6. Puertas entreabiertas nunca traen nada bueno

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N/A Hey que tal personitas? Esta pelirroja es Alice. LO SÉ.

¿¿Alice pelirroja y Dante rubio??

La genéticaa lo permite okay? ;)

Me desperté abruptamente con el sonido de unos fuertes golpes aporreando la puerta. Voces se oían al otro lado de esta y la música todavía podía escucharse en el piso de abajo, retumbando en las paredes.

Desconcertada, estiré las piernas y los brazos al tiempo que un bostezo se escapaba por mi boca. Tras frotarme los ojos para conseguir una mayor visibilidad, me levanté del cómodo sofá y con pasos indecisos hice mi camino a la puerta.

Desencajando la silla del pomo, la puerta se abrió de par en par para revelar a un grupo de personas todas con expresiones alarmadas, sorprendidas o curiosas.

Entre la aglomeración, una familiar melena pelirroja capturó mi atención y en segundos, Alice me abrazaba.

-¿Por qué coño no abrías la puerta?- gruñó comenzando a alterarse.

-Yo... eh...pues...- tartamudeé sin saber muy bien qué contestar. Las palabras simplemente no llegaban a mi boca.

Todavía podía sentir su aliento contra mi cuello, llenando mi sistema de un miedo irracional. Rememorarlo traía escalofríos que hacían su camino desde los dedos de mis pies y que ascendían a través de mi columna hasta llegar a mi cuello traduciéndose en inconscientes temblores y leves mareos.

-Te hemos estado buscando toda la noche...-suspiró aliviada apretando su agarre alrededor de mis hombros-. No te encontrábamos y solo... no sé, me temí lo peor.

Una garganta se aclaró a nuestras espaldas y al darnos la vuelta nos encontramos con Julie, Lily, Xavier y por último, Reed. Yendo hacia ellos dejé que sus brazos me envolvieran en un gran abrazo de oso.

Alivio inundó mi cuerpo y supe que a partir de ese momento no querría separarme de estas personitas que me estrujaban y aplastaban a más no poder.

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Recorriendo los pasillos, seguía al grupo distraída. Eran las 3:21 a.m. y sentía un profundo cansancio por todo mi ser. A pesar de la siesta que me había dado en aquel estudio, mi cabeza rebotaba y pinchazos iban y venían. Me froté las sienes en busca de claridad y coherencia, todo se veía borroso y eso que no había bebido ni una sola gota de alcohol.

- Ya no hay autobuses por la ciudad. Y en el coche de Alice solo cabemos 4. Así que... ¿tenemos alguna idea de cómo vamos a volver a la academia?- rompió el silencio Julie.

Lily se giró para mirarla.

-Siempre podemos ir andando- sugirió.

Todo el grupo la fulminó con la mirada. SIP. Yo incluida

-¡Vale, vale!- levantó las manos a modo de rendición-. Cuando de viejecitos nos reencontremos no os echéis a llorar cuando todos estéis débiles y en vuestra cara os suelte un "Ya os lo dije". Mmmmm - sacó la lengua entrecerrando los ojos.

- Muy amable Lily. Gran aportación. Ahora, centrándonos en el problema... - Alice frunció el ceño mientras pensaba en una solución- ¡Esperad!- pegó un salto de repente al tiempo que batía los brazos como un pollito a punto de volar-. Mi hermano sigue por aquí.

- Se estará tirando a alguna tía desesperada por su atención- sonrió burlón Xavier.

- Que suspicaz- añadió Julie sarcástica.

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