademas estaba fuera de esa maldita institucion quiza esta podia ser la forma de escapar, de irme lejos de una maldita vez.

Ingenua.

Fuera de mi habitacion habia dos monos de cruela (guardias) que por nada del mundo me dejarian salir, ademas de que el pasillo estaba lleno de doctores y enfermeras y yo me encontraba en bata.

-Puta madre-susurre llamando la atencion de uno de los monos el cual se me quedo mirando de manera atroz.

Regrese cabizbaja a la cama dura y esteril de aquel hospital. La duda existencial era... ¿Quien demonios me trajo aqui? Mientras me cuestionaba esa interrogante un medico entro a la habitacion. Quiza recien egresado de la facultad. Unos 27 años, de cabello oscuro, y piel de porcelana con ojos demasiado oscuros y una sonrisa muy blanca. Lo mire aterrada por esa felicidad tan desmedida que me brindaba, la felicidad me daba miedo.

-¿Como te sientes?-interrogo viendo como los cables que se supone debian estar conectados a mi estaban en el suelo

Agobiada, harta, cansada, frustrada, acaba de morir mi mejor amiga ¿usted que cree?

-Bien-conteste de forma seca

-Lo que hiciste no esta bien, necesitas descansar.-me regaño de manera gentil

-No quiero estar aqui-susurre conteniendo toda la rabia que comenzaba a sentir a traves de mi sistema, no deseba atener un ataque, no de nuevo, no cerca de él.

-Aun no puedes irte, necesito hacerte unos estudios más. Soy Patrick y ¿tu?

Mis ojos se abrieron completamente y mi respiracion se corto de golpe ante la mencion de aquel nombre.

-Ka...Karyna-logre tartamudear.

-Es un nombre muy bonito Karyna-me sonrio-¿Tienes alguna peticion, algo que desees que te traiga?

Y ahi estaba mi ventana a  la felicidad, o al menos mi salida de este infierno, sin darse cuenta ese doctor me estaba ofreciendo mi slavacion.

-Un celular-casi suplique

Entrecerro un poco los ojos, debi lucir muy desesperada. Pero comenzo a buscar algo en el bosillo de su bata. Y lo hizo, por fin lo hizo, me extendio su celular con una amplia sonrisa. Casi lo besaba pero me contuve y solo tome el aparato rojo entre mis manos, esperaba no haber olvidado el numero.

Logre marcar, llevo el aparato a mi oido pero antes mire a Patrick suplicando con la mirada que me dejara sola. Él solto una leve risita y asintio.

-Regreso en un momento

Sonrei un poco. Lleve de nuevo el aparato a mi oido, un tono, dos....

-Diga....

Su voz, ¡era su maldita voz! Y al momento me quede muda, mi corazon se acelero.

-¿Alguien?-escuche el desconcierto en sus palabras

-Pa...trick-logre pronunciar

-¿Karyna?-la emocion reinaba en el ambiente-Joder Karyna, ¡mi Karyna! ¿Estas bien? ¿como has estado? ¿Por que demonios no me habias hablado? ¡Te amo, cabrona, te amo!

-Ayudame....-fue lo unico que logre pronunciar

-¿Que?

-Ayudame... esto es un infiernoo, es muy distinto a lo que mostraba el maldito folleto, joder ayudame a salir-y me quebre, rompi en llanto.

-Karyna calma....-susurro-Patrick cariño-escuche al fondo de la llamada

Enmudeci de nuevo. ¿Cariño?

-Ahora no Katherine

¿Katherine? ¿La rubia oxigenada mas perra de la escuela?

-Regresa a la cama Patrick....

Y mi mundo se destruyo por segunda vez.

Delirios de una mente enferma (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora