Libertad.

27-.Ansiedad...

NARRA ESTEFANIA...

Ya son las dos de la mañana y aun no puedo dormir.

Sigo pensando en Juana, Henry, Patricia y Patrick.

Maldita sea, los extraño tanto.

Extraño mi vida de antes, cuando tenis amigos, cuando tenia a Francisco, cuando era novia de Patrick, cuando era mejor amiga de Juana, Henry y Patricia.

Desearía tener una maquina del tiempo para poder regresar a esos momentos, pero desgraciadamente no existe eso.

Comenzaba a desesperarme rápidamente, mis manos comenzaban a temblar y mi corazón a palpitar cada vez más y más rápido.

Ignore todo eso, como si no me pasara nada físicamente y seguí y seguí mirando fotos, mirando como ellos son felices, como me han olvidado. Ellos se tienen a ellos y yo ni siquiera se si me tengo a mi.

"Amigos por siempre", eso me decían, eso me juraban, maldita sea, que montón de patrañas. "Juntos hasta que los dos seamos pasitas", una frase muy romántica que me a roto el corazón, una mentira mas del monton, ¿cómo pude creerle?...

Extraño a Francisco, extraño esos momentos, quiero que vuelvan a mi, que yo vuelva a ellos.

No quiero seguir así, sin amigos, sin rumbo, seguramente si me consigo amigo me pasará lo mismo que me pasa en estos momentos, me estoy quedando sola, cada día muero más y más.

¿Quién carajo esta para mi ahora?, ¿quién esta cuando mas necesito ayuda?, nadie, no tengo a nadie.

Fui a buscar entre mis cosas y encontré fotografías de ellos conmigo, cartas que no había terminado de escribir para ellos, cartas que ellos me dieron.

Lo tome todo y me fui a la cocina.

Encendí una carta y la heche al suelo, con la carta quemandose tome una fotografía y la incendie.

Carta por carta, foto por foto, recuerdo por recuerdo fui quemando lentamente y mientras en el fuego convertía senizas las cosas en mi mente deseaba no volver a recordar nada.

Mire como se quemaban y las lágrimas en mi cara se posaban.

En esos momentos no podía jurar que me sentía feliz, o que me sentía con calma, no podía decir que sentía ansiedad, nervios o tristeza.

Era una mezcla rara, no me siento bien ni mal, no me sentía bien ni mal, ansiosa o calmada, triste o feliz.

Solo puedo explicar que me gusta ver ese fuego, me gusta ver como se va quemando, y tal vez, si tengo suerte, su recuerdo en mi memoria se valla extinguiendo.

Porque ya no significan lo mismo ellos para mi, ya no son lo suficientemente importantes como para que guarde su recuerdo en mi habitación con fotos y cartas, ya no me importan lo suficiente como para cuidar de lo que ellos me han regalado.

No tiene sentido guardar algo de alguien que alguna vez te engañó, lastimó, mintió, olvidó o usó.

Ellos ya no me recuerdan, ya no me llaman, ya no excisto para ellos. ¿Por qué ellos deben de excistir para mi?, ¿por qué debería de tomarme la molestia de recordar a alguien que ya no me recuerda?, ya no lo haré.

Mucho humo comenzó a salir de las cosas quemadas y también el olor se comenzaba a exparcir.

Me asuste al creer que Nicolás se podría despertar y que huela que se esta quemando algo.

Rápidamente intente ponerle el pie encima para apagarlo pero casi al instante recordé que ni traía puesto zapatos así que comencé a soplar pero vi que eso solo hacia que los papeles se exparcieran y el fuego mas rápido los consumiera.

Me levante con mi preocupación alterando mis nervios y fui por un vaso con agua. Lo heche encima y como el agua era mas de la que necesitaba los pocos papeles que quedaban y las muchas cenizas que se habían creado se ahogaron en agua inmediatamente.

El agua comenzó a pasear por el departamento y al no saber que hacer tome una escoba, trapeador y decidí limpiar todo.

Observe que una mancha amarilla había quedado en el lugar del suelo en el que había quemado las cosas.

Me asuste mucho mas y tome un estropajo con jabón, rápidamente tallé en el piso esperando que la mancha se quitara, poco a poco se fue quitando pero al final aun se veía un poco lo amarillo, solo la podías ver si observabas muy detalladamente en el suelo.

El olor a quemado aun estaba ahí así que tome uno de mis perfumes y lo comencé a hechar por toda la casa sin que Nicolás se diera cuenta.

Mire la hora y ya eran las cinco de la mañana.

Había pasado tanto tiempo preocupandome y añorando algo del pasado.

No tiene sentido porque en el pasado deseaba estar aun mas en el pasado.

Deseaba que fueran dieferentes muchas cosas, que mi vida fuera diferente, lo deseaba con tantas ansias que no me di cuenta de lo que tenía a mi alrededor.

Lo mismo que estoy haciendo en este momento.

Debo de comprender que no tiene sentido ver las cosas malas desde un punto de vista negativo, no tiene sentido desear algo del pasado o desear estar en el futuro cuando tu presente no es bueno. Hay que vivir el hoy, el ahora, porque el pasado es pasado y el futuro inexistente.

Hay que vivir para no morir.

Hay que existir y subsistir.

Hay que mantenerse así mismo de pie cuando nadie mas lo haga para ti.

Hay que ayudar incluso a quien te daño.

Porque la vida no es vida si no planeas vivirla.