Give me love.

7. Un gran interrogante.

N/A Nos volvemos a encontrar ehhh. Para aquellos que sigan por aquí leyéndome, un abrazo grandísimo :3

Por aquí solo quiero buenos rollos, respeto a cambio de respeto y así seremos todos una gran familia feliz yeyyyy xD

De Sky puedo decir que se está metiendo en un gran pero divertido laberinto y, bueno, de Dante... digamos que sigue siendo Dante jejeje.

En fiiiin, basta de chachara y pongámonos al tema ;)
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Incomodidad.

Ese era la única palabra que parecía describir a la perfección mi situación.

Si tan solo pudiera abstraerme de este momento y observar la escena como un mero espectador, estoy segura de que me hubiera reído de la torpeza y mala suerte, por no decir gafedad (si es que esa palabra existía) de aquella pobre chica sentada en el regazo desnudo del imperturbable idiota.

Salvo que esa chica en concreto era yo.

Sip.
.
.
.

Y creerme que estaba conteniendo todo un cúmulo de frustración y vergüenza en este silencio.

-Pues es una historia muy entretenida, ¿a que sí Skyler?- comentó Dante rompiendo el sepulcral silencio que parecía haberse instalado en el ambiente.

¡Maldito capullo, despojo humano, mujeriego, egocéntrico y manipulador!

- Dios, es muy tarde para soportarte- Alice rodó los ojos, desviando su mirada y posándola en Xavier- ¿Podrías hacerte cargo de mi hermano? Al fin y al cabo para eso están los amigos ¿no? Para evitar que te den una buena patada en el culo por ser el mayor gilipollas de la historia.

-¡Auch! Hermanita, eso me ha dolido. No me siento muy querido ahora mismo, menos mal que tengo aquí a Skyler que me quería consolar esta noche- añadió esto último masajeando mis caderas, rozando con sus dedos mi piel suavemente como si quisiera transmitirme mucho más que un simple roce a través de ellos.

-Yo.. ehh... sí... claro...- haciendo círculos con ellos, siguió presionándolos contra mi piel. Sus ojos me estudiaban confiados y una sonrisa de oreja a oreja colgaba confiada de sus labios. Me recordó a Cheshire, el gato de Alicia en el País de las Maravillas. Maliciosa y socarrona.