N/A ~Y aquí os traigo a Skyler, ¿Qué opináis? :)
Tras horas deambulando pérdida por el campus de la academia, descubrí finalmente que la cafetería se encontraba en el edificio principal. Sin pensarlo dos veces, empujé las puertas y una marea de voces inundó mis oídos. Estudiantes conversaban animádamente mientras se llevaban trozos de comida a la boca.
Visualizando la cola, fui a agarrar una de las bandejas apiladas, cuando de la nada unos brazos tonificados me arroparon desde atrás y unas fuertes manos me arrancaron mi tan preciada bandeja. Enfadada levanté la cabeza solo para encontrarme con unos ojos tan azules como el mar que me devolvían la mirada inexpresivos como si el desgraciado no acabara de asaltarme en público.
Entonces, le reconocí; esos familiares ojos adictivos.
El chico del tren. Oh dios mío.
-¿No solo intentaste robar mi libro pero también mi bandeja?-me guiñó ojo mientras se pasaba la mano a través de su pelo rubio.
Su comentario me enfureció ¿Quién se creía que era?
- ¿Tu bandeja? ¡Mi bandeja idiota!
Confiado se inclinó contra mi hasta quedar al nivel de mis ojos, su mirada descendió a mis labios, relamiéndose los suyos.
-Pero si la tartamuda encontró su voz- esbozó una sonrisa sarcástica.
Sin siquiera pensarlo, salté sobre él intentando llegar a mi bandeja. Sobresaltado levantó sus brazos, alejándola de mí. Sin perder la esperanza, trepé como pude, abrazándome a él, enredando mis piernas firmemente alrededor de sus caderas. Y con mis brazos bien extendidos, salté hacia arriba tratando de alcanzarla.
Sin éxito alguno, solo conseguí que Mr. Arrogante diera un traspiés y perdiera el equilibrio llevándome consigo al suelo.
No os voy a mentir, la caída fue épica.
Carcajadas y murmullos estallaron en toda la cafetería y fue ahí cuando me di cuenta de que todo el cuerpo estudiantil, incluyendo cocineros y profesores habían visto nuestro pequeño espectáculo.
Me encontraba encima de Mr. Arrogante, nuestros cuerpos pegados. Mis piernas entre la suyas y mis manos apoyadas en su pecho, podía notar cada respiración irregular. El me miró interrogante levantando una ceja. La sangre corrió ágil a mis mejillas y un profundo sonrojo se hizo visible. Dejando caer mi pelo rubio a modo de cortina, cubrí mi rostro y como si de fuego se tratara, me levanté, alejándome lo más posible de aquel dios griego.
Me di una bofetada mentalmente.
Y así señores es como mi lado impulsivo y descerebrado me mete en líos a diario.
- ¡Dante se puede saber qué demonios le has hecho a Skyler!- saltó una voz por encima del alboroto.
Confusa giré sobre mis talones para encontrarme a una Alice muy cabreada, la seguían de cerca Xavier con expresión preocupada y un grupo de personas cuyas caras me eran desconocidas. Caminó directa hacia Mr. Arrogante y dándole un firme golpe en el pecho con el índice, le encaró.
- Deja a Skyler en paz- sentenció Alice entrecerrando los ojos.
- Así que la acosadora tiene nombre ¿eh?- se rió el idiota mirándome de reojo. En respuesta le enseñé muy educadamente mi dedo corazón y desvié la mirada.
- Sí Dante, tiene nombre y cómo te atrevas a ponerle un dedo encima una vez más, juro que ni el hecho de que seas mi hermano te salvará.
Dante, hasta su nombre era sexy. Agh.
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Give me love.
RomanceEscapar. Eso es lo único que Skyler ha deseado este último año. Todavía podía ver a su madre trasteando en la cocina como una loca mientras que su padre leería tranquilo en el sofá. Un cúmulo de sentimientos se asentaría en su estómago ante el recu...